El comienzo

Capítulo 1: El primer sueño*
Recuerdo la primera vez que lo vi en mis sueños como si fuera ayer. Tenía 6 años y estaba sumida en un mundo de fantasía y miedo. En ese sueño, él era un niño de 8 años con ojos brillantes y una sonrisa tímida. Nunca pude ver su rostro con claridad, pero sentí una conexión inexplicable con él.
Me acuerdo de que estaba jugando en un parque, corriendo detrás de una pelota, cuando de repente lo vi. Estaba sentado en un banco, mirándome con una intensidad que me hizo sentir nerviosa. Intenté acercarme a él, pero siempre parecía estar un paso adelante, como si estuviera huyendo de mí.
Desperté con un sobresalto, sintiendo una sensación de pérdida que no podía explicar. Mi madre me preguntó qué pasaba, pero no sabía cómo explicarle lo que había sentido. Solo sabía que había visto a alguien que me había hecho sentir cosas que no podía entender.
A partir de ese día, comencé a soñar con él con frecuencia. Siempre era el mismo niño de 8 años, siempre con esa sonrisa tímida y esos ojos brillantes. Y siempre, siempre, sentí esa conexión inexplicable con él.
¿Qué significaba esto? ¿Por qué soñaba con él? No tenía respuestas, solo preguntas y una sensación de curiosidad que me acompañaba cada día.
Pasaron semanas y meses, y el niño de mis sueños seguía apareciendo en mi vida nocturna. Comencé a sentirme familiarizada con su presencia, aunque nunca podía ver su rostro con claridad. Me sentía atraída hacia él, como si hubiera una conexión invisible entre nosotros.
Mi madre notó que estaba distraída y preocupada, y me preguntó si todo estaba bien. Le dije que sí, que solo estaba estresada por la escuela, pero en realidad estaba pensando en el niño de mis sueños. Me sentía como si estuviera viviendo una vida paralela, una en la que él era mi compañero constante.
Un día, decidí intentar recordar más detalles de mis sueños. Me acosté en la cama con un cuaderno y un lápiz, decidida a capturar cada detalle. Cuando me desperté después de un sueño con el niño, escribí todo lo que recordaba: el parque, el banco, la pelota que rodaba por la hierba...
Al leer mis notas, noté algo extraño. El niño siempre aparecía en los mismos lugares: el parque, el bosque, la playa. Y siempre estaba haciendo lo mismo: sonriendo, mirándome, esperando. ¿Qué significaba esto? ¿Por qué mi subconsciente estaba creando este patrón?
Me sentí intrigada y decidí investigar más a fondo. ¿Qué pasaría si pudiera controlar mis sueños? ¿Podría encontrar respuestas sobre el niño y nuestra conexión?