El chico de mis sueños

Capitulo 21: ¿Qué quieres de mi?

No se es mi imaginación o Isabella acaba de apretar mi mano, la veo pero ella sigue dormida en su camilla, tal vez es producto de mi imaginación, así que continuo hablándole,
—Isabella, debes despertar, me debes un almuerzo, estoy cien por ciento seguro que tú no recuerdas las reglas de felicidad que te he comentado.

Ella comienza a mover su cabeza, también frunce el ceño y continúa apretando mi mano, creo que mis idioteces al fin funcionan para algo,
—Veo que finges dormir para no llevarme a comer, si es así me enojare contigo.

Isabella comienza a balbucear algo, pero no logro entenderla,
—¿Isabella? ¿No logro entenderte?

Ella trata de decir algo, pero no comprendo el que, aprieto su mano, dandole a entender que estoy aquí junto a ella, logro entender que dice,
—"¿Qué quieres de mi?"

No comprendo su pregunta, pero decido responderle,
—Quiero que despiertes, que me digas ¿por qué tomaste esta decisión?

Isabella comienza a sollozar, lo cual me sorprende mucho, lágrimas comienzan a correr por sus mejillas, aprieto su mano,
—Isabella, no llores, ¿qué sucede?

Mi teléfono comienza a vibrar en mi pantalón, ¿quién podrá ser a esta hora? Al ver el nombre frunzo el ceño, Julissa, ¿qué quiere?, decido ignorarla Isabella está llorando, vuelvo a tomar la mano de Isabella, pero mi celular vuelve a vibrar, trato de ignorarlo nuevamente pero Julissa sigue insistiendo, así que me alejo un poco de Isabella y respondo la llamada,
—¿Hola?

Escucho la voz ronca de Julissa, ella ah estado llorando,
—¿Luke, puedes venir por favor?

No se que responder, justo ahora estoy con Isabella, pero Julissa está llorando,
—¿Qué sucede Juli?

Ella dice con voz temblorosa,
—Ella está..— no puede continuar y comienza a llorar. No se que está sucediendo pero Julissa necesita ayuda y confío en mi para eso, Isabella está en el hospital cualquier cosa estará bien, pero Julissa está sola, sin despedirme de Isabella decido salir del hospital y dirigirme a la casa de Julissa.

Isabella
Acabo de despertar y noté que Luke hablaba por teléfono cerca de mi, al principio no le di importancia, hasta que escuché que hablaba con Julissa, me di cuenta que el le dice "Juli" seguramente son muy unidos, luego de su cita, no se porque razón me molesta que hable con ella, cuando estaba por hablarle el dijo,
—Juli, estaré ahí pronto.

Salió de la habitación sin decir nada, eso hizo que me sintiera mal, yo estoy en el hospital, debería estar aquí conmigo, no se porque creí que Luke siempre estaría para mi, pero desde el momento que salió con Julissa en vez de salir conmigo debió aclararme muchas cosas.

—Isabella, despertaste, ¿cómo te sientes cariño?¿Necesitas algo?—Entra mamá diciendo a la habitación, algo emocionada y triste a la vez.

Trato de sentarme en la camilla, pero de inmediato me siento mareada, así que vuelvo a estar acostada,
—Me siento algo mareada y tengo hambre.—Me sincero con mamá.

Ella retira algunos cabellos de mi rostro y me sonríe dulcemente,
—Isabella, me alegra que despertaras, los mareos serán normales y buscaré alguna enfermera, no se si ya puede comer.

Mamá sale de la habitación antes que pueda responderle, sigo pensando en Luke, pero de pronto vuelvo a ver a el chico de mis sueños, el me sonríe, pero con su sonrisa hoy no siento miedo, el se acerca y se sienta junto a mi, acaricia mi mejilla y dice,
—Isabella, estoy muy decepcionado de ti, hiciste un buen trabajo, pero tú amigo Luke lo arruinó todo.

Poco a poco, comienzo a recordar lo que sucedió, todo es muy confuso, pero de manera borrosa recuerdo lo que sucedió, lo veo sorprendida,
—¿Trataste de quitarme la vida?

El sonríe dulcemente,
—Claro que no cariño, solo te ayudaba a buscar la paz, que tanto necesitas.

—¿Paz?— pregunto confundida.

El asiente, pero no dice nada, mamá entra a la habitación,
—¿Con quien hablabas cariño?

Veo al chico de mis sueños y veo a mamá, pero parece que ella no logra verlo, así que pregunto de manera nerviosa,
—Mamá...
—Tu, vez a...
Inhaló y exhaló,
—Sabes que, olvídalo, estoy algo cansada, eso es todo.

Ella me ve confundida, pero decide no preguntar, el chico sigue sentado junto a mi, me observa y sonríe,
—Isabella, solo tu puedes verme.

Frunzo el ceño,
—Cállate.

Mamá dice preocupada,
—No he dicho nada Isabella.

—Hablaba conmigo misma, no te preocupes mamá.— Digo tratando de ser muy convincente.

El chico comienza a reír a carcajadas, frunzo el ceño, el toca mi frente,
—No hagas eso, te arrugaras.

Muevo la cabeza, quiero decirle que desaparezca, pero mamá está aquí y pensará que estoy loca, aunque siendo sincera yo también comienzo a creerlo, veo a mamá,
—Podrías salir un momento, quiero estar sola.

Ella frunce el ceño,
—¿Por qué Isabella?

Suspiro,
—Solo necesito pensar.

Ella me ve triste,
—Está bien, saldré un momento, si necesitas algo solo llámame.

Sonrió,
—Gracias mamá.

Al salir de la habitación le digo al chico sentado junto a mi,
—¿Quién diablos eres?
—¿Por qué estás aquí?

El se acuesta a un lado de mi camilla, mientras arregla su cabello,
—Isabella no me hables con ese tono, soy quien tú quieras, puedes llamarme Damián, la verdad no me importa.—El encoge sus hombros y dice de manera tranquila,
—Estoy aquí para recordarte que no debes ser feliz, tu padre y hermano murieron, así que tú no mereces ser feliz.

Trato de asimilar todo esto,
—¿Pero porque antes sólo estabas en mis sueños?¿Cómo es posible que ahora estés aquí?

El se sienta nuevamente,
—Porque comenzaste a ser feliz, ya no podía seguir solo en tus sueños, tenia que estar junto a ti.




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