Capítulo 1: Operación: Ojos Tranquilos

Hugo

Escucho al público gritar y sé que el balón que hace segundos era golpeado por mis pies ha entrado en la portería enemiga, mi equipo me vitorea y yo solo puedo reír aliviado. Recibo los abrazos de todos, pero solo me importa el de esa cierta chica pelirroja que me espera con una sonrisa en las gradas.

Troto hacia ella con rapidez, a fin y cuentas, el partido ya ha terminado, me sonríe, pero observo con preocupación sus ojos rojos y su cabello empapado, me cruzo de brazos enfrentándola.

- ¿Otra vez Gem? -sus mejillas se sonrojan levemente mientras me mira con una sonrisa

-Es el champú, lo mismo de siempre, pero eso no es importante, ¡Ganaste! -me río un poco al ver su emoción.

- ¡Ganamos querrás decir! -volteamos a ver a Steve y me río chocando puños con mi capi de fútbol

- ¡O por favor! -miro a Gema rápidamente -Tu no anotas… -tapo sus labios con rapidez, y miro momentáneamente a Steve

-No le hagas caso, ella no sabe de fútbol -Steve niega mientras continúa su camino gracias a Dios, lo sigo con la mirada para percatarme de que desaparece completamente, pero aparto la mirada al sentir la mordida de un conejo en mi mano - ¡Gema!

- ¡¿Qué?! -me empuja con fuerza -Sabes que él es un inútil, no sabe ni distribuir los roles en el campo -me río a carcajadas

- ¿No será que Steve te gusta? -abre sus ojos y boca impresionada para luego darme un puñetazo muy fuerte en el brazo sorprendiéndome

- ¿Es en serio Hugo? -suelta una risa sarcástica - ¡Qué bien me conoces! -veo sorprendido como se da la vuelta y empieza a irse enojada, pero no puedo dejarla ir así ¡Tal vez está en sus días!

-Ey Gema, ¡espera! -troto hasta llegar a su lado y paso una mano por sus hombros -Solo fue un comentario ¿Quieres comer tarta de chocolate? -veo surgir en sus labios una esplendorosa sonrisa

-Esas sí son palabras sabias mi amigo -me da un leve codazo, pero no se aleja de mi abrazo de oso relajándome - ¡Aunque te toca pagar a ti por lo que dijiste! ¡Steve no me gusta ni en sueños! -me río un poco y asiento -Además, debes bañarte ¡apestas!

- ¡Ya volviste a ser mi preciada Gema! -se ríe mientras yo me adelanto un poco y entro en los baños de la escuela para darme una ducha y cambiarme de ropa, cuando salgo la veo con Chloe, sonrío acercándome y pasando un brazo por los hombros de Gema

- ¿Qué hay de bueno chicas?

-Bueno, yo quería ver si podíamos salir a ver una película, van a estrenar… -me adelanto rápidamente

-Oh no puedo, Gema tiene la menstruación -veo como ambas me miran sorprendidas, no sé cuál de las dos se encuentra más tensa, aunque creo que Gema es la más… ¿desencajada?, se encuentra tan roja que me planteo incluso que el color de su cabello le contagió la piel -Tal vez no me expliqué bien, mi amiga está en esa etapa que pasan las mujeres, en las que están muy sensible, hoy toca tarde de tarta y helado de chocolate, por eso no puedo ir al cine contigo Chloe, pero tal vez mañana sí ¡sabes como son las hormonas! El segundo día es de hambruna -Chloe sonríe entendiendo y luego de una despedida en general se aleja de ambos dejándome con una Gema muy, muy, muy furiosa

- ¡¿De dónde sacaste que tengo la menstruación Hugo?! -se nota enfadada y eso es complicado verlo en ella, se ha enfadado por dos comentarios en medio de una hora, ¡Dios! Sus hormonas sí que están descontroladas

- ¿De tu monstruosa actitud tal vez? -saca mi brazo de sus hombros ¡oh oh!

-Bien, pues no necesito que no salgas a divertirte por mí, ¡no tengo la menstruación así que puedes irte con Chloe a ver lo que sea que quería ver contigo tomados de la mano! -se da la vuelta y no sé cómo, pero entre toda la gente que está abandonando el estadio se pierde de mi vista.

Suspiro con furia ¡¿quién entiende a las mujeres?!

Intenté quedar bien con ambas, a Chloe diciéndole la verdad porque no quería que se sintiera rechazada y a Gema apoyándola en esta pesada etapa, que sé que es horrible para ellas, y de alguna manera incomprensible me quedé sin cine y sin tarta.

Bufo frustrado mientras tomo mi auto y llego a mi casa, habré ganado el partido, pero he perdido una excelente tarde con mi mejor amiga, ¿hay algo peor que eso?

-Hijo ¿qué tienes? Te he oído suspirar en ese sofá un aproximado de 10 veces -niego con la cabeza

-Son tonterías -sin embargo, mi madre se sienta a mi lado y sonríe

-Si algo te preocupa no debe ser una tontería

-Hoy noté que Gema estaba más susceptible que de costumbre

- ¿Y qué pasó? -miré sus ojos mieles iguales que los míos y me encogí de hombros

-Supuse que había caído con la menstruación y rechacé una cita al cine con una apuesta chica para estar con ella, pero cuando se lo dije no sé porque se enojó aun más, ¿esas son las hormonas no? -una seca risa sale de los labios de mi mamá

-Hijo, cuando nos enojamos no siempre es porque tenemos la regla, a veces son solo cosas que nos atormentan -frunzo el ceño

- ¡Pero se enfadó y luego se olvidó de nuestra tarta de chocolate! -negó con la cabeza

-La avergonzaste y la hiciste sentir que estarías con ella por obligación -frunzo el ceño y bufo, no fue con esa intención, pero sé que en una discusión nunca le ganaré a mi mamá