El Cetro de Barro

Quinta Práctica: No de nuevo

Los aplausos y alabanzas tupieron el bar. Todos los presentes estaban de pie lo más cerca del escenario, emocionados por lo que acababan de presenciar, mientras que Dolores y los muchachos respiraban agotados, con enormes sonrisas pintadas en sus rostros y viéndose los unos a los otros emocionados.

Erick pronto se acercó a Dolores y le dijo a su oído algo que sin duda pondría a la chica completamente feliz.

— ¡Lo logramos! ¡Tuvimos éxito! ¡Muchas gracias! —Declaró el joven, quien recibió un abrazo de la chica.

—Gracias a ustedes por aceptarme. Esto es un sueño hecho realidad —una vez pasado esto, el presentador del bar pasó para despedir al grupo.

— ¡Estos fueron «Sin control»! Espero hayan disfrutado del espectáculo tanto como nosotros, uno digno de estos misteriosos muchachos talentosos. ¡Un aplauso por favor! —Dicho esto, nuevamente la audiencia se emocionó y pidió más música, pero desgraciadamente ya había acabado el tiempo de presentación y alguien más iba a subir al escenario, por lo que pronto los jóvenes bajaron y fueron rápido abordados por los clientes del bar ahí presentes, como si fueran admiradores de toda la vida.

Los jóvenes no supieron lidiar del todo con esta situación, por lo que cada uno trató de abrirse camino como pudiera, hasta que finalmente consiguieron llegar hasta la parte más alejada del escenario, en donde se hallaba Radimir recargado.

— ¡Maestro! ¡Me alegra tanto que haya podido venir! —Exclamó Dolores al lanzarse a los brazos del hombre, mismo que le regresó el gesto de manera alegre.

—No podía perdérmelo por nada del mundo.

— ¡Señor Radimir! Por un momento creí que no vendría. ¿Qué le pareció nuestra banda?

— ¡Alucinante, Erick! No tenía idea de que fueran tan buenos. Sabía que tenían talento, pero lo efectuado fue impredecible. Esa canción del final, ¿no es la que estabas escribiendo, Doly?

—Sí, es la misma, maestro.

—La música que le compusieron es bastante acorde. ¿Recibieron ayuda?

— ¡Para nada! Gonzo y Khloe son buenísimos componiendo. De hecho —pronto, Erick volteó hacia los demás miembros de la banda y los llamó para que se acercaran a ellos, curiosos los jóvenes por saber quién era el hombre de anteojos al cual fueron a ver sus amigos—. Chicos, él es Radimir Astrophet, el maestro de canto de Dolores. Señor Radimir, ellos son Khloe, Kevin y Gonzo —presentó el muchacho a todos, mismos que se saludaron mutuamente.

— ¡Muchas felicidades por su primera presentación, jóvenes! Fue completamente alucinante, estoy orgulloso de ustedes —todos se sonrojaron ante las palabras del mago, excepto Gonzo, mismo que se le quedaba viendo directamente a los ojos e inexpresivo, como si supiera algo más sobre él.

— ¡Gracias, señor Radimir! Es un honor tener al maestro de Doll presente en nuestra primera tocada oficial como grupo —expresó Khloe de momento, cosa que extrañó un poco al mago.

— ¿Doll? ¿Así te llaman tus amigos?

— ¡Oh! Es que decidimos ponernos sobrenombres para, usted sabe, el anonimato —aclaró la chica, cosa que entendió el hombre de inmediato.

—Yo soy Puppet.

—Yo Manikin

Marionette… —respondieron con sus apodos Khloe, Kevin y Gonzo respectivamente, al final viendo todos a Erick, mismo que parecía estar mirando a otro lado para tratar de ignorar a los demás.

— ¿Erick? —Preguntó Radimir, a la par que Khloe le daba un codazo, cosa que casi lo tira e hizo reír a todos.

Dummy… —dijo avergonzado el joven, lo que causó la risa de los demás de inmediato.

—Me parece que es una selección de apodos bastante interesante, aunque pensé que sería algo más relacionado con el nombre de la banda.

— ¡Sí lo es! ¡Somos un montón de muñecos vivientes que están haciendo lo que quieren! ¡Estamos «sin control»! —Aclaró Khloe al mago, cosa que le impresionó.

— ¡Vaya! A eso le llamo ingenio. ¿A quién se le ocurrió?

—A mí —respondió Gonzo sin dejar de ver al adulto, sin cambiar esa extraña expresión. Radimir, al verlo, notó aquel interés que le tenía el chico, así que le regresó una mirada igual de profunda al joven, cosa que volvió el ambiente un poco pesado entre ambos.

De pronto, Gonzo dejaría de ver al hombre para voltear hacia atrás de la nada, cosa que condujo la mirada del mago a una persona que estaba en una mesa, sola, cuya capucha de su chaqueta no dejó ver su rostro. Este desconocido, al ser aparentemente descubierto, se puso de pie y abandonó el bar sin voltear a los jóvenes de la banda y el mago.

Esto desconcertó al maestro de Dolores, mismo que notó cómo Gonzo regresaba su mirada a él, aún sin tener un ápice de alguna emoción en él, cosa que extrañó al hombre.

— ¡Maestro! Le están haciendo una pregunta —exclamó Dolores preocupada, lo que sacó del trance al hombre, a la par que le sonrió a la chica y respondió la pregunta de Khloe.

El ambiente era bastante jovial, pero las cosas pronto acabarían cuando alguien jaló el hombro de Dolores casi tirándola, a lo que todos vieron en su dirección sólo para darse cuenta que se trataba de Noeh, misma que parecía bastante molesta.

Al inicio, Dolores no dijo nada, sólo se extrañó de verla, y entonces, poco a poco fue sonriendo, hasta tratar de abrazar a la chica, misma que dio un paso hacia atrás para evitar esto. La acción dejó a todos anonadados, era como si de alguna manera la novia de Dolores gritara «aléjate de mí». Esto volvió la actitud de la cantante una más preocupada, hasta que se tranquilizó y decidió tomar a Noeh de la mano para sacarla del bar, sin decir nada a los demás.

Los demás miembros de la banda vieron el suceso, mas no hicieron nada, a diferencia de Erick, que pensaba salir detrás de ellas; no obstante, Radimir lo detuvo, para luego denegarle con la cabeza y poner sus ojos en dirección de las chicas, auténticamente preocupado por la situación a sabiendas que no podía hacer mucho por el momento.




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