Ayer fue un buen día, exceptuando la parte de que me encontré con que el chico del bus que había robado mi atención tenía novia. Después de comer pizza y mi banana Split junto con Gary subimos a la universidad y para nuestra fortuna el profesor que nos tocaba no había asistido porque se encontraba enfermo. Así que llegué a casa temprano.
— ¡Oriana despierta! — Y una vez más mi madre queriendo levantarme a las 8 de la mañana, un día sábado.
—Déjame dormir mamá. —Dije mientras cubría mi cabeza con la almohada.
—Hoy toca limpieza en casa hija., —Decía mientras me halaba la almohada.
—Mamá ¡tú eres imposible! —Gruñí mientras me levantaba.
Me dirigí al baño, donde me di la mejor ducha de mi vida, la disfruté al máximo. Luego fui y me vestí con un short corto y una camiseta larga; si, era mi vestimenta de limpieza, coloque música electrónica y venga, empezó la limpieza al mejor estilo de Oriana.
Me di mi tiempo en limpiar la biblioteca, pues tenía muchísimos libros, arreglé las habitaciones y limpie la cocina, del resto se encargó mi madre.
Me volví a dar otra ducha y me puse en plan de chef; preparé el almuerzo, un intento de pasta a la Boloña.
Al servir la mesa, almorzamos mi madre y yo; después de eso me fui directo a mi computadora, revisando mis redes sociales y chateando con mis amigos, quienes me contaron que Gary y su novia habían peleado y la causa de su pelea una vez más era yo, enserio me enojé muchísimo y decidí alejarme por completo de Gary, pues yo no sería el causante de un rompimiento entre ellos.
— ¡Hola Ori! —Dijo Michelle mientras entraba a mi habitación.
— ¿Y eso? ¿Tú, aquí? —Pregunté extrañada.
—Le dije a tu mamá que vendría. —sonriente expresó Michelle. — ¿No te lo dijo?
— ¡Ah! Seguro lo olvidó. —sonreí.
—Vamos a una fiesta hoy. —Pestañeando y subiendo sus hombros más que como pregunta, dijo con imposición.
— ¿Fiesta? O será más bien ¿Discoteca? —Dije enarcando mis cejas.
—Es lo mismo, da igual. Tú entendiste. —Volteando sus ojos dijo Michelle.
— ¡Lo siento! Pero no Michelle. Esa etapa de ir a la discoteca, la superé. —Fruncí el ceño.
—Siempre de aguafiestas. Mejor me voy. —Enojada me dió la espalda.
Michelle se fue de la casa, ella era un tipo amiga que solo la veias en fiestas. Me tiré en mi cama a ver una película. Pero no estaba nada concentrada en la película, el chico del bus robó una vez más mis pensamientos, es que como era posible que un desconocido se haya robado mi completa atención, tanto que aun cuando veo a otros chicos guapos como era costumbre de mi parte, ya ni los detallo o tengo pensamientos un poco pervertidos con ellos. Ese chico se había adueñado de mis recuerdos, pensamientos y ¿emociones? Si, emociones. Aun cuando me enteré que tiene novia.
Pero, ¿qué sabía acerca de él? Solo pocas cosas.
Nombre: El chico del bus
Edad: 22 años
Ocupación: Estudiante de medicina
Dirección: Miraflores
Y lo que era obvio, era muy guapo, con una voz hermosa y sumamente atrayente.
Me pregunto qué pensará él de mí, la mayoría de nuestros encuentros estaba como una indigente, casi que me faltaba el cartel colgando de mi cuello de “una limosna por favor" y la vez que estaba súper bien arreglada, es decir ayer, él se encontraba con su novia, de hecho físicamente hacían la pareja perfecta, ¡que frustrante era esto!
En ese momento mis pensamientos son interrumpidos por una llamada telefónica a la cual contesté algo dudosa pues no tenía el número registrado.
—Hola, ¿quién habla? —Dije al contestar la llamada.
—Bff necesito hablar contigo. —Era Gary.
—Ya me enteré de tu pelea con Victoria. ¡No deberías de estar llamando! —Dije enojada.
—Sabía que dirías eso, ¿tú crees que voy a permitir romper nuestra amistad por los celos obsesivos de ella? —dijo mientras lanzaba un suspiro.