Aquel beso, sencillo y simple había sido suficiente para Toddy al menos por el momento, pero no para Freeze.
Freeze atrapó de nuevo a Toddy, esta trato de resistirme pero Freeze no le dio descanso, la volvió a besar pero estaba vez fue muy agresivo, así como lo había sido con Mangle en su día.
Freeze introdujo su lengua en la boca virgen y sin experiencia de Toddy, explotó cada rincón de ella, Toddy forcejeo tratando de resistirse, de un momento a otro las fuerzas abandonaron su cuerpo.
Freeze terminó su acto indecente y se separó de ella, si la iba a besar lo haría bien.
Toddy quedo temblando, parecía que iba a llorar por la repentina violación de Freeze.
Toddy no podía pensar con claridad, Freeze le había besado de una forma tan salvaje que simplemente no podía describirlo, fue un beso salvaje, tan salvaje que le encantó.
—No sabía que podías besar así —afirmó ella con nerviosismo.
Freeze temió que por un momento la hubiera echo enojar, Toddy levantó su vista y le miro directo a los ojos, el color carmesí se pinto en su rostro.
—¡No puede ser! —grito de repente haciendo que la atmósfera romántica entre ellos se rompiera.
—¿Que sucede? —le pregunto Freeze confuso por aquel repentino grito.
—Olvide traerte tu nuevo teléfono —dijo muy apenada jugando con sus dedos y desviando la mirada.
Freeze soltó un pesado suspiro, recordaba que Toddy le había prometido un celular nuevo, pero eso lo le importaba.
—No te preocupes por eso —le dijo al tomar una de sus manos y besarla —con que estés aquí dándome consuelo es más que suficiente para mi.
—¿Yo de verdad te gustó? —pregunto Toddy temerosa de que sus oídos no hubieran escuchado bien las hermosas palabras de Freeze.
—Claro que me gustas —dijo Freeze con mucha confianza —eres hermosa, eres ardiente.
Freeze se sonrojo por aquello último que dijo, no estará pensando bien lo que decía.
—Tu también eres ardiente —le dijo todo con una sonrisa divertida.
Una idea surgió en la mente de Toddy, no estaba muy segura si Freeze le gustaría aquel pensamiento pero quería arriesgarse.
—Freeze, ¿Te molestaría si te pregunto cuanto es tu cumpleaños?
Freeze se estremeció cuando Toddy le pregunto por la fecha de su nacimiento, ese era un día que el no quería recordar, la fecha del año que más odiaba y despreciaba.
Se recompuso lo mejor que pudo, Toddy no le había preguntado aquello con mala intención, ella no conocía su pasado y menos conocía la razón de por que odiaba ese día, sin más que hacer le respondió.
—Cumpliré dieciséis dentro de un mes, mi fecha de nacimiento es el 25 de junio.
Toddy se levantó de su asiento, con mucha prisa estaba lista para irse, Freeze la detuvo.
—Todavía no tienes que irte —le dijo con la esperanza que lo mimara un poco más.
—Lo siento, es que recordé que tenía un compromiso, nos vemos después.
Freeze se despidió de ella, siguió agitando su mano a pesar de que ella ya no estaba a la vista.
—Que fue lo que hice —dijo para si mismo.
Freeze pensó que había metido la pata de alguna manera y que por esa razón Toddy se fue con mucha prisa, de seguro aquel beso la susto.
Freeze se lamento, el destino lo estaba maltratando como lo había echo en el pasado, con cada nuevo movimiento que realizaba perdía a más de sus amigos, estaba comenzando a quedarse sólo, soledad una vieja amiga del pasado. Freeze se estaba preparando para abrazarla una vez más como lo había echo una vez en si día.
Desde otro salón una chica de largas coletas azules caminaba por los pasillos, este escribía en su libro tratando de perderse entre las páginas, la tristeza no le permitía olvidar lo que había echo hace un momento.
Bombón le había negado la palabra a su amigo Freeze, no sólo su amigo era el chico que le gustaba, estaba enamorada un sentimiento que hasta ahora era desconocido para ella, claro que el leer libros le había dado una idea de que era el amor, pero el amor de fantasía y el enamorarse de verdad era totalmente diferente.
Aquella noche en el concierto Bombón se había aventurado en un camino muy peligroso, fue muy valiente o muy tonta al haberse enfrentado al público por si sola, sin compañía, sin amigos, y sin ningún caballero que ofreciera su espada para defenderla.
Bombón recordó cuando la tristeza la abrazo, se sentía como un nudo apretado, que estrangulada su cuello y le impedía respirar.
De un momento a otro un caballero de cabello blanco como la nieve salto al escenario para ir en su rescate.
Freeze canto junto con ella, ella canto con el y no pudo ser más maravilloso.
Freeze le gustaba un poco, no tenía ni idea de que pudiera enamorarse aún más de el.
El amor era una sensación, una emoción realmente increíble, en su momento le dio fuerza para levantarse, le dio energía para cantar y enfrentarse al público.
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Editado: 23.08.2019