El Castillo De Cristal

Capítulo 2

El aire frío golpea las paredes de mi castillo de cristal, el silencio se apodera de todo, el único ruido que se escucha es el del susurro del aire como si recitara algún poema corto.

Me encuentro sentada en mi balcón observando el sol, el cual con un brillo esplendoroso se va metiendo poco a poco por entre las altas montañas y los árboles que se encuentran en el bosque. Escucho la tranquilidad y el silencio del mundo y siento una oleada de paz entrar por cada poro de mi piel.

Soy la única sobreviviente de la gran guerra entre el planeta negro y Urano. Mi nombre es Corime y soy la princesa de Urano, mi padre, el Rey, murió protegiendo a su familia y a su reino hace cientos de años en la guerra.

Aquel día fue uno de los más tristes que he vivido. Antes de que llegaran los guerreros negros, papá nos construyó un castillo de cristal a mi madre y a mí y pidió a los mejores hechiceros que lo protegieran para que nadie pudiera encontrarlo y pudiéramos estar a salvo las dos. Cuando el castillo estuvo terminado uno de ellos, el hechicero Ag lanzó un último hechizo sin el consentimiento de mi padre, para que el castillo pudiera hablar y sentir como cualquier otra persona y así pudiera hacernos compañía a mi madre y a mí.

Todos los habitantes de Urano fueron aniquilados y el planeta quedó completamente desierto... nunca más volvimos a ver a mi padre.

Mamá y yo quedamos solas, yo era muy pequeña en ese momento, mi madre completamente sola se hizo responsable de mí, me enseñó a cocinar, tejer, a sembrar y a divertirme con lo que tuviera a la mano en los tiempos libres.

Lamentablemente mi madre no pudo con la soledad y tristeza de haber perdido a mi padre, ella cayó en cama a los pocos años de la guerra. Días después mamá murió de tristeza y quedé yo sola en el castillo con mi único amigo, Wish, mí castillo...

Han pasado cientos de años desde aquellos días, ahora sólo soy una chica, la única sobreviviente de Urano y un castillo encantado que puede hablar.

Quizás parezca una historia muy extraña y en realidad lo es, pero esta soy yo y esta es mi historia...

-¿Qué estás haciendo Corime?- la voz de Wish me sacó de mis pensamientos.

-Nada Wish, sólo estaba escuchando el viento soplar.

-Se nota cierta tristeza en tu voz... ¿Pasa algo?

- Sólo pensaba en mis padres y en todo lo que un día ocurrió... los extraño.

-Deberías pensar en algo más, quizás deberías pintar, leer o escribir algo recuerda que es doloroso pensar esas cosas.

-Creo que tienes razón, pero hoy es un día diferente... algo no me deja concentrarme en nada.

-¿Cómo sigue tu corazón? , ¿Te duele?

-Cada vez lo siento un poco más frío.

-Recuerda que no puedes pensar en cosas tristes, estás delicada.

-Hace un momento vi a un ave abrir vuelo por el cielo, fue una de las imágenes más hermosas que he visto... a veces me gustaría ser un ave, volar e irme muy lejos, en realidad a veces te envidio Wish...

-¿Qué?, ¿De qué hablas? ¿A qué te refieres?

- Tú no tienes a nadie a quién ver morir, ni a quién recordar, todos los días sólo eres una estructura... Wish dime ¿cómo se siente el aire cuando golpea tus muros?

-Se siente un pequeño cosquilleo y una sensación de frescura, Corime, tú no debes envidiarme tú lo has dicho, soy sólo una estructura.

-¿Tú has querido a alguien?

-Claro que sí, te quiero a ti....

-¿Y qué se siente?

-Es algo inefable como si el aire te acariciara cada poro de tu piel, te sientes feliz, tranquilo, cálido, delicado, ligero, preocupado, y muchas cosas más, sabes te hace falta que salgas y contemples el mundo... mirar por la ventana no basta, debes apreciar la belleza de cada objeto, paisaje, animal, el sonido del aire cuando golpea las hojas de los árboles o el del agua cuando corre por los ríos.

-No puedo me da miedo el exterior, sólo contigo me siento protegida.

-No te pasará nada, recuerda que yo estaré aquí para siempre...

-¿Para siempre?

-Siempre...

-Lo que me dices es bonito pero a la vez tan triste, estaremos para siempre juntos pero solos.

La campana de la gran puerta del castillo sonó ruidosamente haciendo que me sobresaltara, por un momento me quedé petrificada, la sangre se me congeló y una ola de miedo se apoderó de mí.

-¿Qué está pasando?, se supone que nadie puede encontrar el castillo Wish, nadie puede encontrarnos- Mi corazón empezó a latir fuertemente provocando un dolor intenso en mi pecho.

-Tranquila, relájate, no es bueno que te exaltes, no pasa nada... recuerda que sólo una alma noble puede ver el castillo... no te pasará nada.

Me asomé por la ventana del castillo y ahí estaba un hombre con una armadura roja.

-Es un guerrero rojo de Marte, ¿Qué hace aquí?

-¿Por qué no lo averiguas?, puede tener noticias importantes. Mejor ve y abre, no te pasará nada, recuerda que aquí estoy.

Me levanté del balcón y bajé las escaleras del castillo con paso temeroso, la campana volvió a sonar fuertemente tres veces seguidas. Caminé lento hacia la puerta y quité las cadenas pesadas con dificultad. Tomé aire y abrí la puerta asustada y temblorosa.

El caballero rojo levantó sus manos y se quitó su armadura. Una gran melena de cabello rojo como la lava cayó en los hombros de una chica pálida de ojos negros.

-Disculpe la molestia y el atrevimiento de mi parte al venir a molestar su humilde posada señorita- ella dijo sosteniendo su armadura en su estómago y con la cabeza agachada- Mi nombre es Arem, la princesa Arem de Marte- hizo una reverencia ante mí.

Me quedé observando a aquella chica impresionada, sin poder hablar... no tenía palabras, tomé aire y con voz baja y temblorosa hable:

-Es un placer princesa Arem, mi nombre es Corime, soy la princesa de Urano.

Ella levantó su rostro y me miró sorprendida en silencio por unos momentos.



#23290 en Novela romántica
#11090 en Fantasía

En el texto hay: lesbianas, lgbtq, amor lgbt

Editado: 26.07.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.