— ¡Eh, Young Woon, deténganse por favor! — gritó tomando el brazo del hombre en el aire, ganándose una mirada furibunda en respuesta. Dae Hyun permanecía encogido en su cama, cubriéndose el rostro con los brazos sangrantes a causa de los golpes del cuero. Jadeo horrorizado, era la primera vez que presenciaba una escena tan dantesca en su vida.
Young Woon se soltó de su agarre, sin quitar los ojos de la sutura de su labio. De repente, soltó el cinturón y se acercó de nuevo a su hijo agarrando su rostro con brusquedad. Se espantó al ver los moratones en su cara. — Míralo bien, mírale esa jodida herida que le causaste. Lee Dae Hyun ¿de verdad crees que una persona como él merece recibir heridas por defenderte a ti? — Su amigo negó repetidas con los ojos llenos de lágrimas ¿Por defenderlo? ¿Qué tiene de malo? Si Dae Hyun es una de las mejores personas que ha conocido en toda su vida.
— Young Woon, por favor retírese o avisare a los hombres de seguridad — El hombre soltó el rostro de su hijo y sin mirarlo, salió del cuarto. Suspiro aliviado acercándose a su amigo que en cuanto se cerró la puerta, estallo en sollozos incontenibles.
— Tranquilízate, amigo, ya se fue y no va a volver a venir — murmuró repetidas veces, pasando la mano por su espalda y tratando de calmarlo. Se maldijo a si mismo por no saber qué hacer en ese momento, deseando que Young Mi estuviera ahí con ellos, de seguro ella si sabría qué hacer.
Pasó un buen rato antes de que Dae Hyun pudiera respirar normalmente otra vez —. Lo siento por todo esto — dijo de repente, cortando el silencio. Ryuhito frunció el ceño, no tenía sentido que se disculpara con él porque le dieron una paliza.
— Ahórrate disculpas innecesarias, mejor explícame qué demonios paso para que tu padre se pusiera así de violento.
Dae Hyun tembló — Luego de que llegue de mis compras, mi padre vino a traerme unos papeles para que haga unos recados por él y para saber qué había pasado con Young Mi, ya que sabía que iba a venir a hablar contigo. En un principio todo fue bien e iba a irse tranquilamente, pero… apareció Dong Wan — una chispa se encendió en su cerebro cuando menciono a ese imbécil, empezando a atar cabos de inmediato.
— Empezó a burlarse de mí frente a mi padre, él se enojó. Quiso defenderme… hasta que menciono lo que paso en la fiesta, se puso furioso y pues, me castigo — por impulso, apretó los puños queriendo ponerlos de nuevo en la cara de aquel imbécil. ¿Es que acaso no tuvo suficiente? Debería darle otra golpiza para que aprenda a cerrar la boca —. Mi padre tiene razón, no debí meterte en problemas… yo…
— Cállate antes de que te golpee yo también — espetó con la rabia saliéndole por los poros, Dae Hyun se encogió en su sitio, respiro profundamente para calmarse, reaccionar de esa forma no era lo mejor para una persona evidentemente espantada —. ¿Tu padre siempre suele reaccionar de esa manera? ¿Sus castigos siempre son tan brutales? — Dae Hyun hizo una mueca, pensativo. Por un momento pensó que iba a mentirle, pero al final asintió.
— Pero no te asustes, no lo hace siempre, solo cuando lo merezco…
— Lamento discrepar, pero no creo que ninguna ofensa merezca ese tipo de castigos, menos tratándose de algo que tú no causaste — Dae Hyun se mordió el labio
— Mi padre es un poco estricto — rodó los ojos exasperado ¿Por qué lo justificaba?
— Mi abuelo también lo es y nunca me puso una mano encima para golpearme, por ningún motivo — observo de reojo su espalda, notando la sangre que manchaba gran parte de la camiseta, madre mía ¿ahí también lo había golpeado? —. Levántate, tenemos que ir al hospital — Insto levantándose y haciéndole un ademan para que hiciera lo mismo, pero su amigo no se movió. En cambio se abrazó a sí mismo, negando frenéticamente
— ¡No puedo ir al hospital! ¡Por favor! — aulló entrando en pánico nuevamente.
Estuvo a punto de abrir la boca para preguntarle porque, pero la cerro de inmediato al ver la súplica en sus ojos. No podía ir al hospital porque le preguntarían como se hizo esas heridas y es obvio que no va a decir que su padre lo maltrato, se froto las sienes sin saber que hacer —. Dae Hyun, no podemos dejarte así… — La sangre incluso manchaba las sabanas de su cama y los moratones estaban haciéndose cada vez más visibles. Necesitaba ayuda lo más rápido posible.
— Solo ayúdame a limpiarme las heridas de la espalda, estaré bien — aseguro levantándose con dificultad y caminando hacia el armario para sacar un bote de alcohol junto con una caja de algodones. Accedió a hacer lo que le pidió, intrigado por el hecho que ni siquiera chisto cuando puso el alcohol en los verdugones, parecía bastante acostumbrado al dolor de hecho. Jamás iba a entender como una persona podía tolerar ese tipo de tratos… o más bien, no quería entenderlo.
Quizás por eso se mantuvo completamente enfurruñado durante tres días, pensando en los motivos de porque Young Woon era así con su único hijo y más importante, porque Dae Hyun pensaba que lo merecía. Ni siquiera dejo de pensar en ello cuando le avisaron que gracias a su espectáculo en el cumpleaños de la primera dama, la casa imperial iba a enviar a otra persona para vigilarlo, tampoco cuando Dae Hyun apareció usando un jersey cuello alto, feliz como siempre, con un par de entradas para un concierto en sus manos. Por un momento quiso rechazarlo, pero la idea de ver a Young Mi otra vez era tentadora, sobretodo porque le habían dado aviso de que su madre estaba teniendo muchos avances con su enfermedad y además, que ella conocía mucho mejor a Young Woon y a su hijo, podía hacerle un par de preguntas sobre su extraña relación.