El chico de las Estrellas

Capítulo 21. “¿Fex?”

Fénix

¡Dios mío!

Desde que llegue no he podido ignorar por completo una fuerte electricidad, la única decisión por la cual salí de la cueva fue que ya no había más chance para mí para seguir ahí torturándome.

Así que Crux dijo que necesitaba visitar a su novia y buscar alguna cosa, me hizo la invitación la cual no rechace. Y aquí estaba volviéndome loco con la electricidad que solo las estrellas entre nosotros nos sentimos.

Yo veía a Crux que estaba muy tranquilo para no sentir lo que yo estaba sintiendo, era como que si él no lo sintiera o era que lo ignoraba. Una de dos, pero ya me tenía cansado.

-Te dije que la provisiones se acabaron y que las personas se mueve esta noche.-hablo Crux a Carlos cuando este lo ignoro.

Carlos siempre me amargaba la existencia desde que lo conozco, lo ayude a él a su hermana a escapar antes de una guerra y aunque su hermana la habían secuestrado. Estaba más irritante que nunca.

-Tu solo cállate, que Alida anda por ahí y me tiene la vida de cuadrito desde que se enteró lo que estamos haciendo.-hablo él al ver pasar una chica de pelo color rubio con uniforme militar.

Aunque no la pude ver bien, su figura se me hacía muy conocida.

-Pues habla con su papá y ya.-señalo Crux como si fuera fácil.

Carlos lo miro mal antes de negar molesto.

-Como si fuera fácil, ella cree que porque es la hija del jefe puede hacer y deshacer lo que ella le venga en ganas.-resoplo este cansado. 

Aparte aquellos pensamientos porque esa electricidad me tenía loco, yo estaba a nada de intervenir cuando una chica muy bonita entro a la sala abriendo la puerta de un solo portazo con una gran sonrisa al ver a mi hermano pero murió cuando su mirada recayó en mí.

-No me joda.-dijo ella con la boca abierta del asombro.

-¡Franmar deja de hacer eso por Dios!-chillo Carlos muy molesto, ella ni siquiera le prestó atención porque sus ojos estaban en mí y aunque me sentía un poco incómodo no se lo hice notar.

-¡Esta es mi oportunidad de oro!-chillo ella saliendo de nuevo de la sala corriendo a que se yo que lugar.

Mire a Carlos que se apretaba el puente de la nariz pidiendo paciencia y mi vi a mi hermano sonríe un poco incómodo, me cruce de brazos y mire a Carlos.

-¿La gente de aquí siempre son loca desde nacimiento o ustedes lo forma en su entrenamiento?-pregunte para molestarlo.

El solo me miro mal antes de agarra la carpeta de la mesa y salir de la sala.

-Yo creo que debes dar un paseo Fénix, Aurora esta por aquí.-señalo el caminando por el mismo lugar que Carlos.

Yo por mi parte dure un rato más aquí, pero le hice caso y comencé a recorrer todo el lugar. Pero en ningún lado encontré a Aurora, encontré fue el campo de batalla donde entrenaba, ahí vi a la chica que hace rato había entrado como loca a sala y estaba vez, discutía apartada con Crux de algo.

-Ella está muy mal y si lo ve, solo empeorara las cosas.-la escuché decirle.

Aunque los dos discutían apartado de todos, los gritos de ella no pasaban por alto.

Yo lo ignore porque me estaba volviendo más loco de lo normal con la electricidad y sin darme cuenta me vi caminado por unos pasillos que me llevaba a un apartamento no tan mal estado pero si estable. Seguí caminado y cuando sentí más fuerte la electricidad cuando me acercaba más a una puerta la abrir sin pensar.

Y fue en ese momento que llegaron muchas cosas a mi memoria, como si fuera un golpe a la cruda realidad.

-¿Sabes si ya se fue? Él bebe solo hizo que la conexión que tiene se volviera más fuerte y juro por el creador que si no fuera porque tiene amnesia y no nos recuerda ya estaría en sus brazos y comiéndole la boca.- ella hablaba tan rápido recogiendo algunas cosas del suelo que no se percató que yo había entrado.

Y sin darme cuenta me vi corriendo hacia ella.

-Mi trébol.-susurro con el corazón en la boca y la abrace desde atrás

¿Cómo rayos me pude olvidar de ellos?

¿Cómo pude olvidarla?

-Fex.-susurro ella con la voz cortada, sin darme cuenta mis manos se posaron en el vientre ya abultado.

Y pude sentí como una lagrima corría por mi mejilla

-Prometí nunca dejarte.-le di un beso en la mejilla aunque quería comerle la boca.

Ella se dio la vuelta y ver con mis propios ojos, como el embarazo la estaba matando, no quería que se fuera.

Esto era mi culpa.

-Te… te…-ella intento hablar pero no la deje, porque esto cinco meses que estuve apartado de ella y él bebe lo estaba reclamando con este beso.

No quería apartarme de ésos besos pecaminoso, aquellos besos que hicieron que cometiera la peor locura pero era porque la quería mía, quería que fuéramos nosotros dos y si eso implicaba hacerle un bebe que ella no supiera y podría matarla en el proceso, me arriesgaría porque nunca en mi vida había comenzado amar como lo hago con ella.

Nos separamos por aire que porque querer sepáranos, su respiración estaba tan rápida como la mía, que su frente estaba pegada con la mía y mis manos nunca abandonaron su vientre donde me robo una sonrisa al ver aquellos ojos grises.

-Pensaste que nunca lo supe.-hable bajito y aun así me volví a inclinar para darle un casto beso en los labios a lo que ella sonrió con tristeza.

Pase mis manos en su mejilla limpiando el rastro de lágrimas que tenía por verme.

-Te lo iba a decir, pero al parecer el destino como que nos quería lejos del uno del otro.-ella también coloco sus manos con las mías.

Mi mirada se posó en los dos collares que ahora estaba rojo y me reír porque así eran ellos dos.

-Jamás creí que te iba afectar tanto.-susurro arrepentido aunque sabía que ella no lo sabía todavía.

Ella negó como si nada y una de su mano se posó en mi mejilla.

-Solo es una mala alimentación, no te preocupe todo va a estar bien.-ella hablaba tan segura que si yo no supiera los riesgo de todo esto me hubiera convencido.




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