Al llegar al tocador, no pude retener mi tristeza, comencé a llorar, jamás imaginé lo difícil que sería pedirle a Luke que se alejara de mi, no creí que fuera tan doloroso, sólo he pasado una semana con el, no es justo que mi corazón le diera tanta importancia, admito que logro hacerme sonreír después de tanto tiempo.
Luke
No se que le sucedió a Isabella, pero se que no está bien, ella no es así, cuando estoy por correr tras ella, su mamá sale de la consulta, me ve muy preocupada porque no ve a Isabella por ninguna parte,
—¿Dónde está Isabella Luke?
Veo por donde ella corrió,
—Fue al tocador.
No quiero decirle que Isabella no se encuentra bien, pero algo sucedió en la consulta, ella estaba bien en la mañana, me acerco a la psicóloga y la saludo, ella me sonríe,
—Tu debes ser el nuevo amigo de Isabella.
Cuando quiero decir que si, recuerdo las palabras de Isabella, no somos amigos,
—Oh no estoy seguro de eso, quería preguntarle, ¿qué sucedió con Isabella en su consulta?
Ella me ve muy confundida,
—¿Disculpa? ¿A qué te refieres?
Trago saliva,
—Isabella estaba bien hoy en el desayuno, al salir de la consulta me grito que no éramos amigos y que me alejara de ella.
Mery me ve preocupada, al igual que la psicóloga, ella me ve dudosa, luego suspira,
—Sinceramente, también la vi un poco rara antes de salir de la consulta, hablé con Mery acerca de eso, pero chico, creo que deberías darle su espacio, lo que Isabella ha pasado no es fácil de superar, seguramente siente que no debe ser feliz, tiene miedo de así hacer sentir mal a su padre y hermano.
Asiento y le agradezco a la psicóloga, Mery se acerca a mi,
—Luke, disculpa a Isabella, seguramente no lo hizo a propósito.
Le sonrió y decido marcharme,
—Lo se señora Mery, creo que lo mejor es que me vaya.
Ella me ve triste,
—Deja que te lleve a la universidad.
Suspiro y niego,
—No gracias, tomaré una taxi.
Antes de marcharme, decido ir al tocador de damas, no me importa que me digan algo, necesito saber que Isabella está bien, al entrar puedo escucharla llorar encerrada en un cubículo, se que es muy difícil para ella, todo esto, suspiro y toco la puerta, ella responde con su voz ronca por llorar,
—Esta ocupado.
Siento que mi corazón duele al escucharla tan mal,
—Isabella soy Luke.
Ella sorbe su nariz,
—¿Qué haces en el baño de damas?
Sonrió algo nervioso,
—Quería saber si estabas bien.
La escucho suspirar,
—Estoy perfectamente Luke, puedes irte.
Aprieto mis puños, ¿por qué me aleja?,
—Isabella me iré, solo quiero decirte una regla de la felicidad.
Ella abre la puerta del cubículo de baño, puedo ver sus ojos hinchados por llorar, mi corazón se contrae al verla en ese estado, sin pensarlo dos veces me acerco a ella y la abrazo, ella se sorprende al principio pero corresponde mi abrazo, puedo escucharla sollozar en mi pecho, acaricio su cabello y cuando logra calmarse digo,
—"No alejes a las personas que te quieren."
Ella levanta su vista, me ve muy triste,
—Lo siento, pero necesito que te alejes de mi.
Cuando estoy por separarme de ella, me abraza más fuerte y luego se separa, seca sus lagrimas y me sonríe, en sus ojos puedo notar lo rota que está en este momento,
—Gracias por ser tan lindo conmigo, jamás olvidaré todo lo que has hecho por mi Luke.
Sinceramente no se que decir, mis ojos se han cristalizado al verla en ese estado, respiro hondo y le sonrió una última vez, salgo del baño de damas y me alejo de Isabella, trate de sanar su corazón, pero creo que no soy la persona indicada, ella merece lo mejor y en este precioso momento yo no soy lo mejor, me doy vuelta y me despido,
—Espero sea un hasta pronto Isabella.
Ella baja la mirada y ahora si la dejo sola en el baño de damas, deseo que me detenga, pero no lo hace.
Al ver que Luke se marchaba, más su regla para ser feliz hizo que los pedazos rotos de mi corazón se rompieran aún más, hizo que me preguntara, ¿por qué no puedo ser feliz?, ¿por qué no merezco ser feliz? En serio anhelo tener aunque sea un poco de felicidad, quiero que quien me ayude a ser feliz sea Luke, al verlo cada vez alejarse más de mi, mi corazón latía demasiado rápido, entre más lejos estaba más rápido latía mi corazón, sentía que perdía a alguien muy valioso, no debía permitir que se alejara de mi, no debía perderlo, con lagrimas que corrían sin detenerse por mis mejillas comencé a correr tras Luke, no me importaba si el chico de mis sueños se molestaba conmigo, el solo era producto de mi imaginación y con ayuda de Charlotte podría superarlo, escuché a mi madre preguntar que me sucedía, pero no podía detenerme a explicarle, salí de la clínica de la psicóloga y no vi a Luke por ninguna parte, comencé a gritar,
—¡LUKE! ¡LUKE! ¡LUKE! ¡LUKE TE NECESITO! Al no recibir respuesta caí al suelo, mamá estaba muy preocupada, me dijo que Luke se iría en taxi para la universidad, así que pensé aún tengo la oportunidad de decirle a Luke que me perdone.
Al llegar a la universidad, busque a Luke por todas partes pero no estaba, no sabía dónde vivía el, recordé que tenía su número de teléfono, cuando estoy por llamarlo, el está frente a mi, es Luke, lagrimas de felicidad y emoción comienzan a correr por mis mejillas, corro hasta donde el está y digo,
—Luke, lo siento mucho.
El me sonríe cálidamente, esa sonrisa que hace que mi corazón se calme, se acerca a mi, no se que me sucedió pero lo abracé fuertemente, el correspondió a mi abrazo, las partes rotas de mi corazón comenzaron a curarse, mientras Luke acaricia mi cabello dice,
—No debes disculparte por nada Isabella.
Siento que no merezco un amigo como Luke, pero lo necesito, necesito que me ayude a ser feliz, se que es egoísta de mi parte, pero no me importa ser egoísta por esta vez,
—Si debo disculparme, tú siempre has sido muy lindo conmigo y yo tuve miedo de ser feliz y tus reglas no son estúpidas, son geniales, me han ayudado mucho.