Luego de llegar a mi departamento, me dirigí directamente a mi habitación, tire mis tacones a un lado y caí en el colchón quedándome dormida en menos de tres segundos.
Dormía plácidamente hasta que escuche el irritante sonido de mi alarma en un lugar lejano al que me encontraba, mis pies descalzos sobre la arena de una playa que no reconocía recorrían el camino hacia las olas, miraba a los niños correr alegres junto al mar y a familias bajo inmensos paraguas cubriéndose del sol, mis pies seguían dirigiéndose al mar, 1... 2... 3... De un chapuzon me interne en las aguas cristalinas mientras con mi mano tocaba la arena, cerré mis ojos y me deje llevar, cuando ya estaba falta de oxigeno plante mis pies sobre la arena y me dirigí a la superficie impulsándome, al salir y sentir una corriente de aire pase mis manos por mi cabello mojado y abrí los ojos. Me encontraba en una playa diferente a la de antes, mire todo a mi alrededor, gente sobre sillas plegables en la arena, niños jugando cerca de la orilla, familias construyendo castillos de arena. Salí lentamente del mar aun asimilando en donde me encontraba al tocar tierra firme me dirigí hacia las tiendas al otro lado del paseo marítimo, fue entonces cuando me di cuenta que este no era mi cuerpo, y esta verdaderamente no era yo, mire mis manos, luego mis pies, y finalmente la parte de abajo de mi traje de baño, lo que antes era azul, ahora era un mini-short negro y la parte de arriba de mi bikini era un top negro con rayas tipo cebra color morado, seguí caminando hacia las tiendas y en el camino mire mi rostro en la ventana de un auto. Definitivamente no era yo, era Alexandra Daddario. En ese momento supe en donde me encontraba, estaba en Santa Monica, California, y esta por supuesto no era mi vida, estaba en la película Baywatch. Y lo confirme cuando me acercaba a una de las tiendas y vi a Zac Efron bajarse de una moto, miro hacia el edificio frente a el y luego se giro a la playa detrás de mi, me acerque a su lado y sonrió al verme....
Fue entonces cuando sentí que alguien me mojo la cara y la cara de Zac comenzó a volverse distorsionada. Abrí mis ojos de golpe al sentir agua sobre mi, de nuevo. Me senté viendo a Sam junto a mi con una jarra de agua.
-¿Que rayos?- pregunto molesta.
-Es hora de ir a trabajar- dice riendo.
-¿por que tenias que mojarme?- exclame dirigiéndome al baño para darme una ducha. Ella se para en la puerta de este.
-Es que te veías tan tierna durmiendo... Quise ser malvada- dijo esquivando lo que le lance. Corrió a la puerta cuando lance un segundo pedazo de jabón y la cerro de golpe.- ¡TE AMO!- grito desde afuera. Puse los ojos en blanco y me metí en la ducha, reduje mi baño a cinco minutos, me puse un pantalón y una camisa blanca suelta y baje las escaleras, opte por un sándwich por lo mas rápido y corrí hacia el estacionamiento hacia mi coche, Sam ya estaba en el asiento del copiloto manejando la radio a su antojo.
-¿Ya?- pregunto asombrada- ¿Tan rápido?- luego se fijo en el sándwich en mi boca y rió. Termine de comer mi sándwich mientras esperaba que el semáforo cambiara en las atascadas calles de Nueva York. Toque la bocina a un chico frente a mi, que no se movía.
-¡JESÚS! ¿Para que tener una camioneta tan chula, si no saben manejarla?- dije mas alto de lo que quería. Pase a la 4runner azul marino y cruce en la entrada del estacionamiento del restaurante. La 4runner aparco junto a nosotras. Pense que el conductor se bajaría y me formaría un lío por haber dicho eso. Pero me quede boquiabierta al ver quien se bajo.
-Hola- saludo Alexis.
-H-hola- tartamudee apenada por mi reciente comentario- Lamento lo de antes, es que vamos tarde- me disculpe. El rió.
-Esta bien, no tienes porque disculparte, estaba distraído con mi teléfono, fue todo mi culpa- dijo. Sonreí disculpándome y Alexis fijo su atención en Sam que seguía junto a mi mirando la escena.
-Oh si... Ella es Sam, mi mejor amiga. Sam el es Alexis, el mejor amigo de Chase- dije. El le tendió su mano.
-Mucho gusto, Samantha James- dijo Sam estrechandosela.
-Alexis Rinaldi- respondió el sonriendo. Ya me parecía que tenia que ser italiano, tanta belleza junta, no era posible. Ademas, sus facciones italianas lo delataron. Se miraron por unos segundos.
-Bueno... Voy a llevarle esto a Chase- dijo dirigiéndose a la puerta- Un gusto conocerte Samantha- dijo a Sam, ella sonrió como una tonta. Luego de que atravesara la puerta de cristal nos quedamos en silencio por unos segundos. Sam por fin hablo.
-Ya decía yo que tanta belleza junta tenia que ser extranjera- dijo.
-¿Si verdad? Eso mismo pensé yo- admití.
-¿Por que razón Candace Isabelle Parker no me habías dicho nada sobre el sexy mejor amigo de Chase?- pregunto. Hice una mueca al escuchar mi nombre completo. En el momento en que termino su frase Alexis salio del restaurante, nos sonrió por ultima vez y se subió a su 4runner.- Oh dios.. ¿Crees que haya escuchado lo que dije?- pregunto nerviosa. Y para su mala suerte la 4runner paso con el lado del conductor junto a ella y el vidrio de la ventana hacia abajo, sacudió su mano a modo de despedida y arranco rechinando los cauchos contra el asfalto.