Media hora después de quedarme dormida, desperté de nuevo y puse Bajo la misma estrella, mi película favorita. Estaba mas o menos a la mitad cuando escuche la cerradura de la puerta y susurros en la planta de abajo. Puse la película en pausa y aparte la caja de pañuelos desechables de mi regazo. Abrí silenciosamente la puerta con un bate de béisbol en una mano y mi celular en la otra. Posiblemente eran Sabrina y Louis, pero nunca se sabe. El bat era por si un ladrón intentaba entrar y el celular por si eran ellos, para tomar fotos. Avance silenciosamente por el pasillo y baje lentamente las escaleras. Asome la cabeza hacia la sala y los vi besuqueándose. Hice una mueca y levante mi celular poniendo la cámara. Pero olvide que tenia volumen y el flash activado. Así que cuando la luz emitida por mi teléfono y un sonido inundaron la sala, ambos se separaron con ojos muy abiertos, y asustados. Me reí en voz alta mirando la foto.
-Aghhh eres tu- se quejo Louis- por un momento pensé que era un ladrón o algo así.- dijo tocando su corazón, seguramente acelerado. No estoy segura si por el beso o por el susto. Me reí de nuevo.
- Menos mal y no era un ladrón. Apuesto 100 dolares a que hubieses gritado como una niña – dije riendo ante la imagen de un Louis bastante acobardado. Intente tomar aire, pero no pude. Lo que ocasiono que comenzara a toser.- Genial, ahora me resfrié- me queje, dirigiéndome a la cocina.
-Eso te pasa por lampara- hablo Louis desde la sala. Me devolví a la sala.
-Aun cargo un bat ¿sabes?- dije alzando el bat en mi mano. No se inmuto.
-No eres capaz de pegarme- dijo mirándome divertido. Sabrina lo codeo.
-No estés tan seguro. Ella esta loca, y enferma se pone de peor humor- lance una mirada a Sabrina y luego devolví mi atención a Louis. Me acerque un poco mas a el.
-¿Estas seguro de que no haría nada?- pregunte, con una maliciosa sonrisa en mi rostro. Me acerque un poco mas.
-Sip- dijo sonriendo divertido. Luego al ver a Sabrina apartarse de su lado y a mi acercándome mas, su sonrisa flaqueo y el miedo comenzó a llenar sus ojos. Sonreí satisfecha.- Era broma, era broma- dijo alzando las manos en señal de paz.
-Voy a dormir- dije dirigiéndome a las escaleras- No hagan mucho ruido, no quiero escuchar cuando lo estén haciendo- dije subiendo los escalones. Envié la foto por un grupo en el que estábamos todos.
-¡MALDITA SEA CANDACE!- exclamo Louis desde la planta de abajo. Me reí. Entre a mi habitación y cerré la puerta tras de mi. Mire la hora en mi celular. 3:00 am. Mejor me acostaba a dormir, tenia turno a las 8:30. Mentira, mentira, mentira. Si comienzo a ver mi película favorita, no voy a dormir hasta terminar de verla. Llore desconsoladamente como cada vez que la miraba. Lo que hizo que mi alergia se pusiera peor. Después de 100 litros de lagrimas y 20 pañuelos desechables me quede dormida. La alarma sonó a la misma hora de todos los días. Tantee con mi mano para apagarla, hasta que por fin encontré el botón y se callo. Sam entro unos 10 minutos después.
-Candace despierta...- me toco el hombro.- Oh por dios ¿que paso contigo?- pregunto viendo todos los pañuelos rodeándome y mis ojeras. La mire malhumorada y baje de nuevo mi antifaz para dormir de unicornio.
-Estoy enferma. Ya me levanto, solo dame 5 minutos mas- suplique.
-¿Que? No, por supuesto que no- dijo.
-Aghhh que amargada eres- me senté en la cama aun con mi antifaz tapando la luz.
-No, no hablo de eso. Hablo de que no iras a trabajar hoy así- dijo de manera autoritaria.
-Si voy, sabes que no me gusta faltar- me queje.
-Nop, de ninguna manera- me sentó de nuevo en la cama.
-Si, si voy a ir- me dirigí al baño. Sam salio de mi habitación. Luego entro con Sabrina.
-Ella quiere ir- se quejo Sam.
-Ashhh. No creo que este tan mal- dijo Sabrina- A ver...- abrió la puerta del baño, cuando me estaba cepillando. Levante la mirada hacia ella- ¡JESUS SANTOOO! Si esta mal, si esta mal- dijo riendo.
-Claro que esta mal, parece un oso panda-zombie- dijo Sam riendo. Puse los ojos en blanco.
-Salgan de mi baño y déjenme en paz- gruñí. Se cruzaron de brazos- Esta bien, esta bien no iré, solo salgan de aqui y dejen que siga muriendo.- Ambas salieron. Escuche platos en la cocina y luego la puerta cerrándose. Salí de la ducha y me coloque un short y una camisa blanca. Me pare frente a mi cama y observe el desorden. Hice una mueca recogiendo todos los pañuelos y botándolos. Me senté y encendí la TV. Sabrina entro a mi habitación.
-Oye voy a salir, estaré aqui para el almuerzo- dijo poniendo una taza de lo que supongo es te- Te traje te y esto- coloco una pastilla junto a la taza y beso mi frente- Mejórate- luego de esto salio de la habitación. Me recosté de nuevo y comencé a cambiar los canales. Después de tres programas y 5 pañitos desechables. Sono el timbre. Puse los ojos en blanco. ¿Por que a mi? El timbre volvió a sonar.