El chico de mis sueños

Capítulo 27: ¿Puedo ayudarla?

Luke

Estoy en mi cama y no puedo conciliar el sueño, veo la foto de Isabella viendo televisión y se ve tan hermosa, también veo la foto de Isabella durmiendo y es tan tierna, entre mas la veo, es más difícil negar que me estoy enamorando, ella es tan linda.

He buscado mil excusas para no enamorarme de ella, pero con una simple sonrisa que Isabella me de, hace que mi corazón lata muy fuerte, debo hablar con ella, espero que todo esto no arruine nuestra amistad.


 

Acabo de tener un sueño un poco extraño, soñé que Luke me besaba mientras dormía, no sé qué pasa conmigo, al abrir mis ojos, noté que Luke ya se había ido, había apagado la televisión y me había acobijado, el es tan dulce.


 

Estuve pensando en lo que dijo Luke, espero que la doctora Charlotte me ayude con Damián, cuando supo que tenía pensado contarle de él a la doctora, se molestó conmigo, dijo que si lo hacía terminaría internada en un clínica psiquiátrica, temo que eso suceda, pero quiero estar bien, por mi, por mamá y por Luke.


 

Luke me convenció de hablar con la psicóloga y contarle sobre Damián, estaba muy nerviosa, pero quería estar bien, así que le pedí a mamá que me hiciera una cita con la doctora.

Mañana tendré una cita con la psicóloga, mamá se sorprendió cuando le pedí que hablara con Charlotte.

Lo bueno es que no me pregunto nada y acepto.


 

Luke no tarde en responder,

Eso es genial Isabella, ya verás todo saldrá bien.

¿Pasó por ti a las 8:00pm?


 

Sonrió, mientras bajo las gradas contestando el mensaje,

Gracias, pero mamá me llevará.


 

Hoy iré a la casa de Luke, conoceré a su mamá, estoy algo nerviosa, Julissa también vive ahí, nunca he hablado con ella, así que también siento que no será del todo agradable.


 

Llevo un pastel de chocolate como postre, mi mamá siempre me dice que a una casa no se va con las manos vacías, así que traje postre, la mamá de Luke abre la puerta,

—Oh, hola tu debes ser Isabella, Luke habla mucho de ti, pasa.—Dice con una enorme sonrisa y me abraza.


 

Sonrió muy apenada y la saludó educadamente,

—Hola señora Schmidt, traje postre espero sea de su gusto.


 

Ella toma el postre,

—Dime Dayan, el señor Schmitd es el padre de Luke y ya no estamos juntos.


 

Mis mejillas se ponen rojas como un tomate, es verdad los padres de Luke se divorciaron, que tonta soy,

—Lo siento, no fue mi intención.


 

Ella niega repetidamente,

—No te preocupes Isabella, no me molesta.


 

Bajo la mirada y sigo a la señora Dayan,

—Ponte cómoda Luke y Julissa, bajarán pronto.—Ella se dirige a la cocina.


 

¿Luke y Julissa?, no pude evitar poner los ojos en blanco, la señora Dayan, ya estaba en la cocina así que no logro verme.


 

Llevo 10 minutos en la sala, Luke y Julissa aún no bajan, comienzo a ponerme nerviosa, comienzo a pensar que deben estar besándose o cosas peores, así que me dirijo a la cocina para ignorar mis tontos pensamientos, que aunque fueran verdad, Luke y yo solo somos amigos no debería enojarme,

"¿Puedo ayudarla?"—Pregunto con una sonrisa.


 

Ella niega con la cabeza,

—No tú eres la invitada, no deberías molestarte.


 

Sonrió nerviosa,

—Me encantaría ayudarle, no me molesta en absoluto.


 

Ella suspira,

—Muchas gracias Isabella, puedes cortar estar verduras.


 

Mientras estoy cocinando con la señora Dayan, Luke entra a la cocina, con su cabello despeinado y mojado, seguramente acaba de ducharse, lleva una camisa roja desabotonada, un pantalón negro, se ve bastante guapo a pesar que no está listo realmente,

—Mamá has visto mis zapatos negros.— al verme su rostro se puso tan rojo como la camisa que lleva puesta, sale de la cocina y ni siquiera me saluda, veo que la señora Dayan me ve con una sonrisa,

—Luke es un poco distraído, por eso no te saludo.


 

Le sonrió apenada,

—No es problema.


 

Ambas salimos de la cocina, la cena está lista, veo las gradas y Julissa comienza a bajar por ellas, pero hay algo en ella que es diferente, sus ojos están apagados, no tienen brillo, su rostro muestra lo triste que está, al verla tan deprimida, me hizo sentir lástima por ella, se sentó frente a mi, la vi a los ojos y le sonreí,

—Hola Julissa.


 

Ella baja la mirada,

—Hola Isabella, ¿cómo estas?


 

Siento un nudo en mi garganta, de lo que Julissa esta sintiendo justo ahora,

—Yo estoy bien, ¿cómo estás tú?


 

Ella suspira, se que está aguantando las ganas de llorar,

—He estado mejor.—Trata de bromear, pero se que no está bien, porque yo pase por lo mismo.


 

—Si quieres hablar algún día, puedes hablar con mi psicóloga, ella me ha ayudado mucho.—Digo tomando su mano.


 

Ella me ve y en sus ojos vi una pequeña chispa,

—Muchas gracias Isabella.


 

Luke baja las gradas, ahora está peinado y su camisa está abotonada, también está dentro de su pantalón y lleva zapatos, luce muy guapo, se sienta junto a mi y me saluda con un beso en la mejilla,

—Hola Isabella, luces muy linda.


 

Siento que mis mejillas poco a poco comienzan a sonrojarse,

—¡Luke!—Digo apenada.


 

El ríe,

—Lo se, lo se, no te gusta que te digan que eres linda.


 

Se que Luke solo está tratando de avergonzarme, así que decido hacer lo mismo,

—Luke, tu te veías muy lindo con tu cabello despeinado y tus calcetines de súper héroes.


 

El me ve sorprendido, ni siquiera sabe que responder, la señora Dayan y Julissa comienzan a reír por mi comentario, la verdad me alegra que Julissa riera.




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