El cazador

Noches tormentosas.

Hoy es un nuevo día en la cual me siento fantástica debido a mi reciente recarga de energía y el poder sentir la intensidad del correr de mis poderes a través de mi torrente sanguíneo. Lo primero que logro ver al abrir mis ojos es a Horus que acaba de saltar a mi cama para darme los buenos días con su habitual gesto cariñoso junto con un constante ronroneo, pero, a pesar de encontrarme mejor que nunca noto a mi pequeña bola de pelos algo intranquilo lo que hace que me ponga en un estado de alerta porque mi fiel amigo más que mi compañero es un previsor y lo demuestra a través de su estado de ánimo, la misma que presenta en este momento y es ese pequeño detalle que detona una especie de alarma en mí.

Luego de mimarlo intentando tranquilizarlo un poco logro que mi pequeño Horus se sienta mejor y es ahí que me levanto para dirigirme al baño para asearme y como no pienso salir me visto con un short junto con una remera holgada y unas zapatillas para no andar con los pies descalzos, llevando a Horus en brazos me voy a la cocina para preparar el desayuno y alimentar a mi bola de pelos aprovechando cambio su cubetita de agua, es eso lo que me recuerda que necesito cambiarle su arenero y lo hago antes de olvidarme. Una vez que terminé con mi labor me dispuse a preparar mi desayuno que consiste en huevos revueltos con jamón, saco los ingredientes de la nevera y también el jugo de naranja que ayer había traído del supermercado lo vierto en un vaso para beber un poco aprovechando que tengo bastante tiempo y hambre también preparo una taza de café con pan tostado y mermelada, una vez que he terminado y la mesa ya puesta me siento a saborear tranquilamente mi desayuno.

Me encuentro colocando los cubiertos sucios en la lavadora y mientras lo hago desde aquí en la cocina enciendo el televisor con una pequeña descarga de poderes –es que no me gusta tanto silencio-, una noticia me saca de mis pensamientos ya que trata de un informe acerca de la extraña desaparición de un antiguo libro escrito hace 700 años D.C aproximadamente llamado Necronomicón que al parecer ha estado guardado en la biblioteca central de Londres, trata de un libro con rituales para resucitar a los muertos, viajar otros tiempos y dimensiones así como fórmulas que supuestamente ayudarían a contactar con entidades sobrenaturales de gran poder –creí que todos esos ejemplares habían sido quemados-, esto es algo bastante serio y para nada se trata de simple casualidad y la pregunta para lo sucedido es ¿Quién conoce de este libro, cómo pudo hallarlo y para qué lo necesita?, aunque la repuesta para lo último es bastante claro ya que no será utilizado para nada bueno y tengo el presentimiento de que todos estos sucesos trata directamente con mi misión, es por esta razón que debo empezar a buscar información los más pronto posible e incluso trataré de visitar la biblioteca esta noche para ver si logro averiguar algo que me pueda ayudar a esclarecer todas estas incógnitas.

El informe de otras noticias me saca de mis pensamientos y me doy cuenta que los cubiertos ya están limpios una vez ya todos ordenados empiezo a limpiar mi departamento ya que he invitado a Becca, además de que el departamento ya me pides a gritos un poco de limpieza. Sin haberme dado cuenta y olvidándome totalmente de la noticia me que tenía algo perturbada llegó la tarde, cuando salgo al balcón por un poco de aire veo el hermoso atardecer; el sol ya se oculta dando paso a mi mejor aliado, la luna llena pero de repente una tormenta se acerca con fuertes ráfagas de viento y nubes prácticamente negras que cubren totalmente lo que quedaba del sol y de la saliente luna apoderándose de la noche como si fueran unos viles ladrones, elevo el rostro al cielo y noto varios relámpagos que van cobrando fuerza e intensidad aumentando su tamaño e irradiando entre la espesa nube, es tan raro un cambio climático en pleno verano que pareciera una congregación de malignos en una lucha de poderes y apenas esa idea cruza mi mente me atraviesa un escalofrío del cual culpo al viento porque ha hecho un frio que te cala los huesos, apresurada me dirijo al interior de la sala y no antes de cerrar las puertas y persianas e ir a asegurar las demás ventanas junto con Horus, que se ha puesto muy inquieto. Un gran estruendo causado por un rayo iluminando el cielo como un árbol de navidad dando paso a la oscuridad total y un mal presentimiento se asienta en mí, trato de tranquilizarme haciendo respiraciones profundas para estabilizar mis latidos cardiacos y lograr pensar con claridad, una vez que lo logro enciendo una chispa en mi dedo para iluminar la habitación y así buscar unas velas pero lo que me sorprende es el salto que dio Horus para posicionarse en mis brazos como si estas fueran un refugio para mi pequeño y es tanta mi sorpresa porque él siempre es el que está a mi lado dándome el valor necesario y lo que más me tiene en un estado de alerta es que puedo percibir su inquietud – algo malo va a ocurrir- me dirijo a mi habitación con Horus en un brazo y en la mano desocupada una vela que había encontrado en la cocina, al atravesar la puerta un escalofrío me recorre el cuerpo y la sangre abandona mi cara cuando me percato que la ventana que hace unos instantes cerré se encuentra abierta ocasionando que la vela que traía en la mano se apagara dejándome en una toral oscuridad y en ese momento siento como el aire se pone denso traspasándome y dejando una estela fría en todo mi ser, también Horus lo sintió porque en ese momento saltó de mis brazos y como si haya sido expulsado de mi habitación se dirigió de manera apresurada a la cocina es ahí que reacciono del letargo en el que me encontraba y enciendo una chispa logrando ver una especie de humo denso saliendo de mi dormitorio a través de la ventana, corriendo me acerco para tratar de ver algo más pero no logro distinguir nada y en un estado autónomo vuelvo a cerrar la venta, al girar sobre mi eje intensifico la luz de mis dedos y observo cada rincón de mi habitación es ahí que mi vista queda anclada sobre mi cama ya que allí se encuentra un sobre de color amarillo lentamente me acerco y con precaución lo tomo en mis manos para empezar a abrirlo y leer su contenido, nuevamente la sangre abandona mi cara al terminar de leerlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.