Desperté.
Hoy sería un hermoso día, no permitiría que nada ni nadie lo arruinase, ahora nadie podrá decirme que no conozco a ese chico, porque lo conozco, lo conozco lo suficiente como para decir que lo amo, decir que lloré al ver cómo esas chicas gritaban con pasión y lujuria al verle cantar arriba de ese escenario, decir que me enamoré de su sonrisa, su mirada, y todo su ser, con lo poco o lo mucho que leí, investigué y miré, pude darme cuenta que ese chico es mucho, mucho más de lo que esperé, se convirtió en 'el chico de mis sueños' prácticamente.
Por fin, después de cambiarme y perfumarme, bajé a desayunar.
— ¿Cómo amaneciste hoy?— Preguntó mamá, mientras se tomaba un segundo para voltear a verme y seguir cocinando lo que podría ser el desayuno.
— Bien, nada fuera de lo normal—. Le dediqué una pequeña sonrisa. Se dio la vuelta y comenzó a servir el desayuno, plato tras plato. Después de unos minutos nos encontrábamos desayunando.
— ¿Hiciste nuevas amigas? — Preguntó mamá, sentada frente a mí. Si supiera qué compañeras me fueron a tocar.
— Algo así—. Solté en un suspiro, la verdad es que me cuesta algo de trabajo hacer amigas, no se me da eso de la confianza hacia alguien tan fácilmente. Mamá notó lo desanimada que me mostraba por esa respuesta que se atrevió a preguntar de nuevo, mientras mantengo la vista en mi desayuno y juego con el cubierto.
— ¿Por qué lo dices? —Toma una porción y se la mete a la boca, fija la mirada en mí esperando una respuesta.
— Por nada, es sólo que...— Suspiré pesado. — Siento que no será algo diferente en esta escuela, siempre lo mismo; nuevos amigos, nuevos maestros, nuevo plan de estudio, exámenes. Ya sabes, lo típico.
— Lamento que tengas que reacomodarte en una escuela nueva por culpa del trabajo de papá, amor —. Le sonreí débil, indicándole un "no te preocupes" con la mirada. Porque no importa qué opine papá no cambiará su trabajo, y no puedo quejarme ya que gracias a sus largas jornadas de trabajo nos da para mantener un estatus de vida bueno, y cubrir todas y cada una de nuestras necesidades económicas.
Terminé de desayunar, para subir por la mochila, la colgué sobre mis hombros, y bajé enseguida. Me despedí de mamá con un dulce "adiós, mamá" acompañado de un beso en la mejilla y agitando la mano a lo lejos.
[***]
Llegué al colegio, con prisas por culpa del despertador que no sonó a tiempo y si llegó tarde a alguna clase podría obtener notas bajas.
La primer clase es Literatura, la maestra sujeta el marcador sobre la pizarra, y escribió"Primer trabajo del año", un poco más abajo, "Sentimientos profundos - Tema 1".
Se giró dirigiendo la vista a toda la clase.
— Como bien nos indica el tema de la unidad, hablaremos en general sobre los sentimientos de las personas, pensamientos de amor, de reflexión, desamor, o hasta de suicidio —. Hablar sobre el amor imposible también es un tema importante, ¿por qué hacerlo a un lado? si es algo que enfrentan los adolescentes de hoy en día. Seguí prestando atención a la clase, después de unos minutos de tener los pensamientos en las nubes, pude volver a escuchar lo que la Señorita Street estaba explicando. —Es por eso, que ustedes tienen que realizar un ensayo sobre qué es el amor para ustedes, también pueden hablar sobre el amor imposible, si bien lo prefieren.
¡Perfecto!
Me privé del ruido, ahora me concentraba totalmente en mi ensayo, de pronto recordé, esa mirada, esa sonrisa... ya no esperé más y comencé a escribirlo.
Después de unos minutos, unos diez o quince, suficientes para escribir lo que significa para mí. Me sentía lista, preparada para compartir mi pensamiento con la maestra, estoy segura que me esforcé lo suficiente.
—Usted señorita, ¿cómo dijo que era su nombre?— Fijó la mirada completamente en mí. Y en este momento desearía no haber escrito nada, tener la hoja en blanco tanto como mi mente está por ahora.
— Marha Grey —Respondí tímida.
— Usted, pase al frente a leer su ensayo —. Me indicó, sentía que el corazón se me salía del pecho, no soy muy buena dando discursos frente a mucha gente, me tiemblan las piernas y se me enreda la lengua. Me armé de valor y me dirigí al frente.
— El amor...—Tragué saliva, intimidada por todas las miradas que se encontraban ahora fijadas en mí, hice una pausa para alzar la vista y observar cómo esas miradas me asesinan y están en espera para juzgar —, es un sentimiento no muy maduro, pero tampoco es algo de niños. Muchos podrán decir que eso es algo muy tonto, mientras otros opinan lo contrario, tú podrás decir que es algo insignificante mientras yo defiendo a capa y espada que es algo que se puede llegar a sentir por alguien que se podría definir como tu amor imposible. Puedes incluso enamorarte de alguien que tal vez jamás sepa de tu existencia, jamás podrás escuchar un 'Te Amo' de sus labios pero sin embargo... ¡qué importa! Qué importa si no recibirás un abrazo sincero de amor, un beso de sus labios, sentir ese alivio entre sus brazos, ¡qué importa! Mientras tú estás diciendo que el amor es una tontería, yo opinó que es algo hermoso, te puedes enamorar de alguien que sólo miraras a través de la pantalla del computador ¿y qué? Y qué si el amor se define por ser lo que trasmite la felicidad a través del otro, o como muchos dicen 'si tú eres feliz, yo también lo seré' —. Terminé de decir eso y una lágrima resbaló por mi mejilla, incliné la cabeza hacia abajo para disimular y limpiarla rápidamente.