El Candidato

LA CITA

Ya había pasado una semana del evento y hoy era Viernes el día que le pedí la cita a Fabiola para la cena y no podía de dejar de estar nervioso parecía un adolecente saliendo por primera vez, pero a decir verdad después de mi divorcio no había salido de esta forma con alguien y eso era lo que me ponía nervioso.

Llegue al lugar que había escogido, era uno de mis restaurantes favoritos por la privacidad que otorgaba a sus clientes, no quería que esta cena se filtrara en los medios, no quería exponerla, no estaba seguro si ella estaba dispuesta a lidiar con todo lo que implicaba estar cerca de mí, aparte de la fama que me había ganado después de mi fatídico matrimonio, no estaba seguro de lo que podía esperar de esta cena.

-Buenas noches Candidato – escuche su voz, levanto la vista ella se encontraba frente de mí con un vestido negro ajustado de la cintura para arriba y amplio de abajo traía un maquillaje sencillo que la hacía lucir tierna, su seguridad con la que hablaba era inigualable eso me llamaba la atención.

-Buenas noches señorita Mondragón -  le digo levantándome para saludarla, retirar la silla y que tomara asiento.

-Pero dígame Gilberto o Gil si lo prefiere para entrar más en confianza – le digo sentándome en la silla y tomando la carta del menú.

-Ok, entonces usted dígame Fabiola o Faby si lo prefiere – me dice dándome esa sonrisa tan sincera y deslumbrante que hace que mi corazón se quiera salir de su caja toraxica.

-Ok entonces la llamare Faby y espero que esta sea el principio del algo bonito y agradable entre nosotros - le digo con mi sonrisa más sincera, noto un ligero rubor en sus mejillas.

-Pero dime que te motivo a iniciar esa fundación – le pregunto mirándola fijamente, para romper el silencio que se instaló entre nosotros.

-Bueno es realmente algo muy personal, pero te diré que me encontraba en una situación muy triste para mí en ese momento sentía que mi mundo se derrumbaba a mis pies o eso creía, estaba en un parque sentada en una banca sumida en mis pensamientos y me sentía devastada, no supe en que momento una mujer se había sentado a un lado pero me empezó a llamar la atención cuando decía que “por favor Dios si de verdad te vas a llevar a mi hijo llévatelo de una vez no lo hagas sufrir verlo de esa manera me parte el corazón ya no sé qué hacer no tengo dinero para su tratamiento por favor no permitas que mi hijo sufra más” esas palabras calaron en el fondo de mi corazón – me dice con sus ojos cristalizados se nota que ese episodio la marco para siempre, en eso llega el mesero para pedir nuestra orden.

-Que gustas de cenar – le digo para dirigir mi mirada al menú – yo quiero un corte sirlón, me traes el mejor vino tinto que tengas – le digo al mesero.

-A mí me trae lo mismo por favor – le dice al mesero con una pequeña sonrisa – Espero que no se asombre pero soy de buen comer – dice algo tímida.

-No esperaba menos, me gusta la gente sincera y no que estén al pendiente de lo digan los demás – le digo, - pero sígame contando su historia se me hace interesante – digo mientras cruzo mis manos encima de la mesa para sentirme más cerca de ella.

-Bueno pues resulta que la señora tenía un hijo de 8 años enfermo de cáncer, Leucemia para ser exactos y el seguro no tenían los medicamentos y ella los compraba pero le resultaban muy caros es madre soltera su esposo había fallecido un año atrás, antes de saber que su hijo tenía esa enfermedad, ella trabajaba pero no era suficiente para costear los gastos ya había vendido todo y en esos momentos no tenía ni para comer lloraba desconsoladamente, entonces entendí que lo que yo estaba pasando no era nada en comparación de lo que ella estaba soportando, ya que también tengo un hijo de la misma edad y de eso fue hace dos años – me dice.

La expresión de su cara al estar relatándome esa triste historia me ha dejado saber que tiene un enorme corazón y una cara angelical.

-Fue entonces que decidí hacer una fundación para ayudar a esas personas que no pueden con los gastos, claro con ayuda de mis amigas fuimos organizando todo y entendí que cada quien libera sus batallas, pero que los seres inocentes no tiene por qué hacerlos solos y desde entonces he estado tratando de que más personas me ayuden a esta noble causa – me dice con una sonrisa en su cara.

-Pues creo que el destino nos ha juntado para hacer esa noble acción – le digo con una sonrisa – Mañana mismo voy hablar con mis asesores y para que la campaña se dirija a las personas necesitadas y tenga mejor impacto, es más porque no te unes con nosotros ya que estas familiarizada en estos temas, quiero realismo en las proyecciones me he caracterizado por no hacer promesas que no se van a poder cumplir, que dices aceptas – le digo con la esperanza de que me diga que sí.

- Claro que me gustaría solo déjame hacer unos movimientos para estar desocupada la semana que viene y así poder ayudarte con tus propuestas, que dices - Puedo ver que en sus ojos esta la ilusión de poder ayudar a más gente.

- Por supuesto, ya tenemos nuestros números y cuando estés lista me mandas mensaje y así programar que los dos estemos en las oficinas para  concretar esto, aún tenemos tiempo para el registro de la campaña, pero ya todos los partidos tienen sus candidatos como yo por ejemplo pero quiero estar más cerca del pueblo y con tu ayuda lo voy a lograr.- le digo viéndola a los ojos



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En el texto hay: sexo, amor, violencia

Editado: 26.04.2023

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