CAPÍTULO 9: PASADOS DE OSCURIDAD.

Narrador omnisciente 

(“ espera… soy el narrador y ¿No tengo un nombre?, ¿Por qué todos lo tienen y yo no?, ¿Qué pasa, soy alguien inferior al resto de personajes o qué?. Dado que la escritora es tan mala que ni nombre me pone me voy a autonombrar. A partir de ahora llamadme… la sombra… no, no, mejor… el que todo ve… no, no mejor… uf ahora entiendo porque no me ha nombrado, llamadme narralotodo sí, me gusta.”)

Y después de autonombrar me continuemos con lo que a todos nos interesa. 

1800 años antes de la maldición. Bosque de Aena.

“Prix, recuerda que hoy haremos tu graduación en el claro del bosque.”- dijo una mujer que parecía joven pero todos sabemos que no lo era.

“Sí madre, ahí estaré.”- Oh la joven Prix era adorable, lástima que es tan mala.- “Madre iré un momento fuera”

La madre de prix asintió y ella salió de la casa.

Comienza a andar por el bosque, adentrándose cada vez más hasta que llega a un claro con un pequeño lago. La joven tomó asiento cerca del lago y espera, ¿pero a qué?. De repente unos arbustos se mueven y de entre ellos aparece un muchacho, y he de decir que es muy apuesto, ¿Qué se traerán entre manos?.

“Llegas tarde,Ezrra”-Sonríe ella.

“Tenía que librarme de mis padres, además sabes que vivo lejos”- Él se acerca, se sienta junto a ella y la besa.- “Aparte, ya estoy aquí no tienes nada de qué preocuparte.”

“Esta noche me graduaré, después de esto no volveré a ser la misma.”- su cara se entristece.

“Te equivocas, esta noche nos iremos muy lejos de aquí”

“¿De qué hablas?.-sonríe.

“He conseguido esto…”- el chico saca de uno de sus bolsillos unos papeles.- “Son unos voletos para ir al extranjero… y son para esta tarde, si decides venir conmigo nos podemos ir ahora mismo y no tendrás que pasar por esa graduación y podremos vivir juntos, casarnos, tener hijos… hacer lo que siempre quisimos… ¿Qué me dices Prix, quieres acompañarme?

Los ojos de la joven se pusieron llorosos ante las palabras del muchacho, ambos se funden en un cálido abrazo y la sonrisa de Prix se hace aún más grande de lo que ya estaba. Lo que ellos desconocían era la presencia de la madre de la muchacha que se escondía entre un manto de sombras.

“Estás muy equivocada, si crees que te vas a ir de rositas...hija”- susurró la mujer.

Después de esa noticia el joven se despidió para ir por su macuto y quedaron en volver a verse en el mismo lugar de siempre antes del atardecer. Ella por su parte volvió a casa para que su madre no sospechara nada del plan que habían creado ella y su amante.

Tras la comida se dirigió a su madre.- “Iré un momento al bosque para despejarme hoy no me he levantado muy serena y me gustaría relajarme antes de la graduación.”

Su madre asintió y dijo.- “No tarde, no querrás que vaya a buscarte”

Y con esas palabras Prix abandonó la estancia. 

Al llegar al lugar del encuentro esperó largo rato, esperó, y esperó hasta que los últimos rayos del sol despuntaban en el horizonte. La sorpresa era que el joven no llegaba y aunque él no era puntual siempre llegaba, menos ese día.

“Oh, estás aquí hija, te andaba buscando hace largo rato, la graduación ya comienza acompáñame.”- sin mucho esfuerzo levantó a la joven del suelo y casi la arrastró para llegar cuanto antes al lugar de encuentro con el resto de miembros de la comunidad de bruja y brujos oscuros.- “Te dije que no te gustaría que yo fuera en tu búsqueda y ahora asumirás las consecuencias.”

“¿Qué?, ¿A qué te refieres, madre?- no le dio tiempo a seguir preguntando porque llegaron al lugar y lo que vio la dejo perpleja.

Ezrra estaba atado a una cruz que estaba situada en el centro de un pentagrama,su cuerpo estaba tan golpeado que cualquiera que lo viese pensaría que estaba muerto; sin embargo en ese momento seguía respirando aunque no por mucho tiempo.

“Bien, sean todos bienvenidos al sacrificio de iniciación.”- dijo Saron, la madre de Prix. La joven estaba pálida sin palabras para describir la horrorosa imagen que se presentaba ante ella.- “Todos sabéis que la iniciación es muy importante para todos nosotros y por ello mi hija tomará posesión de sus verdaderos poderes esta misma noche.”

Prix comenzó a negar frenéticamente con la cabeza mientras su madre seguía anunciando lo que pasaría esa noche.

“Ahora… hija, matalo.”-ella abrió los ojos desmesuradamente y negó, por el contrario su madre sonrió y dijo.- “Si no lo haces tu lo haremos nosotros y no querrás que lo hagamos”

Tragó saliva pesadamente, cojio el cuchillo que le ofrecía otra bruja y se acercó lentamente al cuerpo del que era su amante. Le miró a los ojos y dijo.-  “Lo siento… lo siento mucho Ezrra… perdoname… te amo.- Y tras esas últimas palabras le enterró el cuchillo en el corazón, él nunca apartó sus ojos de ella. Finalmente en ellos sólo quedó el vacío que dejaba la muerte tras llevarse consigo el alma inmortal.

Esa noche fue la más dolorosa de todas y a pesar del sufrimiento que su madre le hacía sentir siempre ella nunca olvidó la fatídica noche que le fue arrebatado el amor de su vida.