—Debes saber que, si hay algo que de alguna manera resulta sagrado para nosotros, eso es el café.
Sebastián lo miró sin decir nada, todo en Mosquetero transmitía respeto, incluso eso, algo tan cotidiano como preparar el café, lo terminaba convirtiendo en un ritual que incluía protocolo y ceremonia a lo que Sebastián asintió en silencio mientras lo miraba.
—¿Supongo que habrás oído hablar del Cha-no-yu?
—Mentiría si dijera que no, mentiría igual si digo que conozco bien el significado y la profundidad del mismo, pues mi conocimiento de dicha ceremonia proviene en su mayor parte de la información que provee el Anime.
Mosquetero sonrió satisfecho mientras servía primero una taza, luego la segunda… y finalmente la tercera.
—El Cha-no-yu es la ceremonia de té japonesa, pero es más que una manera refinada de tomarlo, sí, fue ampliamente practicada por los monjes budistas zen y por las clases dominantes, es decir, los samuráis, pero el significado de la ceremonia iba, va más allá de eso. Era una forma de purificar el cuerpo, el alma, de llegar a una armonía y unidad con la tierra, además de eso, es también un arte, con estrictas normas de etiqueta, donde la economía de cada movimiento es de vital importancia y donde todo resulta un deleite visual para el iniciado, más si quien efectúa el ritual, es un maestro experimentado.
Las palabras iban cesaron y el café estuvo preparado, las tres tazas en una bandeja junto con a una tetera que contenía más, Mosquetero se acercó a la mesa donde Sebastián y Sofía esperaban y colocó la bandeja con las tazas y tetera.
—Esta, podrás haber deducido ya que es nuestro equivalente del cha-no-yu el café, como lo preparamos, con quien lo bebemos, como lo compartimos y la forma en que cada uno de nosotros lo prefiere, es algo sagrado, como compartir el pan en el mismo techo. El café es algo importante entre la comunidad de los relámpagos, todos a lo largo de nuestras vidas encontramos personas que no entiende lo que es delicado he importante para nosotros, que no conocen lo que somos y que tampoco les importa, pero eso está bien, lidiar con ello es parte de estar vivo, de estar en esta trinchera que conocemos como vida, valle de lágrimas como lo define la iglesia… jardín salvaje como lo define Anne Rice y como yo prefiero llamarlo, lo importante no es a quienes no les importamos, están en su derecho de seleccionar quien interesa y quien no, pero lo que sí que es importante, es aquellos que conocen, que entienden, con aquellos con quienes conectan sin percatarte como, ellos son como nosotros, ellos son caminantes y han decidido abrirse a nosotros aún sin entender cómo, es con ellos que tenemos la responsabilidad, como te mencioné, muchos de ellos están dormidos, entienden sin comprender caminan en soledad o en grupos reducidos, pero nos necesitamos unos a otros, poco a poco los durmientes irán despertando. Por eso cada vez que sentimos el relámpago brillar o próximo a hacerlo, hacemos un ritual, bueno varios de ellos, pero este es uno de esos, uno que fue desarrollando con la esperanza de recibir la consciencia que despierta.
—¿Tiene algún nombre? pes supongo que no lo llaman, la ceremonia del café centroamericana.
Mosquetero le sonrió muy animado.
—Pensé que nunca lo preguntarías, sí, claro que tiene un nombre… La alquimia del café. Ese es el nombre que le damos a esta ceremonia.
—¿Eso significa que ahora soy un caballero del rayo?
—Bueno, no aún, pero según la moneda es muy probable, además de que yo seré tu mentor, la entrada a la orden es un proceso, el tiempo casi siempre es marcado por el mismo rayo, que se manifiesta de acuerdo a su propio tiempo, así que… no te preguntes si el rayo hará aparición.
—Entonces… ¿Sofía no será mi mentora? —Sebastián parecía algo sorprendido con esto, pero no inconforme, le había tomado mucho respeto a mosquetero en lo que llevaba de conocerlo.
—No, Sebastián, ella está en un cargo que no le permite tomar nuevos miembros, aunque créeme cuando te digo, que aprenderás casi como si aprendieras de ella, con un matiz distinto claro, pero no perderás casi nada, después de todo, ella fue mi mentora.
Sebastián estaba tan asombrado que no lograda dar con las palabras.
—La verdad es que yo tampoco se supone que deba ser mentor, pero el rayo brilló en nuestro camino y eso es algo que no puede ser ignorado.
—¿Qué es lo que significa realmente ser un caballero?
—Significa muchas cosas, las cuales se irán manifestando por si solas a medida que camines bajo la luz del rayo, para eso debes aceptar seguir el camino. Además, luego de llegar al final, no tienes que forzosamente ser un caballero, pues al final de todo, el rayo nos muestra los caminos, pero la decisión está en cada uno de nosotros, puede seguir tu vida como hasta ahora, puedes hacer muchas cosas, lo que sí es seguro, es que podrás acudir a nosotros como si de familia se tratase o incluso si lo prefieres no tienes que seguir adelante y mantenerte como hasta ahora.