|El Poeta|

HOLA, GRUÑILDA.

Se que tiraste mi anterior nota y también que no te agrado para nada.

¿Sabes? soy muy tímido, pero cuando se trata de ti soy muy aventado así que te diré mis intenciones. Pretendo enamorarte día a día con mis notas, se que eres muy ruda y gruñona pero ¿adivina que? Este poeta no le tiene miedo a tu rudeza.
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Sé que mi anterior misiva cayó en el abismo de tu indiferencia, pero no me detuvo. Mi corazón, impulsado por la pasión, sigue latiendo con la esperanza de conquistar tu corazón.

Confieso que soy tímido, un alma vulnerable, pero cuando se trata de ti, me transformo en un guerrero valiente, dispuesto a enfrentar tu rudeza e indiferencia, no temo tus palabras afiladas, ni tus miradas penetrantes, porque sé que detrás de esa armadura se esconde una belleza radiante.

Mi intención es enamorarte, día a día, con mis palabras, mis versos, mis sueños. Quiero ser el sol que ilumine tu día, el viento que acaricie tu alma, el refugio donde puedas encontrar paz.

No me importa si me consideras un loco, un soñador, un poeta apasionado. Estoy dispuesto a arriesgarlo todo por verte sonreír, por verte brillar como la estrella que eres.

Y por favor ya no me insultes que para mi mala suerte casi escuche como me dijiste hasta de lo que me iba a morir. Pero no me detuvo. Mi amor por ti es más fuerte que cualquier insulto, cualquier rechazo.

PD: Sonríe, oh Gruñilda, y verás que el mundo se ilumina contigo. Eres hermosa, no solo en tu belleza física, sino en la profundidad de tu alma.

PD2: Seguiré insistiendo, seguiré escribiendo, seguiré soñando contigo. Porque en tu sonrisa, encontraré mi paraíso.

—El Poeta, tu enamorado.