El capricho del principe (libro 1)

Capitulo 5

Se escabulleron silenciosamente por un estrecho pasillo desde la oficina de Young Woon, que según Dae Hyun, daba derecho a unas escaleras de emergencia externas por las que podían bajar y llegar al sótano donde se encontraban las salas de ensayo.

— ¿Estás seguro que no hay otra forma para llegar abajo? — Pregunto alterado al verlo introducir una llave oxidada y forcejear con la puerta de metal, Dae Hyun negó.

— Podríamos ir por la recepción y tomar las escaleras de la izquierda, pero ahí está Noona que no va a dudar en echarme en cuanto sepa mis intenciones— La puerta finalmente se abrió. Ambos se quejaron nuevamente en cuanto el sol los golpeo en la cara.

— Alguien debería advertir que salir en verano puede dejarte ciego — mascullo su amigo empezando a bajar las escaleras, seguido de él. Quiso reír cuando vio de lejos a uno de sus guardias de seguridad que custodiaba el edificio sin percatarse de su presencia. Cuando llegaron al suelo, Dae Hyun volvió a introducir la misma llave en una puerta similar que había abajo para volver a entrar, y en un segundo se encontraban de nuevo dentro el edificio frente a unas escaleras oscuras.

¿Pero qué obsesión tenían con pintar todo de blanco y negro?

Dae Hyun sonrió dándole un codazo — Están abajo, escucho ruidos— susurro cómplice empezando a bajar las escaleras, siendo sincero, él también estaba bastante emocionado. Solo que no lo demostraba, después de todo, al menos que se tratara de algo concerniente al bienestar de su país, demostrar emociones estaba prácticamente prohibido. Estaba acostumbrado a esconderlas.

La sala de ensayos era bastante grande, de hecho, abarcaba el sótano completo. Un espejo gigante ocupaba una pared entera y para su sorpresa, la sala era color azul. En el centro de ella, había tres chicas que los miraron de inmediato al escucharlos pasar, dio una inclinación leve mientras que Dae Hyun se limitó a saludarlas con la mano alegremente.

— ¡Dae Hyun – ah! ¿Qué te trae por aquí? ¿No lo tenías prohibido? —. Hablo una chica de cabello rosa pálido, mirándole. El aludido rodó los ojos negando

— ¡Creo que estoy bastante viejo como para tener que obedecer a mi padre, Sun Hee! Además, solamente he venido para que conozcan a mi nuevo amigo.

Alzo la mano tímidamente, en forma de saludo. Sun Hee imito su gesto para luego hacer una leve inclinación — Un gusto conocerte ¿Cómo te llamas? Yo me llamo Sun Hee, ellas son Haneul y Ji Soo —. Señalo a ambas chicas que lo miraban fijamente, boquiabiertas, les sonrió.

— Mi nombre es Ryuhito, es un gusto conocerlas, señoritas.

Una de las chicas empezó a balbucear, sonrojándose. — T-tú eres… el príncipe japonés ¿no? —. Asintió a la rubia que parecía completamente incrédula, la castaña a su lado alzo una ceja hacia ella.

— Cálmate Haneul, que no es un bicho raro.

— ¡No estoy diciendo que sea un bicho raro! Solo que no es normal encontrarse un príncipe heredero en tu trabajo, Ji Soo.

Sun Hee suspiro cuando el par empezó a discutir, Dae Hyun imito su gesto antes de dirigirse a él —. No te preocupes por ellas, siempre son así — volvió a sonreír a Sun Hee —. Por cierto ¿Dónde anda su líder?

— ¿Tú preguntando por Young Mi? — Pregunto Sun Hee alzando una ceja interrogativa. Dae Hyun asintió —. ¿Ya no le temes a la muerte? — su amigo negó riendo y estaba a punto de contestar, si no hubiese sido interrumpido por una voz desde la escalera.

— ¿Dae Hyun? ¿Qué haces aquí?

Volteo y tuvo que aplicar todo su esfuerzo mental en mantener la boca cerrada al verla de pie a apenas unos metros de su persona. Maldita sea, candente era poco para describirla, incluso con el ceño fruncido y los labios apretados era jodidamente sensual.

— ¿No puedo venir a saludarlos de vez en cuando, Young Mi? — contesto su amigo con fingida inocencia haciendo que la muchacha frunciera aún más el ceño.

— De hecho, no puedes, te recuerdo que te lo prohibió tu padre ¿quieres que le avise? — inquirió con un tono que no dejaba ningún ápice de diversión a la vista. Dae Hyun alzo las manos en son de paz.

— Tranquila, que yo ya me iba, solo quería presentarles a mi amigo, le ha gustado mucho la música que hacen.

La muchacha alzo una ceja hacia él, haciéndole una leve inclinación para volverse a Dae Hyun de inmediato —. Listo, ya conocí a tu amigo con cara de tonto ¿dejas de interrumpir los ensayos? — un grito de horror salió de una de sus compañeras y él solo pudo reírse ¿cara de tonto? ¿En serio lo había llamado cara de tonto? ¡Primera vez que alguien lo llamaba cara de tonto!

Todos los miraron desconcertados por aquella reacción — ¿Cara de tonto? — repitió, risueño. La muchacha no respondió de inmediato, solo ladeo la cabeza mirándolo extrañada por unos segundos

— Además de tonto, eres raro. Ya veo porque tú y Dae Hyun son amigos.




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