Domingo, 7:00 p.m.
El Poeta: Buenas noches, Gruñilda.
Gruñilda: Noches, por qué buenala, borrachera que me pondré hoy.
El Poeta: ¡Dios! ¿Por qué eres así? Tu belleza me deja sin aliento.
Gruñilda: ¿Así como?
El Poeta: Pues así respondes bien y después ya no respondes. Me dejas intrigado.
Gruñilda: Soy rara, lo sé. Por eso tienes que alejarte.
El Poeta: Si lo eres, pero eso no evitará que siga insistiendo, porque tu rareza es la que me gusta y claro, tú. Eres única.
Gruñilda: Me estás comenzando a caer bien.
El Poeta: Por algo se comienza, ¿cierto? Este ya es un avance. Un paso hacia algo hermoso.
Gruñilda: Alto, vaquero, dije que estás comenzando. Nada más.
El Poeta: Ya lo has dicho, es un comienzo. Eres como las canciones de Selena Quintanilla, emotiva y sincera.
Gruñilda: ¿Así?
El Poeta: Sí, y las canciones de Selena son muy bonitas. Al igual que tú.
Gruñilda: Eres ocurrente. Hablando de ello, aún no sé tu nombre.
El Poeta: Lo soy. No te diré mi nombre real, pero por el que me conocen, soy El Poeta.
Gruñilda: Misterioso, eh. Vale, voy a respetar eso. Siento que serás un buen amigo después de todo.
El Poeta: Sería buen novio. Te haría feliz.
Gruñilda: Vaya, poeta, como quisiera ser tan positiva como tú.
El Poeta: Solo confía y lucha; todo se logra con esfuerzo. Mira, ahora me esforzaré por ti y en unos días serás mi chica y ahí sabré que valió la pena mi esfuerzo.
Gruñilda: Ay, poeta, estás mal. En fin, te cuento, traigo un problema, no sé qué outfit ponerme hoy.
El Poeta: ¿Por qué ese problema? Si tú con cualquier outfit la parteess. Es que Gruñilda, tú eres un nivel más alto de hermosura. Brillas sin esfuerzo.
Gruñilda: Ahhh, que me acabas de levantar el autoestima, poeta, gracias por eso.
El Poeta: Gruñilda, no hace falta que agradezcas porque tú ya eres hermosa y tienes que saber amarte y sentirte una diosa. Porque eso eres, una diosa.
Gruñilda: En serio, algún día podrás encontrar a una chica que te merezca. Eres de esos chicos que no encuentran a la vuelta de la esquina.
El Poeta: Tú eres esa chica. La que hace que mi corazón late fuerte.
Gruñilda: ¡Que todo se vaya al demonio! Vamos a intentarlo, y si no funciona, Pepe Aguilar no hizo "Prometiste" en vano.
El Poeta: ¿En serio?
Gruñilda: Sí, total mañana me arrepiento. Ahorita estoy peda.
El Poeta: Sé que no estás en tus cinco sentidos y que no debería hacerlo, pero yo estoy feliz y ¡claro que voy a intentarlo!
Gruñilda: Pero hay un pero. Puedo estar peda, pero no tonta. Así que, a pesar de que acepto intentarlo, no significa ser pareja ya. Tendrás que cortejarme. Me gusta este rollo. Quiero seguir recibiendo esas notas. Soy una amargada con todos, pero tú me caes bien.
El Poeta: Claro que seguiré haciéndolo. Por todo el tiempo, tú lo mereces. Ahhh, bendita sea la borrachera en la que estás. Repito, no hay marcha atrás. Sé que tienes palabra, mi amargada Gruñilda.
Gruñilda: Tengo palabra, tenlo por seguro. En fin, poeta, te dejo. Tengo una fiesta que disfrutar y cosas por las cuales arrepentirme mañana. Feliz noche.
El Poeta: Cuídate mucho, Gruñilda. Me avisas cuando llegues a tu casa. Créeme que,
Conociéndote mañana se que eesarás maldiciendo todo.
Pero no importa porque has tomado una
Muy buena decisión, feliz noche linda.
PD [casi enviada): No te arrepentirás de esto jamás, te lo juro gruñilda.
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Editado: 30.10.2024