El Chico De Mis Sueños

Bajo La Lluvia

Narra Allison

- Esa noche me que en la sala de la casa  de la prima de Bill, junto con Bill, quien al parecer también estaba tomado.- finalizo Alex.

- ¿Cómo reacciono a la mañana siguiente?

- Durante toda la mañana se quejo del horrible dolor de cabeza y de cuello, que tenia.

- ¿Solo eso?

- Sí, al parecer se le hacia muy común hacer amigos nuevos en sus noches de locura.

- Me gustaría conocerlo algún día.

- También me gustaría, tal vez serian muy buenos amigos.- dijo con melancolía.

- Solo, para aclarar, no sales con Sam.

- No, solo tengo ojos para una chica. - me miro con esos ojos, que ahora se observan van con un gris más claro, haciéndome sonrojar.

El estaba a punto de decir algo, cuando le tape la boca, con la mano.

- Escuchas eso- le destape la boca y me puse de pie, dirigiéndome a la puerta de entrada.

Al abrirla, pude observar como las gotas de lluvia caen del cielo y empapaba todo lo que se encontraba en el suelo, era una vista magnifica, era algo que no olvidaría. Alex con la manta en las manos, se acerco a mi y me la coloco sobre los hombros. Se recargo del otro lado del marco de la puerta y aprecio junto conmigo la vista.

Dudando un poco, deje caer la manta y di un paso fuera de la cabaña. Deje que la lluvia me empapara y se llevara todo lo que me agobiaba, me sentía libre, pero algo me faltaba. Acercándome a Alex, quien negaba con la cabeza, lo tome de la mano y lo jale, para que estuviera conmigo.

- Nos vamos a enfermar- me reprocho.

- Claro que no, solo tienes que divertirte, dejarte llevar.

Y así, los dos jugábamos en los charcos que se formaban, reíamos, y llego un punto, donde nos acercamos y nos quedamos abrazados, dejando ir todo lo malo y dejando entrar algo nuevo. 

- Ven vamos adentro, no quiero que agarremos un resfriado.

Tomados de la mano, nos adentramos nuevamente a la cabaña. 

- El baño es esa puerta, por si quieres entrar a secarte- menciono, muy tranquilo, mientras que yo esta temblando.

Solo pude asentir con la cabeza , soltándonos de la mano, entre ala baño, el cual se veía recién remodelado, sus paredes de madera y el gran espacio que tenia. Despojándome de mi ropa y tomando una toalla, comencé a secar mi cuerpo, haciendo que este entrara en calor. 

Sali del baño envuelta en una toalla, con mi ropa húmeda en las manos y una toalla en la cabeza. Frente a mi se encontraba Alex, con solo un pantalón deportivo, dejándome ver, mejor su abdomen y un pequeño tatuaje que tenia, en uno de sus costados.  

- ¿Te encuentras bien?

- Sí.

- ¿Segura?, estas muy roja.

- ¡¿Qué?!- instintivamente toque mis mejillas, las cuales estaban calientes.- Sí, solo estoy sorprendida, es la primera vez, que te veo así.

Sonrió arrogantemente y se paso relamió su labio inferior. Sentía que me analizaba con la mirada, lo que provocara que me pusiera más nerviosa. En cuanto a mi, por más que lo intentara, no podía quitar mi vista de su abdomen. Y en un pequeño impulso, me acerque a el y pase uno de mis dedos por su tatuaje, sintiendo su cálida piel.

- Ally

- ¿Si?

- Mis ojos están acá arriba.

- Lo se. ¿Qué significa?

- ¿Qué cosa?

- El tatuaje, ¿Qué significa?

- Que tenia dinero y no estaba pensando.

- Deberías inventar otra historia, así haces que suene muy aburrido.

- Lo tendré en cuneta.

Su voz, se escuchaba tan calmada, que por un momento se me olvido en donde nos encontrábamos.

- Necesitas que te ayude con eso- tomo la ropa mojado, terminando con el ambiente que habíamos formado.

- ¿Qué harás con ella?

- La pondré frente al fuego, para ver si se seca más rápido.- se acerco a la chimenea, y coloco mi ropa junto con la suya a una distancia prudente. 

Recorrí con mi mirada, la sala y al localizar una chamarra, la tome y me la puse encima, tomando asiento en el sillón, volví a tomar mi libro y busque la pagina en la que me había quedado.

El ambiente era cálido y agradable, Alex había hecho un poco de té, por lo que me encontraba sentada con mi libro en una mano y la taza en otra.  Alex, por el contrario, se había quedado dormido, la tienda improvisada.

Se observaba en calma, tan tranquilo, como si nada lo atormentara, deje la taza en la mesa y guarde mi libro, tome la manta que estaba a mi lado y me acerque a cubrirlo, me incline  y le deje un beso en la mejilla.

Me acerque a la ropa y le di la vuelta, seguía mojada, pero ya no se sentía tanto, me puse de pie y recogí las tazas, después de limpiar lo que habíamos ensuciado, puse a hervir más agua, y con más té en mi taza, me acerque a una ventana, la lluvia ya había parado, pero de los arboles seguía cayendo agua.

Me quede observando, lo tranquilo que se encontraba el bosque, caminando de nuevo a la sala, tome la chamarra de Alex y salí a tomar un poco de aire. Girando un poco la cabeza buscando algo para sentarme, encontré una silla mecedora, con cuidado tome asiento, y para mi suerte no estaba mojada, puse la chamarra de Alex sobre mis piernas.  Dando un pequeño sorbo a mi taza, me recargue en la silla haciendo que se meciera.

Al terminarme el té, baje la taza y la posicione a un lado.

Pasada una hora, uno de nuestros celulares comenzó a sonar, no quería que Alex se despertara, por lo que me puse de pie, recogí la taza y entre nuevamente a la sala. Dejando la taza a un lado, tome mi celular, que era el que estaba sonando.  

- Bueno.

- Ally, Hola, soy Chris.- se escuchaba un poco desesperado.

- Hola Chris, ¿sucede algo?- respondí con calma.

- De casualidad no esta contigo Alex.

- Se encuentra dormido, ¿quieres que le diga algo o necesitas que lo despierte?

- Solo dile, que Samantha lo esta buscando y no tiene el mejor humor del mundo.




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