El Caso de Un Mismo Crimen

Capitulo II Masacre

Comenzamos a averiguar quiénes eran los secuestradores, si estaban involucrados con el asesino en serie del pentagrama, o si era algún viejo caso que resurgió de sus cenizas. Analizábamos e investigábamos todo minuciosamente, mientras Diego y Robert se encargaban de mantener bajo control a Michael. En el momento en que propuse a llamar a los secuestradores, apareció la capitana Gabriela o como muchos la conocían “la dictadora”, me miró de cerca, me paso un vaso con té – mi sentido pésame Saimon, pero te pregunto ¿estas, comprometido? – Yo sin titubeos conteste –Si – hizo una llamada, luego se acercó a Michael y dijo – recuperaremos tu familia y haremos pagar a esos desgraciados, mi palabra es ley

Después de unas horas llego una mujer hermosa y con una personalidad penetrante, la capitana la presento – debido a las circunstancias, y a sus debidos fracasos, la señorita Emma estará a cargo de esta unidad, y su mano derecha será Saimon, así que todos se dirigirán a ella y le responderán a ella, si alguno tiene alguna queja, díganla de una vez o callen para siempre – Robert levanto la mano y pregunto - ¿Por qué degradaron a Saimon?, la investigación iba marchando bien – Gabriela se acercó a Robert y muy cerca le grito – ¿te parece bien, que el asesino del pentagrama se haya escapado debido a tu incompetencia?, ¿te parece bien que hayan secuestrado a la familia de uno de los nuestros?, ¿que hayan asesinado a los únicos familiares del mejor detective que hay en esta zona?, y que aun con todos sus mediocres esfuerzos no sean capaz de capturar o ejecutar a este psicópata con delirio de filósofo, teólogo. Que piensa que va dejar una moraleja a través de sus hazañas, como va quedar de ridiculizado nuestro departamento si no somos capaces de detener a un criminal que nos reta en nuestra cara, que dirán señores, que el único que sirve en nuestro departamento es Saimon y que nosotros no sabemos aprovechar su talento, ¿quieren que digan eso?- todos los que estábamos reunidos supimos que las cosas pasaron a mayores, mínimo debió ser una orden de los altos mandos, pues parecía que los medios habían regado la noticia de un asesino que humillo al considerado mejor detective del país.

Comenzaron a moverse las negociaciones, mientras la señorita Emma pensaba un plan para sacar a la familia de Michael con vida y ejecutar a los secuestradores. La tarea que me dieron junto a Dora una chica de informática, conocida como “gaviota negra”, hacker de altas capacidades, era la de averiguar quiénes podían estar detrás del secuestro; deprisa pensé que esto parecía y encajaba como una distracción para ejercer un plan mayor, peones enviados a la guerra con poca información y muchos deseos de venganza, pues logramos saber que cuatro de los hombres que estaban allí, querían la cabeza de Michael y Diego, el otro aun no era identificado, pues no tenía ningún historial criminal, y se mantenía oculto en el anonimato, era la pieza clave.

Las negociaciones se tornaban cada vez más pesadas, pues querían intercambiar vidas, pero además querían un periodista llamado Daniel Álvarez, quien empezó siendo un fotógrafo de escenas de guerra y quien ahora se encarga de redactar las escenas más violentas y frías de los medios; un hombre de mucha influencia y quien muchos conocen como la sombra de la muerte, porque siempre donde aparece siempre termina habiendo una masacre y el sale ileso como si fuese bendecido por la mismísima muerte.

Comencé a pensar que algo no olía bien, ¿porque deseaban a este periodista?, Emma lo mando a traer y aprovecharíamos la oportunidad para capturar o en el caso más extremo ejecutar a los secuestradores. Al conocer y ver de frente a este reconocido periodista sentí escalofríos, su presencia trasmitía miedo, era la primera vez que me sentía tan incómodo, disimulé. Cuando el hombre estrecho mi mano, sentí escalofríos y tuve piel de gallina; algo no andaba bien con este tipo, de hecho, ha sido miles de veces investigado, aunque yo nunca le preste atención a eso. Solté su mano, aun temblaba, el hombre me miró detenidamente y dijo – es un gusto conocerte señor Saimon, el mejor detective que hay en este país, es un honor verlo en persona – sonrió, yo lo mire con desconfianza y camine lentamente para alejarme de él – el gusto es mío señor Daniel

El plan era muy arriesgado, me sorprendió aún más que el señor Daniel, fuera capaz de aceptar algo así, aun sabiendo que su vida estaría en peligro; Michael y Diego se prepararon para el tan arriesgado plan.

Después de unos largos minutos, que se hacían eternos, Diego y Michael se acercaron a la puerta y detrás de ellos el señor Daniel sonriente como si no le preocupara nada en absoluto, la puerta se abrió lentamente, salieron dos de los hombres, los cuales se acercaron a Michael y Diego, los requisaron detenidamente mientras los dos que se encontraban dentro tenían sus armas sobre las cabezas de las hijas de Michael, el hijo de Michael se encontraba en las rodillas de su madre con sus ojos aguados, él era el menor de sus hijos, la esposa de Michael se le notaba preocupación en sus ojos, mientras el otro hombre estaba parado entre las sombras, yo iba aún más atrás como guardia de que los secuestradores cumplieran su palabra. Luego de requisar a Diego y Michael los hicieron pasar adentro a la fuerza, nos tomaron a nosotros y nos requisaron, uno de los secuestradores se acercó a mí – vaya reconozco tu rostro, ¿eres Saimon no es verdad? – lo mire fijamente como si lo retara con la mirada, este reacciono airado y me golpeo con su arma, dejándome inconsciente.



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Editado: 28.02.2018

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