El Chico del Accidente

Prólogo

—Mami —dije entrando con la cabeza gacha, cerrando la puerta tras de mí—. Tuve una pesadilla.

Finalmente levanto mi cabeza para verla y verificar que mi padre no esté. Y claro que no, él nunca lo está.

Ella se incorpora en la cama para verme mejor.

—Ven, sube. ¿Qué pasó? —golpea la cama indicando que me siente a su lado.

Lo hago y ella mira su reloj en la mesita de noche, pero yo no sé leerlo. 

—¡Feliz cumpleaños, mi dulce Ada! —me da un abrazo y un beso en la frente—Dime qué sucedió.

—Gracias, mami —dije dándole un último abrazo. 

Apenas estoy entendiendo lo qué es un cumpleaños. Mi mamá me lo explica casi todos los años cada vez que le pregunto, antes no lo comprendía. 

Ella empieza a deshacer el abrazo. Quería quedarme así un ratito más. Amaba sus abrazos porque me hacían sentir segura y tranquila. 

—Tuve uno de esos sueños feos. Soñé que papá besaba a una mujer... pero no eras tú. Me asusté y desperté.

Se lo cuento y ella sigue acariciando mi cabeza rojiza suavemente y después de un rato de estar acostada en sus piernas me da un besito.

Suelta un suspiro.

—Anda a dormir, Ada. No ha pasado nada —asentí y me fui a mi habitación.

Me detuve en medio del pasillo y veo hacia la puerta de entrada del pequeño apartamento donde vivimos, para saber si mi papá había llegado, pero no. Seguí mi camino y sentí un frío recorrer mi espalda. Algo estaba mal.

Me acosté atemorizada y poco después me quedé dormida.



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En el texto hay: divorcio, romance, apoyo

Editado: 20.09.2020

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