Sierra Madre Occidental 10 de junio. Caminaba montaña arriba a las 6:15 de la tarde, por un sendero empedrado, solo tomaría algunas fotografías a la mañana siguiente y regresaría, por supuesto no tenía ni idea de lo que estaba a punto de pasar. Al llegar a la cima de la sierra me encontré con un enorme castillo de adobe, color verde, me sorprendí al verlo, no pensé que hubiera un castillo en esa montaña y con tan pésimo gusto, los distintos tonos verdes del castillo se camuflajeaban con la naturaleza del lugar, al acercarme más me di cuenta de que era una especie de hotel muy muy rustico, incluso los tabiques de las paredes simulaban adobes o eso pensé. Originalmente planeaba acampar, pero se acercaba una tormenta así que decidí alquilar una habitación. Al entrar a la recepción mire hacia todos lados y no vi a ninguna persona, el lugar era tétrico y viejo, la luz era baja, creo que por eso daba tan mala impresión, en ese momento comenzó a llover, así que no me quedaba otra opción, por más aterrador que pareciera. El castillo entero despedía un olor a tierra mojada, me encanta ese aroma y la lluvia refresco el lugar, bueno al menos estaré cómoda. A la hora de pedir mi habitación no había nadie que me atendiera, - Buenas tardes - dije en voz alta y nadie atendió, - Buenas tardes, me gustaría alquilar una habitación - grite un poco más alto pero el lugar parecía estar vacío, camine hacia la ventana que esta al final de la sala y vi a mucha gente en el corredor, todos estaban contemplando el paisaje en silencio, veían la tormenta, los rayos y la lluvia caer, me sorprendí al verlos ahí porque de verdad no había ningún otro ruido además del de la lluvia y los truenos, pero yo estaba muy cansada, necesitaba mi habitación, regrese a la recepción y vi sobre el escritorio unas llaves que no estaban ahí hace un momento y una tarjeta de bienvenida, era una tarjeta blanca muy sencilla que literalmente decía bienvenida con el logo del castillo, las llaves eran de la habitación número 13, escuche pasos y por una puerta vi la sombra de alguien que se alejaba - Gracias - El recepcionista se fue antes de que pudiera terminar de decir "gracias". Tome mi mochila y subí al tercer piso al fondo a la izquierda vi la habitación numero 13 metí la llave en la perilla pero al girarla no abrió, gire una y otra vez y nada, en eso escuche pasos al otro lado de la puerta y vi sombras de pies por la luz que se escapaba por debajo de la puerta, saque la llave de la perilla y escuche la campañilla de la recepción sonar 2 veces y la voz del recepcionista recibiendo a alguien, me moleste mucho y planeaba en ir quejarme, que pésimo servicio, primero no me atienden y ahora me dan la llave equivocada, y me hubiera quejado de no ser porque la duda se apodero de mi al ver que la llave decía -¿14?- Estaba segura de que decía "13", no paro de pensar ¿cómo pude equivocarme?, yo lo vi si hubiera dicho 14, habría ido a la habitación 14, en fin, regrese por el pasillo hasta mi habitación y esta vez la llave abrió la puerta, antes de entrar mire la puerta de la 13 y vi que aún se veían los pies en la parte de abajo, me sentí observada así que entre a mi habitación y me encerré, tire mi mochila en el sillón, me deje caer sobre la cama y caí en un profundo sueño.