El Canto Del Trovador

CANTO 3: EL HECHICERO.

Largo fue el camino de regreso a su hogar y terrible la espera para ver lo que en verdad estaba sucediendo sin embargo con cada instante que se acercaban la realidad se hacía cada vez más evidente. Uno tras otro los pueblos que se encontraban de camino al palacio habían sido destruidos, los enemigos no habían dejado un solo sobreviviente, en el mejor de los casos los cuerpos de campesinos, mujeres, ancianos y niños estaban calcinados, muchos más simplemente estaban tendidos en el camino siendo devorados por las aves de rapiña.

Una a una las visiones fueron más aterradoras y el corazón de ambos se acongojaba por las víctimas. El engaño había surtido efecto, durante años todos en el reino creyeron que el Dragón era el amo de los demonios, cuando finalmente lograron acorralarlo en su castillo sólo fue para descubrir que nada era cierto y que las tropas enemigas habían planeado finalmente un ataque decisivo ante la salida de la mayoría de las tropas.

Ya cerca del palacio se observó una columna de humo, repentinamente la desesperación llenó el corazón tanto del guerrero como del lobo, su hogar había sido completamente destruido.

Al llegar al campo que rodeaba al castillo, la escena todavía era peor, ya que los guerreros más experimentados habían ido tras el dragón, los reclutas eran los únicos que se encontraban de guardia por lo que los cuerpos mutilados de casi un centenar de ellos estaban regados por todo el lugar. Muchos él mismo los había entrenado en el arte de la espada pero ninguno había visto una batalla nunca, no estaban preparados, muchos no tenían la mayoría de edad y dieron la vida para defender su hogar.

El guerrero bajó de su montura para qué hombre y bestia comenzarán a caminar lentamente por el campo con el conocimiento de que había fracaso en su misión. Repentinamente una pregunta asaltó la mente del guerrero ¿Quién había hecho tal atrocidad? el Dragón le había dicho que el enemigo siempre estuvo frente a ellos pero no podía imaginar al autor de tal traición.

Al llegar a la puerta destrozada del palacio la silueta de un viejo se dejó ver, ambos sabían de quien se trataba y corrieron hacia él.

- ¿Qué pasó hechicero?  Preguntó desesperado el guerrero.

- Después de que los ejércitos marcharon tuve un llamado ya que nuevos poderes de la oscuridad se están alzando, fui a investigar y lo que descubrí comenzó a intrigarme, una fuerza más allá de lo que he visto se estaba comenzando a levantar, seres nunca vistos surgían de las entrañas de la tierra, pero lo que vi a continuación fue lo que más me impactó, en medio de todas las bestias miré al verdadero enemigo, quien los invocaba era el noble señor del manto blanco, tú hermano menor, comprendí que una traición se avecinaba y traté de llegar lo antes posible para advertir, pero ya era tarde una gran horda de demonios atacaba el palacio, traté de salvar al rey y a su hija pero ni mis poderes fueron suficientes 

- Y ¿todos murieron? 

- Esta vez no luchaban para expandir sus dominios, eso ya no les importa, venían por la princesa, la verdad, esto no debió suceder, todas mis visiones sobre ustedes han comenzado a fallar desde el día que los clanes de lobos se negaron a reconocer el derecho de sangre de su príncipe, creí que tarde o temprano recapacitarían pero ya todo está perdido y algo nubla mi visión.

- ¿Debe haber algo que podamos hacer?  Agregó el lobo  volveré con mis hermanos y reclamaré el derecho de sangre que pesa sobre mí. Juro que traeré a los ejércitos de los bosques para acabar con el traidor, espérenme aquí en siete días, esta vez lo lograré  y sin decir más el lobo salió en busca de sus hermanos hacia el bosque eterno.

- Y mientras esperamos ¿Qué haremos hechicero? 

- Nosotros, querido amigo, debemos averiguar lo más que podamos sobre el enemigo y puesto que no podemos confiar en mi poder para eso, tenemos que ir con alguien en quien no confío pero que indiscutiblemente si pagamos su precio nos dirá todo lo que queramos saber. A ese alguien lo llaman El Escritor y vive en las lejanas montañas nubladas 

De este modo cada uno salió con un objetivo diferente pero con un destino en común.

 



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En el texto hay: fantasia, magia, guerra

Editado: 22.09.2021

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