El canto de las almas tristes

Al son de la tristeza

Cuando la tristeza abunda

con sus manos frías acariciando mis mejillas

con su aliento a muerte respirándome en el cuello

Cuando la tristeza abunda

no hay quien detenga su feroz ataque a nuestras almas

no hay quien resista sus viles encantos y serpenteos

Cuando la tristeza abunda

la mano amiga se aleja de nosotros

la cruel desdicha la aleja de nosotros

Cuando la tristeza abunda

ni los seres más fuertes

ni los corazones más amados

ni las almas más felices

logran vencer sus encantos

Y a su antojo se lleva uno a uno

a los humanos errantes del mundo

que ahogados en sus mares cristalinos

bailan al son de cánticos de muerte




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