El chico de mis sueños

Capítulo 30: Te vez hermosa el día de hoy

Luke

—Debe ser una broma—Digo tirando mi celular a la cama de mi habitación.


 

—¿Sucede algo?—Pregunta Julissa, con sus brazos cruzados, parada en el marco de la puerta.


 

—No es nada.—Respondo molesto.


 

Ella levanta una ceja,

—Para no ser nada, estás muy molesto.


 

La veo con mi ceño fruncido,

—Juli, no quiero hablar de eso, necesito salir.—Digo pasando a la par de ella.


 

Ella toma mi brazo,

—Luke, sabes que puedes hablar conmigo.


 

Suelto bruscamente su agarre,

—¿Desde cuando somos tan unidos?—Pregunto bastante molesto.


 

Ella me ve molesta,

—Desde que intentaste besarme idiota.


 

La veo a los ojos y puedo notar que lo que dije la hizo sentir mal, suspiro,

—Julissa lo siento, el beso fue un error, realmente lo lamento y lamento la forma en que estoy tratándote ahora, pero no quiero hablar con nadie más que Isabella.


 

Ella suaviza su mirada,

—Realmente estás enamorado de ella.


 

Sonrió al recodar a Isabella,

—No es eso, Isabella y yo solo somos amigos.


 

Ella niega con la cabeza,

—Luke, he visto cómo la vez y cómo ella te ve a ti, por esa razón no permití que me besaras, si lo hacía solo te haría ver que no soy la chica que quieres en tu vida.


 

La observo muy sorprendido,

—Juli, realmente lo lamento, jamás fue mi intención hacerte pasar por esto y te agradezco tanto el que seas tan comprensiva.


 

Ella se encoge de hombros,

—¿Qué puedo decir?, cuando conocí a Isabella, sentía muchos celos de ella, pero cuando tuvo el accidente y estuvo en coma, fui al hospital a visitarla en varias ocasiones, al principio solo lo hice para sentirme bien conmigo misma y pedirle disculpas por hacerle la vida imposible.—Ella limpia las lágrimas de sus mejillas, no sé qué es lo que está sucediendo, pero parece que Julissa e Isabella se conocían desde hace mucho tiempo, ella continúa,

—Pero al verla tan frágil, me di cuenta que Isabella jamás fue una mala persona, que yo la molestaba porque ella tenía todo lo que yo no tenía, ella tenia una familia que la amaba, mientras yo debía luchar con la depresión de mi mamá, sabes cuando su padre y hermano murieron, aún así sentí celos de ella, porque a pesar de eso, ella sabía cuanto la amaban y estaba muy segura de eso, pero cuando mamá murio, yo no estaba segura de su amor.


 

La observo tan sorprendido que no sé qué decir,

—Juli, yo....—suspiro y me acerco a ella, la abrazo y permito que llore en mi pecho, ella repite una y otra vez,

—¿Por qué no siguió luchando por mi?


 

Cuando logra tranquilizarse, se separa de mi, me ve a los ojos y dice,

—Luke, lucha por Isabella, demuéstrale cuanto la amas, si no lo haces la perderás y tendrás que vivir con eso por el resto de tu vida.


 

Le sonrió, mientras arreglo su cabello,

—Gracias Juli, eres una muy buena amiga.


 

Ella niega con la cabeza,

—Nada de eso, solo quiero que tu seas feliz y quiero que Isabella vuelva a brillar como lo hacía cuando su hermano y su padre aún vivían y tu Luke, la ayudas a brillar.


 

Suspiro,

—No estoy seguro de eso.


 

Ella me ve confundida,

—¿Por qué Luke?


 

Le conté que Isabella y yo habíamos comenzado a salir el día de ayer, también le conté sobre el mensaje y sobre lo que Isabella está pasando en este momento, al finalizar ella me ve con una sonrisa,

—Luke, realmente eres un tonto, Isabella te envió ese mensaje porque te ama, ella es una chica con un corazón increíble, por esa razón ella cree que tu perderás tu tiempo si la esperas, si te sirve de algo te daré un consejo, no te rindas con Isabella, si ella te aleja, moléstala hasta que te diga esta bien quédate conmigo.


 

Sonrió al escuchar su imitación de Isabella,

—Gracias Juli.— me despido y salgo hacia mi auto.


 

Sin pensarlo dos veces, manejo hacia la clínica donde está Isabella interna, no sé qué le diré, no sé cómo actuará al verme, pero no dejaré que me aleje de su vida, estaciono el auto en el estacionamiento y comienzo a pensar en que decirle, respiro profundo, cierro mis ojos con fuerza y me recuesto en el asiento.


 

No sé cuanto tiempo tengo de estar así, pero soy sorprendido por el guardia de seguridad del estacionamiento, cuando toca mi ventana,

—¿Qué haces aquí jovencito?—Dice en un tono desconfiado.


 

Me reincorporo y digo algo nervioso,

—Mi novia está interna en esta clínica, vine a visitarla, pero al llegar aquí me quede en blanco y no supe qué hacer.


 

El me ve serio,

—Llevas aquí dos horas, decídete si vas a entrar o debes irte ya.


 

Veo el reloj y tiene razón,

—Oh, no lo sabía, lo siento.


 

Bajo del auto y me dirijo a la clínica, en la recepción me preguntan a quien vengo a visitar, me hacen esperar un rato y me permiten entrar.

Isabella, está sentada observando por la ventana, ella no se ha dado cuenta que estoy aquí,

—¿Isabella?—Digo algo nervioso y ella se levanta y me ve.


 

—Luke, ¿Qué haces aquí?—Pregunta muy confundida.


 

Sonrió al verla, ella es tan hermosa, hoy viste un suéter gris muy grande para su cuerpo, un pantalón buzo negro, que al igual que su sudadera le queda muy grande, pero aún así se ve hermosa, lleva su cabello atado en una coleta, su expresión de sorpresa me hace sonreír aún más,

—Vine a visitar a mi novia, ¿qué tiene eso de malo?


 

Ella está muy sorprendida, que no sabe que decirme, antes que diga algo me acerco a ella y beso sus labios, dándole un beso suave y tierno,

—Luke..—dice tragando saliva.




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