El chico de cabello blanco

15. Amargura

Freeze se aferraba a Maggi con todas sus fuerzas, Maggi había perdido el control seguía insistiendo en golpear a la pobre Mangle que yacía en el suelo llorando.

—¡Ya para esto! 

Maggi no prestó atención, quería seguir atacando a Mangle, deseaba lastimarla, quería destruirla. Con furia trato de quitarse a Freeze de encima y lo hizo, en sus bruscos movimientos su codo golpeó la nariz de Freeze.

Freeze cayó en el suelo inconsciente, todos se horrorizaron al ver a su amigo herido, tirado en el suelo como si fuera un muñeco de trapo. 

La emoción de Maggi cambio al verlo, no era su intención lastimarlo, sin embargo, lo había echo.

—Lo siento mucho —dijo suplicante mientras se acercaba a Freeze para abrazarlo.

Sus amigos Freddy, Fred, Chica, Foxi y Bonny se pusieron en el camino. Ya habían pasado mucho tiempo como espectadores.

—Creo que deberías irte —le dijo Fred con una voz lúgubre.

—No te dejaremos lastimar a nuestro hermano —dijo Freddy con valor en sus palabras.

—Yo lo siento mucho —confesó Maggi entre sollozos —yo no quería, esto no debió haber pasado.

Maggi quería insistir más, quería acercarse al cuerpo inconsciente de Freeze. Loon y Bombón se pusieron en su camino también, después Mangle con las pocas fuerzas que le quedaban la amenazo diciendo.

—Será mejor que te vallas.

Maggi apretó sus puños con fuerza, miro al suelo y se mordió el labios inferior, ese acto le había dolido pero no había dolido tanto como el darse cuenta que había lastimado a su amigo. 

Freeze abrió los ojos, trato de levantarse pero sus amigos no le dejaron.

Maggi se fue dejando un rastro de lágrimas detrás suyo, todos suspiraron aliviados. Freeze estaba confundido, desorientado. No sabía bien lo que había pasado.

En una pequeña casa de blancas paredes, algo maltratada y de dos pisos. Las personas en su interior estaban preocupadas por un chico de cabello blanco.

La nariz de Freeze sólo paró de sangraba después de que su madre le atendió como sólo una madre sabía hacerlo, claro que los regaños por parte de ella no se hicieron esperar. Con voz quebradas Samanta regaño a su hijo, después miro con desaprobación a sus hijos Freddy y Fred.

Estos dos no podían sentirse peor, se habían prometido el cuidar de su recién conocido hermano, no habían movido ni un dedo para ayudarlo, sólo después de que Freeze estaba tirado en el suelo es que tuvieron la valentía de meter sus narices en el asunto.

Freeze se había echo muy popular, más de lo que el hubiera deseado. No sólo se había ganado el cariño de sus hermanos que estaban con el en la sala de la casa mientras se recuperaba, Foxi, Bonny y Chica estaban hay también, no sólo ellos Loon y Bombón no quisieron abandonarlo y los Toys estaban presentes, molestos y a la vez avergonzados.

Bon y Joy estaban abochornados por invadir la casa de Freeze. Había ya muchas personas y sólo se consideraban un estorbo, una molestia. Fue por insistencia de Mangle que estaban hay.

Mangle estaba en esa misma casa, desde lejos miraba a Freeze y a todas las personas que estaban a su alrededor. Las cosas no habían salido como ella esperaba, tampoco estaba muy orgullosa de lo que había echo.

Se había enamorado de Freeze, a su propia manera retorcida y extraña se había enamorada, su confesión de amor y golpes eran prueba de ello. Se sintió culpable al recordar que su intento de confección tenía más gritos y violencia que romance en si, pero respiraba tranquila al recordar la paliza que había recibido por parte de la chica misteriosa. No la conocía, pero le agradecía por darle su merecido.

Lo que era más extraño era que Maggi replicó que había lastimado a su amigo ¿Ellos se conocían? Si era así Freeze no pareció reconocerla.

Bruscamente Freeze se levantó de su asiento, preparó su voz y se dirigió a sus amigos y a aquellos que sólo eran conocidos.

—Lamentó mucho que esto allá pasado —habló con tristeza —yo no quería ser una molestia.

—Ya deja de lamentarte —le regaño Mangle a lo cual todos la miraron con desaprobación      —nada de esto fue tu culpa.

—Tienes razón hermana—le dijo Foxi arrastrando la voz —todo esto es tu culpa, estábamos muy tranquilos practicando hasta que llegaste.

Mangle hacia un esfuerzo sobre humano para no llorar, su hermano tenía toda la razón, aún así no podía evitar sentirme triste. Ella era violenta, cuando alguien la molestaba o no le agradaba, no era un problema para ella hablar con los puños, sin embargo, había echo lo mismo con Freeze y eso no le agradaba.

—A todo esto ¿Por qué siguen aquí? —replicó Fred con desprecio. 

Era más que evidente para todos que Los Toys no eran bienvenidos en esa casa. Mangle Entendió el mensaje, sólo los había acompañado para asegurarse de que Freeze estuviera bien. Freeze había demostrado ser una persona increíble y al mismo tiempo extraña, dejo que Los Toys entrarán a su casa cosa que era más hipocresía que preocupación, no se tomó la molestia de contarle a su madre que la persona o la chica que lo había castigado estaba pisando en piso de su casa.




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