El chico de mis sueños

Capitulo 38: ¿Eres una niña?

Ella asiente, la siento en la cama y reviso su tobillo, está un poco inflamado,
—Isabella, ¿cómo te caíste?

Ella se sonroja un poco,
—La verdad, estuve cantando y bailando en la ducha, cuando quise dar una vuelta en el baño me deslicé y doble mi tobillo, no me golpee mucho porque me sujeté de la cortina.

La veo molesto, ella pudo matarse,
"¿Eres una niña?"¿Por qué no piensas en las consecuencias? Isabella pudiste matarte, sabes cómo me sentiría si llego a perderte.

Ella baja la mirada avergonzada,
—Yo de verdad lo siento, no fue mi intención preocuparte, solo no pensé las cosas lo lamento.

Levantó su rostro, veo que sus ojos se han cristalizados,
—Isabella, lo lamento, no quise gritarte, solo me sentí nervioso, ¿duele mucho tu tobillo?

Ella asiente y no dice nada,
—¿Puedes moverlo?

Ella comienza a moverlo, pero se queja de dolor,
—Espera aquí, buscaré una venda, no te muevas.

Mientras busco, comienzo a pensar en Isabella, mis hormonas no soportarán estar más tiempo con ella de esa forma, tiene su cabello mojado y el aroma que desprende me vuelve loco, niego repetidamente,
Concentrate Luke, Isabelle esta adolorida en este momento, contrólate.—Me repito una y otra vez, pero comienzo a pensar,
Soy hombre, ella es mi novia, tengo el derecho de sentirme así.— Nuevamente niego repetidamente, sinceramente estoy quedando loco.

Encontré la venda y algo de ungüento para la inflamación, entro en mi habitación, veo que Isabella aún sigue donde la deje,
—Cuando dije que no te movieras, no debiste tomarlo tan literal cariño.

Ella ríe apenada, ahora que la veo bien, noto que Isabella está sonrojada y casi no ha dicho palabra alguna, toco su frente y sus mejillas,
—¿Te encuentras bien?¿tienes fiebre?

Ella quita mis manos de su rostro,
—Estoy bien, solo estoy un poco avergonzada.

—¿Por qué, eres mi novia, no debo cuidarte?—Pregunto sin darle importancia en vendar su pie.

Ella tapa su rostro,
—No es porque vendas mi tobillo, es porque.......

La veo confundido,
—¿Por qué Isabella?

Ella traga saliva y aún no quita las manos de su rostro,
—Es porque....., porque....., es, es, estoy—Ella inhala,
—Es porque estoy sin ropa.

Mis mejillas se sonrojan inmediatamente, había olvidado que Isabella aún está en toalla, no se que decirle, así que mis hormonas toman el control de mis pensamientos,
—Pero eso no me molesta en absoluto, al contrario estoy mas que fascinado al verte así.

Ella golpea mi hombro, con sus mejillas rojas como un tomate,
—No digas tonterías.

Me levantó del suelo y me siento junto a ella, tomo sus manos y le pido que me vea, ella me ve a los ojos, sus mejillas aún están sonrojadas, se ve tan hermosa, la acerco más a mi, beso sus labios de manera dulce,
—No te preocupes no haré nada sin tu consentimiento.

Ella me sonríe dulcemente,
—Gracias Luke, no es que no quiera, solo que no es el momento adecuado, cuando llegue el momento será perfecto, recuerda que aún somos jóvenes y la verdad quiero casarme primero.—Ella toma mis manos y sus mejillas ahora están más rojas que antes,
—Para ser sincera, yo no he tenido una experiencia así aún.

La veo, ella es tan tierna, confía tanto en mi que logra sorprenderme,
—Entiendo Isabella, no te forzaré a nada, siempre respetare tus decisiones, también quiero casarme, pero por ahora debemos estudiar, cómo tú dijiste somos jóvenes, para ser sincero tampoco he tenido esa clase de experiencia, he tenido novias, pero no he sentido la necesidad de hacerlo con ellas, así que Isabella, te daré mi virginidad.

Isabella abre sus ojos por el asombro y tiene su boca abierta pero no sale palabra alguna, comienzo a reír al ver su reacción, ella frunce el ceño y me golpea,
—Luke eres un idiota, sal de la habitación me vestiré.

Beso su frente y digo aún riendo,
—Pero soy tu idiota, puedes cambiarte, te prometo que no veré.—Le guiño un ojo.

Ella me ve furiosa y dice con una sonrisa que me aterroriza,
—Está bien, pero yo misma te sacaré los ojos, para asegurarme que no veas.

Trago saliva algo nervioso,
—Sabes, creo que iré a ver si la estufa está encendida.—No dejo que Isabella diga algo y salgo corriendo de la habitación.

Luke a veces puede ser tan idiota, pero me alegra que no este pensando en acostarse conmigo, no es que no quiera hacerlo, solo que aún no estoy lista.

Bajo las gradas con un poco de dolor, Luke está en la sala viendo televisión, me ve y dice preocupado,
—Isabella, ¿por qué no me llamaste? No puedes bajar las gradas tu sola, tu tobillo está inflamado, ¿a caso quieres hacerte daño?

Veo su rostro y realmente está preocupado,
—Lo siento, pero no quería molestarte, a demás ahora me siento mucho mejor tú me has curado.

El sonríe, mientras me toma en sus brazos, ayudándome así a bajar las gradas,
—No me molestas, al contrario es un honor ayudarte, me hace sentir vivo.

Pongo mis ojos en blanco,
—A veces eres tan meloso.

El levanta una ceja,
—¿No te gusta que sea meloso?

Encojo mis hombros, fingiendo que no me importa,
—No lo se, ¿qué estabas viendo?

El se cruza de brazos,
—Ok, entiendo, no volveré a ser dulce contigo.—Termina de hablar y se sienta en el sofá más alejado al mío.

Por alguna razón eso me molesto, pero yo comencé con el juego y yo debo ganarlo, finjo que no me importa y le sonrió,
—Ok, ¿qué es lo que estabas viendo?

El dice de forma indiferente,
—Una serie.

Entiendo lo que Luke está haciendo, pero no me gusta que me hable con ese tono,
—Ok—Tomo mi celular y comienzo a fingir que chateo con alguien, comienzo a sonreír y a reír para darle celos, Luke me ve de reojo y frunce el ceño.




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