El cazador

Persecución de 1326

Todo esto se inició tras la Bula Pontificia del Papa Juan XXII el cual llamaba a perseguir a aquellos que se habían desviado de la fe cristiana para practicar actos demoniacos o sospechosos lo que llevó a los pobladores de Transilvania, que vivían con temor a causa de las sospechas de que allí habían unas mujeres muy misteriosas y que además ocurrían sucesos inexplicables, a tomar la justicia en sus manos y dar caza a las denominadas brujas por sus prácticas y por tener ciertos poderes sobrenaturales, siendo uno de los sucesos más sangrientos e implacables para estas familias de brujas ya que lo único que les quedaba era huir y llevar una vida como la de los humanos para no ser percibidas y así evitar el peor de los fines.

¡Corran!, vamos corran y escapen lo más pronto que puedan, el aquelarre será invadido por los pobladores, no tenemos mucho tiempo antes de que lleguen a las puertas del castillo. Gracias a las bolas de cristal pudimos anticiparnos a los sucesos que nos amenazan y poder salvarnos del inminente desastre que se avecina.

Ese fue el grito de aviso para las demás huéspedes del lugar el cual estaba formado por una de las brujas más ancianas, última de su generación, pues las demás han sido asesinadas o en el mejor de los casos han perecido por su avanzada edad y ya no gozaban del poder suficiente para sobrevivir; también estaban dos hijas de ésta una de ellas Analise que tenía una pequeña de apenas meses en sus brazos de nombre Susan Wolf, junto a ellas estaba las brujas de la familia Stevenson, los Mcqueen, los Lancaster y por último pero los más numerosos eran los Ward; todas ellas vivían en el aquelarre en paz unas con otras ya que contaban un consejo representado por un integrante de cada familia, generalmente era la más antigua, para la toma de decisiones o para realizar cualquier tipo de ritual, pero la familia más importante y respetada va en función del poder y las capacidades adquiridas así como por su antigüedad eran los Wolf, y por esa razón ellos debían ser protegidos con ímpetu de los agresivos pobladores que solo querían cazarlas para poder purificarlas, como ellos pensaban, en la hoguera.

En medio de la desesperación recogieron sus pertenencias más importantes y todas empezaron a huir del lugar dirigiéndose hacia uno de los tantos pasadizos del castillo, ya que no podían abrir un portal allí porque serían vistas y era muy arriesgado, cada pasadizo constaba de una entrada secreta que solo era conocido por los representantes del consejo debido a eso cada familia del aquelarre se debían separar porque cada túnel llevaba a un lugar diferente pero seguro, solo los Wolf estaban acompañadas de las brujas más fuertes de la familia Ward, para protegerlas, así tendrían una huida más rápida y sin ningún inconveniente, pero lo que ellas no sabían era que había algunas que pensaban quedarse en la que ellas llamaban hogar y con ese pensamiento decidieron quedarse escondidas en los túneles hasta que pasara el desastre pero desgraciadamente no corrieron con suficiente suerte y en medio del alboroto una de ellas intentó crear un hechizo de protección que debido a su poca concentración y temor algo salió mal ocasionando el grito de las brujas por la sorpresa y uno de los atacantes que ya había entrado al castillo y estaba cerca de la entrada al pasadizo oyó el ruido que provenía a través de las paredes y dando aviso a los demás empezaron la búsqueda, tras una intensa y larga labor la turba logró hallar dos entradas a los pasadizos y con sumo cuidado comenzaron a entrar a través de estos, las brujas escondidas allí no se percataron de que estaban siendo asediadas ya que ellas entraron en una de las habitaciones que había dentro del túnel el cual no contaba con una salida, confiadas de haber sido cuidadosas y de estar seguras allí no se percataron de lo cerca que estaba su fin y como les superaban en número fueron sorprendidas y apresadas las Stevenson junto con las Mcqueen, con gran violencia fueron sacadas del túnel y llevadas del gran castillo siendo azotadas y luego llevadas a una muerte segura con el mayor sufrimiento ya que les esperaba una gran hoguera en la que serían puestas vivas hasta dar su último suspiro. Mientras tanto las brujas Wolf corrían a través de los túneles que los llevaba hasta la salida del pueblo a una precaria casa supuestamente abandonada pero que solo para guardar varias pociones y ungüentos, una vez allí y estando seguras de que estaban lo suficientemente alejadas abrieron un portal que las llevó a un lugar seguro en Transilvania, en el castillo de Bran.

Una vez allí tomaron un pequeño descanso para luego empezar a ordenar todas sus cosas, al terminar la labor trataron de ponerse en contacto con las demás brujas ya que cada una de las familias tomarían un camino distinto para o llamar demasiada la atención de los humanos pero las únicas que respondieron fueron las Lancaster y Ward para la tranquilidad de las que habían acompañado a las Wolf, tras comprobar lo que había sucedido con la ayuda de la bola de cristal y con gran tristeza cada familia ofreció un ritual en nombre de las brujas caídas, una vez que terminaron lo único que les quedaba era pensar en una manera de cómo aparecer en el pueblo y llevar una vida tranquila sin ser perseguidas hasta una cruel muerte.




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