El chico de la Ventana

Melocotón maduro

No podía dormir…

Después de la confesión de Simón el ambiente fue incómodo, traté de arreglarlo fingiendo que estaba tranquila pero sabía que las chicas no se creerían eso—Ni yo misma me lo creería.

Después de cenar, las chicas decidieron irse, Simón las acompañó a la puerta y charlaron un rato.

—Se lo tomaron bien las chicas—Dijo.

Yo le sonreí educadamente y me puse a lavar los platos.

—Debo ir a recoger a mi madre a su clase de cerámica—Simón se acercó a mí y me besó inesperadamente, aún tenía los guantes puesto y mojados y un plato sucio en mi mano izquierda, sin embargo eso no le impidió besarme con todas sus fuerzas y acariciar mi espalda baja.

—Ya regresó—Susurró si aliento, yo solo pude asentir con la cabeza.

Pero había pasado 2 horas y Simón no regresó. Le marqué pero me mandaba enseguida a Buzón, intente con su madre pero sucedía lo mismo.

Eran la 1 de la madrugada y era lógico que no pudiese conciliar el sueño.

Mi teléfono vibró en mi mesa de noche, salté de la cama y conteste sin siquiera mirar el identificador de llamadas.

—Alex…—mi madre era la que llamaba. Su titubeo me preocupó.

—Mamá ¿Está todo bien? ¿Por qué llamas a esta hora?

Mi corazón latía en alguna parte de mi cuerpo.

—Es Simón, Esta en el Hospital.

No fue difícil imaginar que hice después. Llegue al hospital solo 10 minutos después de la llamada de mi madre, ella dijo que Simón estaba en emergencias, estacioné a una cuadra del hospital y corrí lo que me faltaba para llegar, La enfermera Betty, una amiga de mi madre estaba atendiendo en emergencia y de inmediato me dijo en que camilla estaba Simón. Urgencias estaba demasiado lleno, pero discretamente iba caminando rápido hacía el área de atención de camillas.

Corrí la cortina de la camilla con desesperación, él se encontraba recostado y una enfermera le estaba saturando una herida en la frente, su madre estaba parada junto a él.

—Alex…—Simón intentó levantarse pero la enfermera se lo impidió.

— ¿Qué fue lo que pasó?—Pregunté sin aliento.

—Oh nada grave—dijo la señora Patricia—Solo…

—Tuve un accidente con el auto—Interrumpió Simón—Intentaba darte una sorpresa…

Lo miré y el apretó los dientes, no si era por la herida o por impotencia...

la enfermera le estaba desinfectando la herida en la frente, me fije en ella, no era muy profunfa, sin embargo rogaba porque no tuviera nada que ver el tumor

—Te mentí—Dijo después de un rato—No iba a recoger a mi madre, iba a comprar un auto usado y darte la sorpresa para irnos de viaje juntos, sé que tiene un auto pero quería comprar este para nosotros dos, pero cuando iba a verte...—Se quedó callado y agachó la cabeza como si no quisiese compartir lo que faltaba de la historia, yo aún no procesaba el hecho de que quisiera comprar un auto para los dos…Tenia el mío, pero no era mío en realidad.

—Me maree y me estrelle contra un poste…—Apretó su puño y yo de inmediato voy hacia él.

La enferma terminó de saturar la herida justo en ese momento y salió junto con la madre de Simón para buscar al doctor.

—Lo siento—Dijo.

—No amor—Me hice un hueco y me senté en la cama con él, lo rodee con mis brazos y le bese el hombro—Porque te disculpas, no tienes que disculparte por absolutamente nada.

—Arruiné la sorpresa y de pasó el auto para nosotros—Beso mi cuello y me abrazó de vuelta.

—Simón escúchame, cuando me llamaron del hospital pensé lo peor, pero verte bien, sin ningún daño es suficiente para mí. Además yo puedo llevarte de viaje cuando quieras—Recuesto mi frente con su hombro y exhalo—Dios estaba muy preocupada.

—Mi teléfono murió, además estaba avergonzado y no quería que supieras que me estoy convirtiendo en un inútil, Alex.

—Mírame—Tomé su rostro entre mis manos y miré sus increíbles ojos verdes— ¿Cómo se te ocurre que yo pensaría algo así?

—Los mareos se están intensificando, Alex—Indicó

Yo me quedé callada un segundo.

—Entonces tendré que siempre junto a ti.

—Yo no quiero llegar a depender de ti.

—Y yo no quiero que creas eso, solo quiero estar junto a ti. Solo eso

Me miró y me brindó una sonrisa triste, yo en cambio le devolví una feliz.

—Volvamos a casa—Le dije.

—Tú eres mi casa.

Saco de su pantalón un estuche de terciopelo, tomó mi mano y la extendió —Iba a dártelo cuando te mostrara el auto pero ya no se pudo, pero quiero que sepas que te amo y haría cualquier cosa para verte feliz.

Me puso en el dedo anular un anillo sencillo de oro con un brillante pequeño, Yo jadee—Ahora oficialmente eres mi novia—Susurró

El nudo que se formó en mi garganta era demasiado grande, así que solo lloré y el beso cada una de mis lágrimas.

Su madre llego en ese momento.

—Oh lo siento, no quise interrumpir,

—Señora patricia no hay Problema ¿Está todo bien?

—Oh Sí solo, la herida es superficial y no tiene ninguna contusión

—Aparte del tumor en la cabeza, estoy bien Alex.

Puse mis brazos en jarra y él sonrió— ¿Qué? Si no puedo al menos bromear con mi enfermedad que otra cosa voy hacer.

Volvimos a casa en la madrugada, de nuevo fuimos a su habitación y dormimos juntos. Me sostuvo durante todo la noche, o lo que quedaba de ella, hablamos de todo lo que íbamos hacer en la semana. La cirugía era en menos de un mes, así que Simón quería hacer muchas conmigo.

—Mañana podemos irnos de viaje—Le comenté.

— ¿Y faltar a clases? Que escándalo, La monitora de la clase se vuela de clases solo porque le da la gana.

—Al demonio las clases

— ¡¡¿Quién eres y que le has hecho a mi novia?!! —Me dijo escandalizado y haciéndome cosquillas.

—Basta…

Dejó de hacerme cosquillas y me miró intensamente, yo deje de sonreír de inmediato




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