Querido chico del café:
Sabes nunca me espere esto de ti, nunca me imagine que un día llegaras a mi vida así como así y luego jugaras con ellas y me dejaras a mi como una muñeca de trapo, creí que estabas interesado en mi tanto como yo en ti, pero ya veo que me equivoque.
Lo siento si te hice perder el tiempo con juegos de niñas como los míos, lo siento si hice que te aburrieras tan rápido o simplemente lo siento por hacerme creer algo que en realidad no era así.
No se que es lo que me duele mas el hecho de que nunca apareciste en el restaurante o que solo me invitaste a salir o me escribiste todo eso, solo porque sentías lastima por mi, claro la chica que suele sentarse de ultima que lee libros que no es para nada interesante no tiene amigos ni con quien hablar. La que solo escribe tonterías en aquel cuaderno de un chico que ni siquiera le importa.
Quise convertir mi vida en un cuento de hadas donde ambos fuéramos el protagonista y no hubiera brujas malvadas ni dragones asesinos, quise ser un fuerte verso y me convertí en una débil poesía, quizás así lo quiso el destino ¿cierto? quiso que abriera los ojos que me diera cuenta que no todo es una fantasía... Un sueño. Porque ahora que lo pienso, en los últimos dos meses que te escribo han sido los mejores. Gracias por formas parte de mi pequeña imaginación, gracias por no dejarme hacer a tarea y quedarte tatuado en mi mente.
Gracias por las noches de insomnio. Que duerman los que no tienen en quien pensar como tu. Que sufran de insomnio los que tienen en quien perderse la noche como yo.
Y no te preocupes no volveré a escribirte mas cartas, ni mucho menos venir a esta cafetería, no volveré a escuchar aquella canción que tanto me recuerda a ti..
Me parece raro el hecho de que no hayas venido hoy a trabajar. De seguro sabias que vendría y no quisiste verme. Lo imagine.
Hasta nunca mi querido Tayler.
Atentamente: Aria.