El Chico De Mis Sueños

Nuestra Cena Romántica

Narra Allison

- Alex, esto es hermoso- mencione mientras admiraba el lugar.

En medio de la sala se encontraba una mesa redonda, como de las películas románticas, en el centro tenia una vela, y a cada lado de la vela se encontraban los platos y copas, a cada lado de la mesa se encontraba una silla, el suelo estaba lleno pétalos de rosas rosas y del techo colgaban, pequeñas luces, que alumbraban el lugar. Y una suave melodía se escuchaba en el lugar.  

- Me permites- mención Alex señalando sus sudadera que traía en brazos.

Asentí con la cabeza y el tomo la sudadera, decidí adentrarme un poco, para observar mejor la decoración, escuche como Alex cerraba la puerta y se acercaba a mi lado.

- Me permite llevarla a sus asiento, señorita.

- Eso me encantaría.

Entrelazando nuestros brazos, caminamos hasta la peque mesa, Alex, me tendió la silla y yo agradecí su gesto, tome asiento y espere que el hiciera lo mismo.

Ahora, que lo notaba 

- Alex, ¿Qué es esto?- pregunte tímidamente, mientras intentaba esconder una pequeña sonrisa.

- Es una cena romántica.

- Eso puedo verlo, pero, ¿por qué?

- Quería tener un momento especial, con una chica especial.- menciono. Y nuevamente me hizo sonreír.

Con mil mariposas revoloteando en mi estomago, no pude probar ni un solo bocado, aunque todo se veía realmente apetitoso. Por otro lado no paraba de mirarlo y hablar con el.

Cuando terminamos la cenar, Alex me tendió su mano, invitándome a bailar, rodeando con mis manos su cuello, y apoyando mi cabeza en su pecho , comenzamos a movernos al ritmo de la hermosa melodía que estaba sonando. Por un momento, sentí que todo a mi alrededor desaparecía, que únicamente éramos el y yo.     

- Ally- me llamo Alex suavemente- ¿Te encuentras bien?

- Sí, estoy bien, ¿por qué?- levante un poco la cabeza, para mirarlo fijamente a los ojos.

- No probaste nada de la cena. ¿No te gusto?, se que estaba un poco desabrida, peo Chris no ayudaba mucho que digamos y ...- se veía  nervioso, como si algo le preocupara.

- Alex- lo interrumpí- estuvo maravillosa.- volví a posicionarme en su pecho.

- ¿Estas segura?

- Sí, muy segura.- mencione cerrando los ojos, notando como se relajaba su cuerpo.

Y nuevamente, nos quedamos en silencio y moviéndonos lentamente, demostrando, que estábamos hechos el uno para el otro.

No se cuanto tiempo había pasado, cuando sentí los labios de Alex sobre los míos.

- Ven, quiero mostrarte algo.- me susurro al oído.

Me condujo hasta una habitación en la parte superior, la cual se encontraba completamente iluminada, gracias al ventanal, en el que se podía visualizar claramente la luna y las estrellas.

- Es hermoso verdad- me gire a mirarlo.

- Sí, si lo es- y en ese instante pude notar mejor su mirada, era una mirada cálida, el color se había trasformado completamente, ya no tenían eso color oscuro, ahora tenían un tono más suave, un gris mucho más claro y un pequeño destello de luz se reflejaba en su mirada.

- ¿Qué?- me miro con una sonrisa juguetona.

- Nada, es solo que, hoy te noto diferente.

- ¿Diferente, como?

- Estas más sonriente, y tus ojos se ven más claros que de costumbre.

- Tal vez, sea por la chica que tengo en frente. 

- Alex- dije, intentando ocultar lo sonrojada que estaba.

- Me encanta cuando haces eso.

- ¿Hacer qué?

- Intentar esconderte cada que te sonrojas.

- Yo no hago eso.

- Claro que lo haces y me encanta, especialmente, si yo soy el que lo provoca.

Inconscientemente me mordí el labio inferior, mientras Alex, apartaba mis manos de la cara.

- Me vuelves loco- dijo mientras lamia sus labios y me pegaba más a el.

- ¿Y es bueno o malo?- mencione juguetona, mientras rodeaba su cuello con mis brazos y lo acercaba más a mis labios.

- Eso quiero averiguarlo.- menciono a nada de mi boca.

Y sin esperar más nos besamos, pero no era un beso, como los otros, este estaba cargada de necesidad, de deseo, de posesión, como si nuestros cuerpos supieran que era lo que ambos necesitamos, Alex me levanto en el aire, tomándome de la cintura, y mi piernas rodearon la suya, provocando que quedáramos aun más juntos si eso fuera posible, Alex, empezó a caminar por la habitación, sentí como se iba inclinando y como mi espalda poco a poco tocaba el colchón de una cama. 

Las manos de Alex, empezaron a recorrer mis piernas, su tacto era cálido, suave, mientras que su boca baja a mi cuello, provocando, que todo mi cuerpo se estremeciera. Y entonces el sentimiento de miedo me invadió, instintivamente, frene el movimiento de su mano y la aparte de mi pierna. 

Acto, que hizo, que Alex frenara toda acción que estaba haciendo.

- ¿Esta todo bien?

- Alex yo...

Narra Alexander

- No, tienes que decir nada.- dije de la forma más cálida y dulce que pude.- Lo haremos, cuando tu estés lista.

Ally asintió con la cabeza y nuevamente mordió su labio, siempre hacia esa acción, cuando se encontraba nerviosa o incomoda, por alguna situación. Y un ligero sonrojo, se poso en sus mejillas. Apartándome de ella y poniéndome de pie, rodee la cama y tome asiento.

En eso una pequeña mano, tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos.

- Lo siento- menciono ella, cosa que hizo levantar mi mirada para mirarla.

Se notaba nerviosa, tenia la cabeza agachada y su mano estaba jugando con mis dedos.

- Ally, mírame- ella lentamente, fue levantando la vista, hasta que nuestras miradas se cruzaron.- No tienes que disculparte por nada, te traje aquí por otra cosa. Si no estas segura, no te voy a obligar y tampoco te voy a presionar- le acaricie la mejilla, con mi mano libre, logrando que me diera una linda sonrisa.




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