El chico de la otra realidad

Capítulo XVI

26 de Febrero de 2019

Dos semanas y seis días en libertad

Me di cuenta de que había caído rendida con El Principito abierto sobre mi pecho y me había hundido en las preciosas palabras de Antoine de Saint-Exupéry cuando de repente sentí que mi corazón había dejado de latir. Abrí mis ojos de par en par y me senté en la camilla. El libro había caído abandonado en el suelo, pero me preocupaba más adueñarme otra vez de mi cuerpo que también había sido abandonado. Tomaba grandes bocanadas de aire y tosía a la vez. La tos interrumpía por largos períodos mis posibilidades de vivir, estaba ahogándome como si un par de manos estuviesen rodeando mi cuello para cortarme la respiración.

Unos pocos minutos después, por fin había recuperado la visión, la paz y el control del aire que entraba a mis pulmones, apoyé de nuevo la cabeza a la almohada y dos lágrimas corrían frías hasta mis sienes. Me dolía el pecho y me mantuve allí por un momento para recobrar la función de cada uno de mis sentidos. Me tranquilizaba sentir que mi pecho subía y bajaba y sólo me quedaba controlar el tiempo en que lo hacía. El cabello se me había pegado a la cara, lo aparté con dificultad a causa de los tubos que me unían a los medicamentos y presioné mi mandíbula para tragar.

No quise alarmar a nadie porque empecé a sentirme mejor muy rápido. Levanté El Principito del suelo, serví un poco de agua en un vaso, lo bebí y al ponerlo sobre la mesa de noche, vertí accidentalmente el líquido que quedaba en el fondo sobre la libreta de Allie.

ㅡ ¡Mierda! ㅡdije en voz baja.

Traté de limpiarlo rápidamente con las mismas sábanas de mi camilla, pero seguía húmedo. Pude calmarme al confirmar que al menos no lo había arruinado del todo. Las páginas seguían intactas, a excepción de la portada con el dibujo del cocodrilo que sufrió todos los daños. Por supuesto, maldije mi torpeza.

Puse la libreta sobre mi regazo. ¿Estaba siendo tan egoísta con mi propia hermana que el mismo destino me recordaba su presencia? Quizás Allie quería que lo leyera y yo estaba allí, rechazando lo que era para mí.

No sabía exactamente por qué razón lo tenía conmigo y tampoco cómo había llegado a mis manos. Recordé que el día que me reencontré con mis padres y me separaron de nuevo de ellos para ingresarme en el hospital, mi madre me lo había entregado, pero yo no tenía claro el orden de los tiempos, sabía que lo había visto en otro lugar antes de aquel día de mi aparición, pero no tenía claro en dónde.

Lo tomé con ambas manos y, a pesar de estar totalmente renuente a leerlo, lo abrí. Pasé la carátula en ruinas y llegué a las primeras páginas. La letra de molde y exclusivamente ordenada de Allie figuró en la tercera.

Por muy ridículo que parezca,

este diario lo comenzaré a escribir

a partir del día 29 de mayo de 2018

para recordarme que la vida

no es más que un recorrido abstracto

lleno de caminos complicados.

Uno de ellos trae sorpresas consigo,

otro viene cargado de tristezas,

y está en nosotros decidir

en cual camino nos bajamos del tren.

Fueron las palabras que Allie había elegido escribir como introducción. Tuve miedo porque supe desde el comienzo que esas palabras, aunque no llevaran mi nombre, las escribió por mí.

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Nota: Hola! Capítulo cortito, pero con un bonito mensaje. Quiero que me cuenten su percepción y si tienen alguna pista. Tenemos la amnesia de Cassie, el trastorno de Christopher ♥️ Lorent y el sospechoso diario de Allie.

 




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