Sábado 7:30 pm.
La chica solitaria se aproxima a entrar a la cafetería a paso rapido, al entrara pudo ver que todas las mesas estaban llenas, su lugar habitual al final estaba ocupada por una familia. Así que lo único que le quedaba era sentarse en el mostrador.
La chica camino hasta el mostrador y se sentó en las banquillas, de repente vio a el chico del café acercarse a ella con un capuchino en la mano.
-Un capuchino descafeinado para la señorita -dice el chico entregándole en café.
Esta se quedo perpleja ante la acción de aquel chico, ya sabia que orden pediría, seria por el hecho de siempre pide lo mismo.
-Gracias -dice esta agachando la cabeza y tomando de su capuchino, el chico se quedo observándola unos segundos hasta oír la voz de su amigo llamarlo.
-¡Hey Tyler! -dice el amigo desde el otro extremo. La chica levanto la mirada y vio al chico.
¡Ya sabia su nombre, era Tyler!
Pasan unos minutos y Tyler se acerca a la chica y se sienta al frente de esta.
-¿Como te llamas? -pregunta
-Aria -responde mirando hacia el suelo.
-Tienes un muy bonito nombre... Aria -
-Gr-gracias -tartamudea aun sin mirarlo a los ojos.
-Veo que esta vez no te sentaste de ultima como sueles hacer -
-Hoy la cafetería esta un poco llena -responde aun sin mirarlo.
Tyler asiente lentamente y ladea la cabeza hacia un lado, de un momento a otro se acerca a Aria y la toma por el mentón alzándole la cabeza.
-¿Porque no me miras a los ojos? -pregunta este mirándola con curiosidad.
Aria no responde, sigue mirando al piso, Tyler vuelve hacer que alce la mirada y dice.
-Tienes hermosos ojos, no desperdicies la belleza de estos mirando al piso. Hay muchos chicos que se cautivarían con tu mirada. -
Aria se sorprendió y sintió su corazón dar un vuelco tremendo, esta vez decidida alzo la mirada y lo miro por primera vez cara a cara. Como ella se lo imaginaba sus ojos eran de un color Avellana muy hermosos.
Sin duda alguna Aria y Tyler habían tenido una conversación formal de un mesero a su fiel cliente en un frió sábado de un Diciembre en Londres.