El chico del café

10.- Carta

Querida chica solitaria:

Me siento muy alagado por el hecho de que siempre vienes acá solo para escribirme, por momentos pensé que eras adicta al café, ya me había asustado, sin querer dejaste tu cuaderno y yo lo tome, no creí abrirlo pero la tentación era mucha.

Cada escrito que leía era un sentimiento que me visitaba, es impresionante la manera en como me describes y pienses, eres una chica magnifica y quiero ser la ocupa de tu mente y tus palabras por mucho tiempo, aquella noche cuando hablamos, fue una de las mejores noches que he tenido.

Nuestra conversación no fue muy larga pero si especial. me gustaba la manera en que prestabas toda la atencion posible a lo que te decía, tus encantadores ojos no dejaban de ver los míos y eso me hacia temblar aunque no lo creas.

Eres hermosa tu personalidad es única y diferente, tu nombre es irreal pero así me gustan... Me gustan las cosas que son fantasía y a la vez son sueños... Me gustas tu Aria. Eres fantasía pero a la vez un sueño, una estrella fugaz que desciende en el cielo, un asteroide que pelea por su lugar y un planeta alineándose con otro.

Eres todo aquello que cuenta una historia y tu eres mi protagonista, aquellas que se sienta en la ultima mesa de aquella cafetería y sus ojos no apartan esos desgastados libros y ese cuaderno manchado de café, eres aquella chica con la cabellera larga y de un caoba muy hermoso la de ojos grandes y pestañas largas.

Eres un arte.

Y yo quiero ser tu aprendiz.

¿Saldrías conmigo?

 

Atentamente: El chico del café



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En el texto hay: cafe

Editado: 17.02.2018

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