El chico de la otra realidad

Capítulo XXIII

Las inmediaciones del Fergus Falls eran imponentes y a la vez tenebrosas, especialmente por las noches y dentro del bosque, aunque seguramente ese último aspecto sólo estaba en mi cabeza. Definitivamente era hora de dejar mis miedos a un lado.

Los árboles que nos rodeaban amortiguaban el sonido y evitaban que se escuchara la música en el edificio del psiquiátrico. Aparte de aquella fiesta, todo a su alrededor estaba tranquilo. Nos encontrábamos cerca del lago que había identificado aquella noche estrellada en el techo con Lorent y que de cerca parecía más bien un hoyo negro a esas horas de la noche.

No se me salía de la cabeza lo notable que eran las marcas en mi cara y que los otros chicos las verían estando tan cerca de mí. Me pasé el pulgar en la marca de mis labios que era la que menos pude tapar en un intento de confirmar si seguía allí. Por supuesto que seguía allí, mi experiencia con el maquillaje iba de haber maquillado a mis muñecas a los once años, hasta haber visto a mi hermana mayor ponerse algo de rubor cuando salía al cine con sus compañeras de la escuela.

Era difícil distinguir las caras de los chicos en la oscuridad, pero estaba segura de que no había visto a ninguno de ellos desde que me internaron, supuse inmediatamente que eran chicos del primer piso a los que nunca los dejaban salir. Esa regla también aplicaba para Lorent y Charlie, pero ellos, de alguna manera, tenían eso controlado.

Nos acercamos a la hoguera donde un círculo de personas que bebía en vasos de color rojo se giró cuando nos escucharon llegar, todos se quedaron callados al reconocerme y solté mi brazo instintivamente del de Lorent.

ㅡChicos, ella es...

ㅡCassie ㅡinterrumpió una chica acercándose a mí y dándome un abrazo increíblemente afectuosoㅡ. Sabemos quién es, Lorent. Yo soy Becca, él es Aiden, ella Sophie y él es...

El último chico del pequeño grupo estaba a unos pocos metros bailando una especie de "danza étnica", hacía movimientos bruscos y repentinamente hacía otros más lentos que me recordaron a los movimientos de una tribu indígena, movía los hombros en círculos, luego subía y bajaba sus caderas. Todo totalmente descoordinado y fuera del ritmo musical que teníamos de fondo. No supe si podía reírme por lo que hacía o esperar a que alguien más lo hiciera para no ser imprudente.

ㅡÉl es Nasim ㅡsiguió diciendo Becca soltando un suspiro de decepciónㅡ. En algún momento se cansará, su nombre significa "aire fresco", así que se cree aire de primavera y que puede hacer que el invierno termine pronto.

Por fin pude soltar la risa burlona que tenía retenida y ella la acompañó.

ㅡSiéntanse como en su casa ㅡdijo Aidenㅡ, y bienvenida a nuestra fiesta Cassie.

ㅡGracias ㅡdije con una pizca de vergüenza.

Lorent y yo nos sentamos en un tronco seco y viejo acostado en el suelo.

ㅡ ¿Cómo hacen para que no los descubran? ¿Algunos de estos chicos no están...? ㅡle pregunté a Becca quien era la que tenía más cerca señalando a la multitud que bailaba en la fiesta. Sentía tanta curiosidad sobre eso que no pude evitar preguntar.

ㅡ ¿Locos? ㅡcuestionó Sophie que pudo escucharme del otro lado. Pude sentir la tensiónㅡ. Verás, Cassie. Que estemos alojados en el primer piso del psiquiátrico no significa que seamos estúpidos.

ㅡNo... no quise decir eso, yo sólo...

ㅡLo sé ㅡrespondióㅡ, es lo que la mayoría piensa. Lo cierto es que Lorent es quien tiene más tiempo aquí y tiene las llaves de cada una de nuestras habitaciones. Así es fácil que todos escapemos en grupos de cuatro o cinco. Sólo es cuestión de coordinación.

Abrí mis ojos sorprendida y giré para estar frente a Lorent, mi cara era un gran signo de interrogación. Él levantó sus hombros sin saber cómo explicarlo.

ㅡNo creas que él es el único, Charlie también es parte de todo esto. Él es el último en salir de su habitación para asegurarse de que todo esté en orden. Aunque estoy un poco en contra de eso.

Fruncí el ceño porque no entendí a lo que se refería, aunque reconocía que Charlie podría distraerse fácilmente, no parecía costarle mucho trabajo cumplir con su función de vigilante.

ㅡ ¿Qué puedo hacer? ㅡdijo Lorent alzando los hombrosㅡ Ninguno de los dos soporta ver a la gente encerrada en una habitación sin poder hacer nada.

Mi corazón palpitó fuerte, exhalé lentamente para controlar el hormigueo en mis piernas. Mis ojos se encontraron con los de Aiden que vio inmediatamente mi expresión nerviosa.

ㅡ ¿Cómo es que tienes esas llaves? ㅡquise saber.

ㅡVerás, es una larga historia ㅡsuspiró y por un momento pensé que no estaba siendo totalmente honesto conmigoㅡ. En resumen, uno de esos días en los que una ambulancia me fue a buscar a casa, tomé las llaves del bolsillo del doctor que me recibió en urgencias. Fue un misterio que hasta ahora no han podido resolver.

Sonreí.

ㅡCuéntanos, Cassie, ¿qué te trajo a este lugar? ㅡpreguntó Becca.

Apreté los labios, le temía a esa pregunta.

ㅡCreo que todos sabemos por qué está en el Fergus Falls, Becca ㅡdijo Aiden sin despegar sus ojos de los míos.

No quise ver lo que expresaba Lorent, así que me limité a jugar nerviosamente con mis manos.

ㅡSí, todos aquí lo sabemos, pero sería interesante escuchar su versión de la historia.

ㅡBasta Becca ㅡdijo Lorentㅡ, sigamos con la fiesta. No creo que sea buena idea de hablar de estas cosas.

ㅡEs cierto ㅡdijo Sophieㅡ, pero creo que Becca sólo quería romper el hielo, así que empezaré yo para que Cassie se sienta cómoda.

Lorent volteó los ojos, quiso protegerme, pero sus amigos se veían emocionados por mi historia. Todos excepto Aiden. Por supuesto yo no quería que ninguno de ellos empezara a hablar de sus trastornos porque sabía que en algún momento me tocaría a mí y que existía el riesgo de tener que hablar desde el momento en el que Charlie me había dicho que iríamos a una fiesta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.