Aldora
-¡Ay!-chille furiosa mientras miraba desde el balcón como Francia se acercaba a mi hombre.-Esa perra se está buscando que en el infierno le reserven un puesto.
Entre a la habitación furiosa buscando el mono y la chaqueta que iba a colocarme, ya habían pasado dos meses y al parecer estaba recuperándome poco a poco.
Para mí, que todo esto tenía que ver Fénix.
Ya no estaban tan flaca y los ojos tan hundidos, mi pelo había tomado brillo y ahora si parecía una mujer embarazada perfecta para tomarle fotos en una revista de moda.
En cambio, esto dos meses no pude averiguar mucho sobre la perra de Francia de su relación con Carlos. El chisme me tenía loca y Crux no ayudaba, solo venía a veces porque al parecer él y Franmar estaban en misiones cubierta. Carlos solo venia en ocasiones de madrugada y se volvía a ir.
Fénix seguía entrenando a su unidad que al parecer hoy por primera vez desde que nos volvimos a rencontrar, saldrá en misión y me dejara sola.
Yo en cambio me hice más amiga de Carolina, la cocinera que me regalaba muchas tartas de manzanas y cumplías mis antojos cuando bajaba a la cafetería a comer.
Me coloque el mono grande y la chaqueta para abrigarme un poco, y fui al ascensor especial que mi padre me había enseñado desde que le dijeron de mi condición con él bebe.
¿Y adivinen quien no se deja ver todavía?
Si, el que me estaba poniendo como una vaca.
Introduje la llave en el ascensor y presione el primer piso, cuando estuve en primera planta. Camine sin pensar y me valía que estuvieran en entrenamiento.
-¡Fénix!-lo llame de un grito a lo que el volteo sorprendido y la rubia se comenzó apartar.
Él le dijo algo a su gente y los vi irse, comenzó a caminar hacia mí tranquilo el muy canalla ese. Estaba sudado y en forma, y verlo así solo provocaron las hormonas se revoletearan en vez de estampar un puñetazo a ver si deja su jugadera con esa perra y la colocaba hacer su trabajo en realidad como eran.
-¿Qué paso trébol? Yo te deje durmiendo.-dijo depositando un beso en mis labios.
Yo en cambio no deje de mirarlo molesta y me cruce brazos.
-Dentro de unas horas tenemos consulta y tu aquí coqueteando con esa rubia oxigenada.-le conteste molesta.
Él en cambio rio y me dio otro beso en los labios.
¿Estaba comenzando a manipularme?
Ósea me estaba distrayendo y le estaba funcionando.
-Lo siento amor, ella fue la que se acercó… ya me iba.
Lo mire unos segundos a sus ojos negros y asentí, el volvió a darme otro beso y agarro mi mano.
-Ve si la cambia de unidad, pero no la quiero cerca tuyo hasta que me entere que tenía ella con Carlos.-los dos comenzamos a caminar hasta la enfermería agarrado de manos.
-¿Todavía sigues en lo mismo?
-Sí.
-Y yo pensando que lo habías dejado así.
Lo mire unos segundos y negué, yo cuando me propongo algo lo cumplo.
-No mucho, solo descubrí que se conocían desde pequeños y por mala suerte de él, ella quedo en la misma zona que el capitán.-me burle recordando como una de las cocineras me lo contaba.
Esas mujeres eran las que le encantaban el chisme, pero se rehusaban a contármelo porque yo era nueva.
Ah, tenía que llegar con un chisme nuevo a ver si me incluían en su chismería y me enteraba de algo.
-Mmm eso explica porque es tan amargado.-dijo el abriendo la puerta de la enfermería y la sostenía para mí.
-Sí, yo también creo que es por eso.-dije entrando.
Los dos llegamos hasta la recesión donde estaba un chico mirando unas carpetas.
-Buenas tardes.-hable llamando la atención del chico que aparto la mirada de la carpeta para colocarla en nosotros.
-Familia Smith, el doctor lo espera en la sala 3.-hablo el mirando una hoja.
Yo solo asentí y camine por el pasillo que ya lo conocía también en esto ocho meses.
-Deberías buscar un apellido.-le dije a Fénix cuando se detuvo para abrir la puerta.
Él me miro confundido pero no abrió la puerta.
-¿Y eso? Con el tuyo es suficiente.
-Para él bebe, yo no quiero que tenga un solo apellido Fex.-le dije comenzando a irritarme.
Con el embarazo todo me irritaba.
El negó pero abrió la puerta.
-Con el tuyo está bien.-dijo bajito para que el doctor no lo escuchara.
-¡Familia Smith, pasen por fin vamos a conocer el sexo del bebe!-hablo el doctor alegre mientras me señalaba la camilla.
Y ahí estábamos como esto dos meses intentando averiguar el sexo y nada que nada se revelaba, se mostraba saludable pero nada de saber que era.
El doctor siguió moviendo esa cosa en mi vientre mientras apretaba la mano de Fénix que de igual forma miraba la pantalla.
-Vamos bebe, mami y papi quieren saber que eres.-hablo el bajito.
Estaba muy nerviosa porque si la pantalla captaba otra cosa y se enteraran que mi bebe era una estrella. Aunque no sé cómo es un cuerpo de una estrella, tenía mucho miedo que algo nuevo lo revelara.
-¡Ahí!-señalo el doctor feliz.
-¡¿Qué?!-chillamos Fénix y yo preocupado.
El doctor enfoco y después tecleo algo.
-Bueno señora y señor Smith esperan niño.-dijo pasándome una servilleta para limpiarme el gel, sonreí alegre mirando a Fénix.
Este sonreía muy feliz y cuando nuestras miraran se encontraron se inclinó dándome un beso que me dejo sin aire.
-Por fin, Donato se revelo.-dije bromeando con lágrimas en los ojos.
Fénix negó divertido pegando su frente con la mía.
-Para nada se llamara Donato. Ya lo hablamos no queremos que sufra por ese nombre.-explico limpiándome una lagrima que salió.
-Pero ni siquiera sabe su significado.-hice puchero mirándolo a los ojos.
Esos ojos que me volvían loca me miraron confundido.
-¿Ese nombre tan feo tiene significado?-Asentí sonriendo de oreja a oreja.-Vamos a ver, ¿Qué significa pues?
-Primeramente el nombre es italiano y segundo, significa "dado por Dios".