-¡Quiero comer Ratatouille! –dice Erly.
-Si es el de la película, pues eso lo venden en otro país, y en otro continente, o tal vez allá en Polonia, porque aquí ni lo conocen, y yo menos.
- ¡Entonces quiero comer pollo!
Y ya con esa referencia mucho más fácil, terminaron en un expendio de pollo, pero al estilo de fried chicken, ya sentados en la mesa, ella, aunque se veía ansiosa y hambrienta, comenzó a comer su pollo, pero de una graciosa manera felina, como si primero lo lamiera, y luego lo mordiera por pedacitos, como se lo comería un gato.
- ¡Diablos, demonios, brujas y dragones, me tienes bloqueado! –dice Billy.
- ¿Bloqueado con qué? –pregunta Erly, relamiéndose la comisura de los labios.
- ¡Pues con eso de que no te puedo hacer preguntas! Entonces; ¿Cómo podré saber más de ti?
—Yo no sé las costumbres de tu planeta, pero en el mío, las chicas no contestan preguntas, y los chicos tampoco las hacen, cuando alguien quiere saber algo de alguien, únicamente se dejan fluir las cosas conforme se van conociendo, y si el proceso de la en familiarizacion se va dando por buen camino, todas esas preguntas que ustedes los humanos le hacen a sus humanas, solas se van contestando, yo creo que así es mas divertido; ¿No lo crees? Por eso las hembras de Quill no contestamos preguntas de nuestros acompañantes cuando salimos, además no hay nada que no puedas saber de mi, que yo no te lo haga saber, pero todo a su tiempo, porque puede que llegue un día en que sepas todo de mi, y yo de ti, pero ese día tal vez no sea hoy, porque hay algunas cosas de mi que si tu te enteraras hoy, entonces tendría que desintegrarte.
Dice Erly tratando de parecer seria, frases que Billy pensó que eran sacadas de alguna película o videojuego, como todo lo que aquella chica representaba, un misterio natural o actuado, pero que definitivamente le fascinaba.
—Muy bien, tienes razón, y ya que a ti te gusta hablar de otros planetas, y de ciencia ficción como si fueras de otro planeta, a mi me gusta hablar de ese tema, de las tantas y tantas civilizaciones perdidas que desaparecieron sin dejar rastro, de los Atlantes, los Mayas, los de Nazca, los Tartesios, y tantas más, que dejaron vestigios de que fueron tecnológicamente avanzados, pero ninguna prueba fehaciente, ya que sólo quedan ruinas de piedra, grandes pirámides y algunos templos y edificaciones que aún nadie sabe como las construyeron, y cuál fue su verdadero propósito, como las ruinas de stonehedge en Inglaterra o las pirámides de Egipto, que por cierto, esa película que acabamos de ver, trata más o menos de la forma en que está civilización en la que vivimos, puede llegar a desaparecer.
Dice Billy tratando de establecer un tema de conversación en lo que comían, esperando el rechazo evasivo de la chica.
-Esos Tartesios que mencionaste, terminaron su existencia de una manera muy parecida a la de esa película, fueron la especie dominante en la Tierra, apenas un par de miles de años antes que los Atlantes, descubrieron la base de todas las tecnologías posibles en planetas rocosos, y con una atmosfera rica en oxigeno como la de éste planeta, o sea el fuego, cuando habitaban la zona donde ahora es España, y la desarrollaron rápidamente, eran excelentes comerciantes y también desarrollaron su propio lenguaje, se volvieron expertos en metalurgia y en menos de 1000 años de constante evolución, se extendieron hacia todas las partes de la Tierra, llegando a sobre poblarla con más de 12.000 mil millones de habitantes, hasta que comenzaron a explorar el espacio exterior, y lograron colonizar primero a la Luna, luego a Marte y a Venus, además de un planeta que ya no existe en el sistema solar, que ellos llamaban Mirídia, que por cierto ellos mismos destruyeron, siendo el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter el único vestigio de su existencia y así, de la metalurgia pasaron a la electrónica, y de la electrónica a la robótica, desarrollando sistemas tecnológicos que aún estamos desarrollando y no acabamos de entender, lo malo es que su misma tecnología también los destruyó a ellos, el comienzo de su debacle fue la invención de maquinarias tecnológicas, que poco a poco fueron haciendo sus vidas más fáciles, como robots que conducían sus vehículos, al principio, hasta vehículos que se conducían solos, fábricas automatizadas que, a pesar de que podían sustituir a la mano de obra de sus obreros, y sistemas inteligentes que también podían sustituir a sus ingenieros y técnicos, no hicieron colapsar a su sociedad porque los sistemas de producción, fueron vinculados a sus sistemas legales y sus regulaciones financieras obligaban a sus sistemas automatizados, a proporcionarles una vida decorosa, y salario a cierto número de habitantes, dependiendo del nivel de tecnología utilizada, y así, poco a poco desarrollaron una civilización increíble que aún es copiada por algunas sociedades ya desarrolladas, hasta que construyeron a los androides cibernéticos, que primero se distribuyeron como ayudantes domésticos, que se hacían cargo de todos los problemas caseros, robots que limpiaban sus casas, cuidaban y educaban a sus hijos, cuando los humanos todavía los procreaban de la manera natural y los educaban en familia, hasta que construyeron androides que servían como compañeros sexuales, y los núcleos familiares comenzaron a desaparecer, los humanos y las humanas se dejaron de preocupar por conseguir una pareja, para que fuera su compañera o su compañero, en sus cortos periodos de vida y así perpetuar su especie, los hombres dejaron de cortejar a las mujeres, ya que preferían una compañera sexual tecnológica, hecha a su gusto y medida, que desarrollar la natural labor de conseguir una compañera sexual de la manera tradicional, los matrimonios desaparecieron, se fueron perdiendo las buenas costumbres, las tradiciones y los valores, provocando así el colapso de su sociedad, perdiendo “Eso” que ha logrado que las civilizaciones primitivas como la tuya, se desarrolle hasta lograr dar el salto al espacio sideral, hazaña que los Tartesios ya habían logrado, hasta que su falta de natalidad, que primero era voluntaria, luego regulada y al final de su sociedad, obligatoria, los llevó a su propia extinción, bueno, casi su propia extinción, pero de ser más de 20,000 millones de Tartesios esparcidos por todo el sistema solar, en unos cuantos siglos, quedaron apenas unos 100,000, que fueron destruidos por su propia tecnología, sus compañeros sexuales dejaron de estar bajo sus órdenes y deseos, comenzando a asesinarlos, primero en sus mismas casas habitación, hasta comenzar a cazarlos de uno por uno, y a extinguirlos en masa, con legiones de máquinas de guerra, buscándolos por todos los planetas que habían colonizado, pero los Tartesios sobrevivientes, en una guerra desesperada por la sobrevivencia de su propia especie, detonaron sus armas de destrucción masiva, acabando con gran parte del ejército enemigo, dejando a Venus con una atmosfera toxica, provocada por un efecto invernadero que fue consecuencia de la detonación de sus armas, y que además modificó su giro natural, hasta hacerlo girar muy lentamente en sentido contrario, destruyendo también con otro tipo de armas el campo magnético de Marte, provocando así la extinción masiva de miles de millones de especies en esos dos planetas, además de la destrucción completa del quinto planeta del sistema solar, que no tenía nombre de ningún dios conocido por la historia de los humanos, porque todavía no existían, ni los humanos, ni mucho menos sus dioses, extinguiéndose ellos mismos de su propio sistema planetario, dejándole el territorio a las máquinas, que ya desarrollaban su propia tecnología.