Erick corrió apresurado, se había quedado dormido debido al cansancio y su autobús habitual lo dejo, aún así logro que una patrulla policíaca lo llevará a la universidad después de explicarles su situación. Afortunadamente había llegado justo a tiempo para su mala suerte resbaló y ensucio su camiseta por lo que corrió al baño rápidamente y se la cambio por su camiseta del trabajo, lo hizo lo más rápido que pudo y corrió hacia su clase. Sólo fueron 3 minutos pero aún así eso lo retrasó, cuando al fin llegó a su clase, la puerta ya estaba cerrada, con la típica nota en la puerta.
"Si llegas tarde no te molestes en tocar. El horario existe por una razón".
Dos líneas, solo dos líneas y su día estaba arruinado. De haberlo sabido me habría quedado en casa descansando, pensó poniendo su mano sobre la puerta con pesar. -Porque? Solo son 3 minutos tarde -se lamento en voz alta.
-Hey niño, necesitas ayuda? Estas perdido o algo? -la voz preocupada de un compañero interrogó.
-No soy un niño, estamos en la misma clase.
-De verdad? Yo nunca antes te había visto.
-Es broma? Este es nuestro 2do año juntos, estudiamos la misma carrera así que técnicamente tenemos las mismas clases -respondió-. Se que soy invisible socialmente, pero esto ya es pasarse, sabes?.
-Oh si te recuerdo, tu eres mmmh... Pedro cierto?
Erick volteó con el rostro rojo de ira, no era la primera vez que un imbécil rico y prepotente asumía que su nombre era Pedro, José, Juan o Manuel por el simple hecho de tener la piel morena, los ojos cafés y ser de baja estatura, pero este imbécil lo dijo con cierto tono que lo enfado realmente.
-Te diría un insulto que involucrara a tu madre, pero supongo que ya es suficiente castigo para ella tenerte como hijo.
-Se supone que eso me ofenda?.
-La verdad es que no podría importarme menos si te ofende o no, simplemente estoy reafirmando algo.
-De verdad? Porque parecía que tu intención era ofenderme -se burló nuevamente el idiota de ojos claros.
-Como sea me voy, tengo mejores cosas que hacer -Erick decidió marcharse lo menos que necesitaba era meterse en problemas con uno de los niños bonitos de la universidad, el niño de oro se su clase no pensaba dejarlo irse tan fácilmente.
-Tienes que abrir tu puesto de mercado? Que vendes? Verduras o ropa de pésima calidad? -ese imbecil Erick volteó, con el enfado aún marcando su rostro, 0ero con la mirada tranquila.
-Huy que original eres, me llamaste indio verdulero -respondió con burla, la verdad era que el coraje lo estaba carcomiendo, pero aunque fuera injusto no podía contestarle como se merecía. Estaba estudiando en esta carisma universidad gracias a una beca y no podía arruinarlo por la estupidez de un niño mimado.
-Lo siento, escucha yo...-el chico se veía arrepentido, a Erick no le importaba.
-Mira David, no me importa un carajo tu cerebro tamaño canica? Pero me molesta que hables mal de mi cultura cuando esta es nuestra tierra. Tierra de la que parásitos como tu y los tuyos se aprovechan -Erick jalo el brazo soltadose del agarre de su compañero y se dispuso a irse.
David parpadeo lentamente sintiéndose un completo y reverendo imbécil, tenía que disculparse, no. No tenía, debía disculparse antes que esto se hiciera más grande y corriera por las redes, decidió alcanzarlo por lo que corrió tras Erick.
-De verdad lo lamento, no fue mi intención, te juro que no se que me pasó -se disculpo.
-Aja -fue toda la respuesta que obtuvo de Erick mientras esté seguía caminando ignorandolo como si no fuera nada.
-Hey me disculpe, no puedes dejarlo ir y ya? No es la gran cosa. -Erick volteo y lo miro incrédulo, le sonrió amablemente y le saco el dedo del medio antes de continuar caminando-. Dije que no fue mi intención, puedes dejar de mirarme como si fuera la mierda embarrada en tus zapatos?.
-Jodete -fue la respuesta que obtuvo de un furioso Erick que no dejaba de caminar.
-Ya calmate. Dios, ni que fuera la gran cosa.
Esto llevó a su límite a Erick que se paro en secó con los puños apretados y una mirada asesina. David se asustó mucho cuando el pequeño chico se acercó a el mirándolo con desprecio y asco.
-La gente como tu siempre es igual -Erick toco el pecho de David con la punta de su dedo-. Siempre es lo mismo, no es la gran cosa, siempre usan la misma excusa para ser unos cretinos, ¡¡¿Como que no es la gran cosa? ¿Quién lo dice? ¿Un montón de políticos blancos? Yo que soy parte de la población afectada creo que si es la gran cosa, así que no me digas que no es la gran cosa maldito imbecil!!.
-Lo siento yo...-David no supo que mas decir.
-Una disculpa no te exime de tu estupidez, así que hagamos como si esto no pasó jamás, yo nunca te vi y tu no me llamaste indio verdulero, estoy ansioso por no volver a existir para ti -Erick se marchó dejando a David en el pasillo no tenía tiempo para ese tipo de cosas, tenía una clase más ese día pero decidió saltarsela ya que lo que menos que quería era ver a don idiota alias David.
David salió de allí sintiéndose una completa basura, el no era así. No tenía idea de porqué se había comportado como lo hizo y eso lo desconcertaba, seguía dándole vueltas y vueltas en su cabeza mientras manejaba su deportivo a casa no tenía ganas de estudiar por lo que decidió saltarse su siguiente clase.
Erick durmió como un bebé esa noche afortunadamente hoy era un nuevo día y su horroroso ayer estaba en el pasado enterrado bajo cien metros de tierra. Si, hoy era un nuevo día así que se levantó a las 4 de la mañana para ayudar a sus abuelos y alas 5 los tres partieron hacia la ciudad que se encontraba a 2 horas y media de su hogar, después de ayudarlos un poco Erick se encamino a la universidad.
No, no, no, no, no, noooooooo. No era posible, porque? Se preguntó Erick cuando llego ala universidad y reviso su correo aprovechando el Internet gratuito.