El camino perfecto

23. Secretos, secretos.

Las olas del mar al golpear con la arena hacían una melodía relajante. Aun seguía con mis dos ojos bien cerrados, pero podía escuchar las gaviotas afuera de mi ventana. Abrí un ojo y luego el otro. Mirando los diferentes contrastes de luz que otorgaba la luz de la mañana a la habitación. Luego me senté frotándome los ojos, y repare en una figura que no había notado antes.

Chase, en bañador, six pack, su cabello marrón caía sobre su frente, goteando su rostro. Me miraba serio.

Oh, oh, algo no iba bien.

-Buenos días- dije bostezando.

-Buenos días- respondió aun con sus ojos fijos en mi.

-¿Paso algo?- pregunte preocupada.

-Si y no- respondió mirando fuera de la ventana.

-¿Te importa si primero voy al cuarto de baño?- pregunte. El se encogió de hombros por lo que me levante y me dirigí al baño.

-Lindo pijama- dijo la voz de Chase, antes de que entrara al baño. Cierto, mi vestido de seda era semitransparente, por lo que seguramente se veían mis bragas. Luego de tomar una ducha rápida y cepillarme tome mi bañador (que había guardado en el baño para ir a la piscina) y me cambie.

Salí del baño con un traje de baño negro de dos piezas, con escote en V.

-¿De que querías hablar?- dije con una toalla en la mano y colocandola en un tocador junto a la cama, comencé a arreglar las sabanas.

-Déjalo, no tienes que hacerlo- dijo Chase.

-No, esta bien. Yo me encargo- dije mientras continuaba arreglándolas.

-Candace, déjalo- dijo un poco frustrado.

-Dije que esta bien- replique ya casi terminando.

-¡Candace, basta!- grito Chase. El tono de su voz hizo que me sobresaltara. Pare inmediatamente de acomodar las almohadas y me senté en la silla del tocador. Me daba miedo subir la mirada así que me dedique a simplemente mirar mis pies.- ¿Por que no me dijiste que eras hija de Patrick Thompson?- pregunto. Levante la mirada automáticamente.

-¿Q-que?- tartamudee.

-Eres hija de Patrick Thompson, un famoso empresario de la ciudad de Nueva York, que tiene diferentes negocios por todo el mundo. Y de Caroline Parker, diseñadora de modas de talla mundial- dijo, apoyando sus codos en sus piernas.

-No se de que me estas hablando- dije aun mirándolo confundida. El tomo el iPhone de su regazo y puso la pantalla frente a mi rostro.

NY-News

Unos paparazzis fotografiaron a la hermosa hija del famoso empresario Patrick Thompson, bajándose de un coche, junto al modelo, Chase Taylor, hijo del empresario y publicista Christopher Taylor. Al parecer, la joven pareja esta de visita en Los Ángeles, California.

Candace Thompson, al parecer tiene miedo de las cámaras, pues al descubrir los flashazos se apresuro a entrar al auto junto a su novio, quien lucia mas calmado. Ahora, he aqui la verdadera pregunta... ¿Por que Candace, se estuvo ocultando de las cámaras todo este tiempo? Si bien todos sabemos, que la chica, era hasta hace poco el centro de los chismes en Nueva York por la polémica que solía causar. ¿Habran problemas en casa?

-Yo.... Yo puedo explicarlo- dije apartando la vista de la pantalla.

-¿Que vas a explicar? ¿Que me has estado engañando todo este tiempo? Bien sabias que yo quería salir de la polémica que causa todo esto- dijo señalando el cuarto en general- Sabias que solo buscaba una chica común y corriente, sin fama, ni fortuna- dijo Chase. Entonces me puse a la defensiva.

-¿Entonces por que no te alejaste en el momento en que conociste mi casa? En ese momento deje que vieras una parte de quien soy realmente, que no soy una chica normal, aunque quiero serlo. ¿Por que crees que me aleje de las cámaras todo este tiempo? Si, se que yo solía causar alborotos, cuando iba de club en club con mis amigos ricos. Pero en un momento me di cuenta de que esa no era yo, que simplemente actuaba así para tratar de encajar en lo que es todo esto- dije furiosa. Chase suspiro, jalándose su largo cabello marrón.

-Lo se, te entiendo... Lo que no entiendo es por que no me dijiste antes- dijo, ya mas calmado. Ahora la que suspiro fui yo.

-No lo se- admití. Luego de unos segundos de silencio hable- Chase, si esto no es lo que quieres, podemos dejar lo que sea que seamos, aqui- dije. El inmediatamente levanto la vista, mirándome fijamente con esos ojos tan cálidos y lindos, que muchas veces me hacían derretir.

-¿Me estas pidiendo que te deje?- pregunto. El dolor y la confusión abordaban su voz.

-Solo quiero lo que es mejor para los dos- dije calmadamente, obligando a mis lagrimas a no salir.



#46598 en Novela romántica
#30753 en Otros
#4480 en Humor

En el texto hay: karma, drama, comedia humor

Editado: 29.10.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.