El camino perfecto

22. Dulces sueños

Chase

Cuando salí del baño vi una figura sentada en mi cama, por unos segundos pensé que era un fantasma hasta que note el cabello ondulado de Candace.

-¿Que haces aqui?- pregunte confundido. Ella simplemente me sonrió enseñando sus dientes. Se levanto de la cama y se acerco a mi en su corto (demasiado corto para mi gusto) vestido negro- ¿Eso se supone que es una pijama?- le pregunte examinando su ropa.

-¿Eso se supone que es una pijama?- repitió señalando mis boxers. Oh, mierda. Habia olvidado que los cargaba puestos. Dirigí mis ojos a sus labios.

Vamos Chase, no seas idiota, tu chica esta en un corto vestido de seda, tu en boxers, une los puntos.

No tuve que obedecer a mi orden mental, pues para mi sorpresa ella dio otro paso y me beso, como si estuviera hambrienta. Abrí la boca dando paso a su lengua. Luego ella, inesperadamente me pellizco el trasero.

Para mi era dificil mantener a mi amigo en su lugar. Así que la tome de la cintura y la tire sobre mi cama. Ella sonrió maliciosamente y se sentó sobre sus rodillas.

-Si quieres tomarme, hazlo- dijo. Esa fue la gota que colmo el vaso, me abalance sobre ella y...

Candace

-¿Chase?- pregunte moviendo mis dedos frente a su cara.- Tierra llamando a Chase. ¿Hay alguien ahí?- pregunte ahora palmeando su mejilla. El repentinamente despertó, como si hubiese estado soñando.

-¿Que?- pregunto mirándome confundido. Tenia las mejillas rosadas. Fruncí el ceño en confusión- ¿Que?- repitió ahora mirando a la cama detrás de mi y luego a mi. Alterno la mirada entre estas dos por al menos un minuto.

-¿Estabas soñando despierto?- pregunte frunciendo los labios para no reír. El tenia una mirada embobada, y hasta parecía que iba a llorar.

-Fue un buen sueño- dijo haciendo un puchero. Luego se dirigió a su armario.

Oh virgen santísima de los buenos y grandes traseros. Dios este conmigo.

-Mieeeeerdaaa- exclame. Santo jesucristo. ¿Sabes lo que es un buen trasero? No, no lo sabes hasta ver el magníficamente bien proporcionado y listo para pellizcar trasero de Chase.

-¿Que?- pregunto tomando una camisa. Iba a ponérsela cuando lo detuve.

-Espera, espera- grite.

-¿Que?- volvió a preguntar. Me acerque a la luz del armario.

Si que había podido disfrutar de la vista de Chase en boxers y su six pack. Peeero, no era suficiente. Luego de unos cinco o diez segundos por fin hable.

-Ya puedes ponerte la camisa- dije dando un paso atrás- solo quería ver tu six pack unos segundos mas. Nunca se sabe cuando podría ser la próxima. Quizá nunca...- dije

-O quizá ahora mismo. Una oferta, dos por uno. Six pack y otra cosa- me guiño el ojo.

-Vale- respondí. El sonrió como lobo hambriento.

En un momento yo termine con la camisa de Chase en mis manos y el me perseguía para quitármela. Tocaron la puerta. Chase y yo nos miramos con los ojos abiertos. Un chico en boxers y una chica en una bata de seda no dejan mucho a al imaginación.

-Santa mierda- murmure.- ¿En donde me escondo?- pregunte con ojos muy abiertos.

-Chase, soy yo- dijo la voz de su madre. Doble mierda.

-Un momento- dijo Chase.- Abajo de la cama- dijo empujándome hacia su cama mientras tomaba la camiseta y se la ponía para ir a la puerta. Entre en el espacio entre la cama y las baldosas frías del suelo. Sentí como mis pequeñas copa D se aplastaban. Los tacones negros de la madre de Chase entraron en mi campo visual, seguidos de los pies descalzos de el. Ella se sentó en la cama, haciendo que se hundiera un poco. Hice una mueca.

-Hace un rato entre a la habitación de Candace, pero ya estaba dormida. Quería preguntarle si mañana no quería ir de paseo- dijo Clarissa- Piénsalo, tu, papa, tus hermanos, Candace y yo- añadió.

-Suena bien, de seguro estaría encantada de ir- dijo el.

-Eso espero- respondió- Ella es una buena chica Chase, cuídala. Quiero que sepas que se lo que paso con Claire aquella vez en tu departamento, y se que le hiciste daño. No estoy de acuerdo con lo que hiciste, pero solo tu sabes como reparar tu corazón roto. Pienso que esa no es la manera, pero, ya eres grande como para tomar tus propias decisiones- dijo ella. Podía imaginar la cara de vergüenza de Chase.

-Lo siento madre- se disculpo el.

-No es conmigo con quien debes disculparte. Es con ella- dijo su madre- Agradezco que vinieras a visitar a tu padre. En unos días tienen que hacerle la quimioterapia, por lo que agradecería que pasaras el máximo tiempo posible con el- agrego- Le agrada Candace, dice que se nota a leguas que esta muy enamorada de ti- dijo Clarissa con una sonrisa en su voz.



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En el texto hay: karma, drama, comedia humor

Editado: 29.10.2018

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