El Chico De Mi Sueño.

2. El viaje.

Capítulo 2.

El viaje.

 

Entro a mi baño hago mis necesidades, me cepillo y me doy una ducha. Termino de ducharme, me seco y salgo para ponerme la ropa con la que tendré que viajar durante varias horas.

Después de vestirme, me puse frente el espejo peine mi cabello y decidí que lo dejaría suelto. Estaba vestida con un pantalón roto en las rodillas, un suéter y mis Converse. Mi cabello es liso y rubio como el de mi madre, lo tengo cuatro dedos debajo de los hombros me lo corte hace un mes. Mi piel es blanca cremosa, mis ojos son cafés claros y mis labios son de un rosado sutil. Mi cuerpo... mis senos no son muy grandes y mi trasero pues de eso si tengo, tengo mi vientre plano y mi cintura de avispa, esto se debe a los ejercicios que tengo que hacer.

Agarro mi bolso, me lo coloco en mi espalda y salgo de mi habitación. Bajo las escaleras y mi madre ya se encuentra ahí con nuestras maletas.

El taxista que mi madre llamo llega, sube nuestras maletas al auto, subimos y nos dirigimos al aeropuerto. Llegamos al cabo de unos minutos gracias a Dios no había transito, según mi madre ya íbamos tarde por mi culpa ¿y que creen? aun había tiempo, para ser exactos llegamos una hora antes.

Nos sentamos en la zona de embarque que estaba casi vacía.

Mientras tanto active los datos de mi teléfono y hable con mis amigos me dijeron que me extrañarían y que esperaban verme pronto, los extrañare pero nada como para morirme de tristeza.

A quien si voy a extrañar es a mi mejor amiga Martina, yo le digo Tini somos mejores amigas desde los ocho años. Siempre hemos hecho todo juntas, ella también estaba en la academia. Estoy segura que la distancia no podrá romper nuestra amistad. Ella y yo estuvimos hablando y me hizo prometerle que todos los días hablaríamos, también que nunca me olvidara de ella, que tan pronto me baje del avión me comunique con ella y que no la cambie por ninguna estúpida. Y para ser sincera aun no me monto en el avión y ya la extraño.

No soy de esas que andan demostrando afecto, amor y esas tonterías. Son pocas las personas a las que les permito entrar a mi corazón y a las que les demuestro afecto, no lo hago muy seguido, pero se los demuestro. Mis amigos me llamaban chica icerberg ya que según ellos soy muy fría. Así soy yo y mi manera de ser, se debe por todo lo que tuvo que soportarle mi madre a mi padre, yo me jure que no dejaría que ningún hombre me pisoteara, ni me humillara, haciéndome olvidar todo lo que valgo, eso fue lo que le paso a mi madre dejo que alguien la hiciera menos y todo lo soporto porque amaba a mi padre.

Siempre he pensado que el amor nos hace débiles y no me gusta encariñarme mucho con la gente, pues pienso que eso le otorga el poder a esa persona de destruirte cuando quiera.

Mi madre sacude mi brazo con fuerza.

— ¿Qué pasa? —pregunto alarmada, dirigiendo mi mirada hacia ella.

—Estoy hablando contigo y no prestas atención —me regaña frunciendo el ceño. — ¿Me podrías decir que tanto piensas?

—Nada, solo estoy un poco cansada.

—Eso te pasa por quedarte leyendo hasta tarde—dijo dándome una mirada de desaprobación —Pero ya no podrás seguir haciéndolo, ya se te acabaron las vacaciones. Y te estaba preguntando si tenías hambre.

—Yo siempre tengo hambre —digo,  ella pone los ojos en blanco y me da una media sonrisa.

—De verdad que no sé como te mantienes en forma, si te la pasas tragando —dijo y reímos. —Bueno vamos a comer.

Me pongo de pie junto a ella, mientras me colocaba mi bolso y agarre mi maleta. Comenzamos a caminar, y decidimos comer en una cafetería. Terminamos de comer y nos fuimos otra vez a la zona de embarque, hay más personas.

Estaba aburrida así que decidí que para combatir mi aburrimiento iba a dibujar. Me encanta dibujar tanto como bailar, por medio del dibujo y del baile siempre encuentro un escape. Si estoy feliz, triste, molesta, estresada o aburrida como en estos momentos bailo o dibujo.

Saque una hoja, un lápiz y me puse a dibujar. Sin darme cuenta dibuje a un chico sentado en un banco de una plaza y en ese momento me acorde del sueño que tuve. ¡Ave Maria purísima y las once mil vírgenes! Fue muy real ese sueño, sobre todo el beso, ay San Lorenzo, que rico estuvo ese beso, me encanto, de hecho califica como el mejor beso que he tenido. Lo que vuelve raro esta situación es que me haya gustado que un desconocido me besara.

«Claro eso es lo más raro de esta situación "que te haya gustado que un desconocido te besara" por supuesto, pero, ¿Y donde dejas que este desconocido no existe amiguita? Hello necesitas que te recuerde que este chico no es real que es solo... ¿como decirlo? "el chico de tu sueño" pero no más de ahí, o sea no es REAL REACCIONA.»

Gracias conciencia pero no necesito que me recuerdes que estoy loca, ya sé que no es real ¿okay? Pero aun así me parece atractivo ¿Qué quieres que haga?

«Mmm no lo sé, déjame pensar... Que te enamores de un chico que si sea REAL ¿es mucho pedir? Deberías aprovechar de que te estas mudando seguro por fin conoces a tú otra mitad y así dejas de estarte enamorando de chicos que no existen.»




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.