El camino de rosas

CAPÍTULO 17: LAS BRUJAS ENFADADAS TIENEN CANAS Y ARRUGAS ANTES DE LA VEJEZ.

 

NARRALOTODO.

 

En la guarida de la bruja el ambiente se encontraba enrarecido, confuso y pesado, esto se debía al descubrimiento de la huida de Clary y Droiner, además la maléfica Prix se  había dado cuenta que en su escritorio faltaba algo de suma importancia para lograr que sus planes culminaran con un final feliz para ella. El botecito que se había llevado Amelia era una pócima de resurrección y la bruja iba a utilizarla para impedir su propia muerte si llegase un caso muy extremo, cosa que ahora ya no podría utilizar a su favor en la batalla que se aproximaba con una rapidez vertiginosa. 

Los pensamientos de la bruja fueron interrumpidos por unos golpes en su puerta, con un pase dejo que la persona que estaba del otro lado de la puerta entrara, la persona que tocaba tan insistentemente eran los dos dioses que estaban ayudándole.

“Vosotros sois un par de zoquetes que no sabe hacer lo o ni con un canuto, que clase de dioses sois que no podéis ni detectar la invasión de los enemigos en la guarida, ni hablar de vuestras formas de defender la misma, sois más inútiles que Droiner y él era inútil pero vosotros… lo sois aún más, zoquetes, inútiles, imbéciles, par de cenutrios.”- se levanta de su silla, les apunta con el dedo índice y sigue despotricando como una gitana en una verdulería, los dioses mientras tanto solo podían agachar la cabeza y soportar la reprimenda de Prix.

“Señora si me permite…”- intenta hablar Dest, pero inmediatamente es interrumpido por la bronca de la bruja.

“No te permito ni respirara ahora mismo, cenutrio.”- la cara de la bruja estaba rojo por la cólera.

“Creo saber quien les está ayudando…”- Dest vuelve a intentarlo y su discurso es escupido por su boca sin tomar aire ni un segundo. Prix al oír eso deja sus improperios y decide añadir.

“Habla, tienes cinco minutos ni uno más, hoy mi paciencia es más corta de lo habitual así que aprisa.”

“Unos dioses les están ayudando, estoy casi seguro que solo les ayudan para darnos caza a nosotros, cuando nos tengan les abandonara, los dioses no podemos intervenir en problemas mundanos sino somos brutalmente castigados…”

Prix entorna los ojos en su dirección.- “¿Quieres decir que si os entrego me libraré de esos incordios?”- ambos dioses abren desmesuradamente los ojos y niegan rápidamente.

“No, queremos decir que si nos entrega seguro habrá perdido unos aliados muy… eh importantes eso quería decir, si…”- dice Mortis, inseguro.

“Vuestras justificaciones no son muy coherentes pero lo dejaré pasar… por esta vez… si me sois de ayuda no os entregaré, sin embargo, si volvéis a fallar no dudaré en ponerme en contacto con esos dioses que desean capturaros. Ahora marchaos, en estos momentos no me servis de nada más que para darme un dolor de cabeza.”- con esas últimas palabras ambos dioses salen del despacho como si les persiguiera el mismísimo rey del inframundo.- “Esa mequetrefe de Amelia, sus amigos no se saldrán con la suya, por encima de mi cadáver, no consentiré que todo mi esfuerzo sea tirado a la basura como un escremento de perro no, esta vez ganarán los villanos…”- tras esto estalla en una cruel carcajada maligna.

***

Mientras tanto en el templo del dios del espacio y tiempo, Zomberk, el ambiente también estaba caldeado, Amelia discutía desde hacia más de dos horas con Drifas, el motivo, muy sencillo, Droiner.

“Arreglalo, te ordeno que lo hagas”- gritaba Drifas justo enfrente de Amelia.

“Y yo te ordeno que te calles o sino te dejaré inconsciente, me estás poniendo de los nervios demonio bruto”- gritaba de vuelta Amelia.

Por otro lado estaban Clary y el príncipe William sentados en uno de los grandes sofás de la gran sala.- “Entonces… ¿ya no eres una bestia grande y peluda?”- pregunta Clary mirando al joven sentado a su lado, él gira un poco la cabeza confundido y hace el amago de hablar pero ninguna palabra sale de sus labios, debido a la frustración de su garganta brota un profundo gruñido.- “Entiendo, solo es en apariencia sigues siendo tu, bueno… el tu que yo conocí… ya me entiendes, humano por fuera y bestia por dentro, no es algo complicado de entender, al menos no en estás alturas de la historia.”- Clary sonríe a la bestia y él por fin puede corresponderle.

Durante el tiempo que Amelia y Drifas estuvieron fuera él pudo entender que su forma física había cambiado pero que seguía siendo la misma bestia de siempre o al menos la misma bestia desde la maldición de la bruja, claro.

En un rincón de la sala se encontraban los dos dioses aliados hablando en susurros.- “Dime que no interviniste demasiado”- le decía Zomberk a Elkier.

“No lo hice, solo cree una distracción discreta para que ellos tuvieran vía libre para infiltrarse en la guarida, nada más.”

“Espero que nuestros hermanos piensen lo mismo, sabes que no estamos bien posicionados, debemos ser cautelosos e ir con cuidado”

“Todo está bajo control Zomberk, no hace falta ser paranóico seremos héroes cuando sirvamos en bandeja de plata a Dest y Mortis, no son dioses muy listos que digamos, sus cualidades son muy diferentes.”

“Aún así, hay que ser precavidos los mundanos deben volver a su mundo, por el momento no será bueno que estemos cerca, lo mejor es tomar distancias por ahora…”- pensaba en voz alta con una mano en la barbilla Zomberk.




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