El chico de azul

Capítulo 1

Suena el despertador.

Intento apagarlo pero en lugar de eso, solo consigo tirarlo al suelo.

Sigo durmiendo.

Unas horas más tarde, Mussy me despierta con sus ladridos.

Medio aturdida busco mi móvil entre las sábanas, lo prendo y reparo en la hora: 11:00 AM.

Me quedo mirando el techo unos segundos somnolienta y miro de nuevo.

11:00 AM

Es ahí cuando reacciono.

-¡Mierda! ¡Cómo pude olvidarlo!

Me levanto, voy al baño y lavo mi cara. Me miró al espejo maldiciéndome.

-¡Si Camil no me ve ahí jamás me lo perdonará! ¡Y jamás me lo perdonaré! No puedo fallarle.

Hoy es el cumpleaños número 18 de mi prima, y habíamos quedado en que iríamos juntas a almorzar.

Aún en pijama bajo las escaleras a toda prisa pensando en desayunar, pero no hay tiempo para eso. No puedo dejar a Camil esperando.

Subo nuevamente y me dirijo al baño. Me doy una ducha rápida, un poco de shampoo, una enjabonada y me enjuago. Corro a mí habitación envuelta en una toalla y me visto cómo puedo.

Busco en el armario y me pongo unos pantalones negros con una blusa a lunares. Intento peinarme pero es tarde, así que solo desenredo el cabello, tomo un abrigo y salgo, con el pelo todavía húmedo.

 

Llegué puntualmente a la hora acordada.

-¡Camil!- exclamé al verla.

Corrí a darle un fuerte abrazo y seguido de eso apreté sus lindos cachetes.

-Sabes que odio que hagas eso- me dijo frunciendo el ceño.

-Lo siento, no puedo evitarlo- dije riendo al ver su cara- por cierto ¡Feliz cumpleaños!

-Gracias Alice- dijo con una amplia sonrisa que apenas dejaba ver sus ojos.

-Bien ¿Pedimos algo? Muero de hambre.

-¿Acaso no desayunaste? - pregunto al oír gruñir mi estómago.

-¡Agh! No, me levanté súper tarde.

-Olvidaste que era mi cumpleaños ¿Cierto?

-¡Hey! Lo que importa es que llegué a tiempo.

Camil asintió y soltó una risita.

Pedí una hamburguesa completa con papas, y ella una ensalada, que más bien parecía solo un pedazo de lechuga.

-¿Y eso?- dije haciendo un gesto con la cabeza señalando su plato. -¿Estás a dieta? Esa ensalada da lástima.

-Decidí hacerme vegetariana. ¿No te lo dije?

Hice una mueca y le di un mordisco a mí hamburguesa, Camil miraba con repugnancia.

-¡Vamos! Hace una semana te encantaban estas- Le dije mostrándole el pedazo de carne.

-Eso fue antes de ver como las fabrican- dijo y se estremeció.

-Bien cambiemos de tema- continuó Camil- ¿Cómo van las cosas con Brandon?

Su pregunta me sorprendió un poco, y al parecer mi cara lo reflejó.

-¿Por qué me miras así? Solo fue una pregunta.

-Sí, una pregunta tonta, Brandon y yo solo somos amigos.- puse firme la voz.

-Eso no es lo que andan diciendo por ahí- Dijo guiñando un ojo.

-Camil, lo que digan por ahí, no me importa. Ya sabes que la gente siempre inventa cosas y ... ¿Camil? ¿Estás oyendo lo que te digo?

La mirada de Camil estaba perdida.

-S... Sí, si si- dijo algo nerviosa y me miró con una sonrisa pícara en su rostro. -Es que, no te des vuelta...

-Sí dices que no me de vuelta me dan más ganas de voltear. ¿Que pasa?

-Al, hay un lindo chico detrás de ti y...

-¡Otro más! -la interrumpí -No vayas a tomarle fotos como a todos los chicos que te gustan, el último se dió cuenta y fue muy vergonzoso.

-¡Alice! Cállate ya. ¡Él no deja de mirarte!

 




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