AMERICA

Primer pieza al aire

Hay ocasiones en las que huir es la mejor opción, no se trata de ser cobarde se trata de sobrevivir, el enemigo siempre te atacará sin piedad.

A mis 17 años lo más lejos que he hecho es encontrarme caminando sobre la arena con la respiración agitada y mi cuerpo adolorido, pero cuando me encuentro con el olor y un camino de sangre me pongo alerta alguien necesita ayuda, sigo el rastro hasta dar con una persona desmayada, un hombre alto y tosco, un sombrero negro y con una pluma roja del lado derecho.

—Hola muchacho, —su voz es ronca y débil

Salgo corriendo gritando ayuda por toda la plaza, pero nadie lo hace, regreso al orfanato por unas sábanas para después ir a un bar por una botella de tequila y regreso al lugar, su respiración es lenta, estiró mi mano para tomar la navaja del cinturón, pero en un movimiento rápido la mano del pirata tomo la mía, levanto la mirada con miedo encontrando sus ojos abiertos, me escanea reconociéndome lo sé porque me da un intento de sonrisa y volvió a cerrar los ojos apuesto a que piensa que le robare.

Jalo al hombre de los pies acostándolo mientras el dio un grito de sorpresa y dolor, le rompo la camisa donde tiene al menos tres balas, su piel está caliente lo que significa que tiene temperatura lo que da como resultado infección, abro la botella y se la acerco a su boca

—Dale un trago lo necesitaras —asiente y le da uno largo después coloca su brazo sobre su boca

Dejo caer el líquido sobre su pecho y también sobre la navaja y comienzo a sacar una por una cada bala, rompo un pedazo de una sábana y se la enredo a modo de evitar más infección, le doy a tomar el té que prepare que según el doctor me dijo que le serviría, lo ayudo a esconderse en una cueva ya que si se dan cuenta de que es un pirata lo mandaran a la horca.

Vuelvo al pueblo en busca de comida la cual robo, al igual que varias cosas más.

Moje pedazos de sabana con agua fría y se las coloque por el cuerpo hasta bajarle la temperatura.

—América —casi grito molesto un hombre, al darme cuenta viene con más personas, corrí lo más rápido que pude a la cueva, es hora de irme

—Hey, me voy —lo trato de despertar, pero al parecer tiene el sueño pesado

Camino por la playa distraído cuando siento como me toman del cuello lastimándome.

—Ya lo encontré —grito Jers un supuesto amigo llevándome al pueblo

Por mi recorrido las miradas con desaprobación no sobraban y hasta algunos me lanzaron rocas, se lo que se aproxima la horca esta frente, solo agachó la mirada sin hacer ni decir nada.

—Alto ahí —todos regresaron a ver al pirata y el temor ilumino sus caras un pirata nunca viene solo, lo que no saben es que este si —Suelta al muchacho

Me salto y me empujo sin dudarlo salí corrí hasta el, antes de llegar me regreso y le quitó un palo a la primera persona que veo, se lo entrego al pirata. Él lo tomo sorprendido.

—Esta solo —grito alguien provocando que el caos comience

—¡Maldición! —el pirata me coloco atrás de él protegiéndome —¡Corre! —me grito y mis pies parecieron seguir esa orden, pero cuando escuche su grito de dolor algo se activó en haciéndome dar vuelta

Un gruñido salió de mi y unas garras salieron donde estaban mis uñas, escuche como mis huesos tronaron haciéndome caer de rodillas pronto pude ver mi brazos pelaje al igual que mis piernas traseras, los olores se intensificaron junto con los sonido, puedo oler el miedo pero solo me quede ahí mostrando los colmillos y gruñendo. Se alejaron despacio del capitán pensé en su rechazo, pero cuando paso junto a mi me dio una caricia en el lomo

Utilizo el palo como bastón, hasta llegar al pie de un barco donde todos me miraban maravillados y sorprendidos

—Bienvenido a la familia América —me dio una palmada en la cabeza, logre convertirme de nuevo pero resultó que estaba desnudo

—Toma, —me extendió ropa —Soy Baltazar

—Yo soy el capital Raymond, a mi hija Getvy le encantara tenerte en casa —sonrió