Síndrome de Anmigro :
Enfermedad muy rara de la que se conoce muy poco, sólo existen algunos tratamientos experimentales. Puede ser heredada. La enfermedad convive dentro del organismo del individuo por mucho tiempo sin mostrar síntomas ( fase inactiva ) hasta que un día "despierta" y ataca al organismo ( fase activa ) Se cree que si la persona es operada de urgencia en el momento de comenzar la fase activa de la enfermedad se puede extirpar la zona donde se encuentra el Anmigro y ser salvada de lo contrario comienza a deteriorar lentamente la salud del paciente hasta terminar con su vida. Los medicamentos más conocidos para ralentizar el avance de la enfermedad son : Astracol, Vitosulan y Lidenmina esta última se utiliza para evitar los fuertes dolores provocando en el paciente un estado soñoliento para evitar esta reacción adversa se utilizan algunos medicamentos esperimentales.
Tras leer el artículo cerré la laptop y me di la vuelta en la cama hasta quedar boca arriba. Algo en mí se encendió al leer aquellas palabras que había encontrado. Llevaba horas investigando y aún había una esperanza, era pequeña, tan pequeña como un grano de arena pero existía y eso era algo bueno.
Sin saber por que tomé el interruptor de la lámpara que estaba al lado de mi cama y lo presioné. Ante mí aparecieron las estrellas que Alex pegó meses atrás. Eso era lo que quería decir con todo aquello. Que él sería como las estrellas que en la luz no se ven pero que cuando llega la oscuridad alumbran más que nunca. Aquella esperanza de extirpar el Anmigro era mínima pero brillaba tanto como las estrellas.
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Últimamente me despertaba muy temprano en las mañanas, en los días de clase rezaba para que llegaran las vacaciones y ahora que estaba comenzándolas me despertaba temprano. Para despejar la mente o que se yo para que salí ese día a correr. Me puse mi mejor ropa deportiva y abandoné mi casa con mi mejor sonrisa. Al salir del ascensor me encontré con la mirada asesina del conserje que estaba limpiando el piso.
Sin decir nada caminé por la orilla hasta que el sol veraniego llegó a mis mejillas. Entonces conecté mis auriculares inalámbricos por bluetooth a mi celular y puse una canción de Taylor Swift.
Literal no duré ni dies minutos y ya estaba exhausta así que me senté en una de las bancas del parque. Hacía un día perfecto para salir así que le envié un mensaje a Lía.
Mise : Estoy en el parque quiéres venir 😏
Tras ver hacia los lados y no ver a nadie cerca me acosté en la banca y observé las nubes entre las hojas de uno de los árboles del parque.
Edu : Si incites 😎
Me paralice en seco. Por no ver bien por la claridad le había enviado el mensaje a la cuenta de Edu ( Alex ) en serio debía ir al oculista lo antes posible.
Mise : Me equivoqué, ese mensaje no era para ti Alex 😅
Edu : Lo se, era para Edu 😉
Mise : Que no, que era para Lía. 😐
Edu : Mejores excusas he leído Miseria Elizabeth. 😂
Mise : 😑 No es una excusa.
Edu : Se que te mueres por verme no lo niegues 😊
Mise : ¡Claro que no! 😐
—Claro que si —Ante mis ojos apareció una rosa roja. Era él, estaba ante mí. Llevaba unas gafas que le daban un toque frikie y su cabello estaba peinado a un lado. Se veía muy tierno, hasta parecía otro con su abrigo de capucha rosada y su pantalón de algodón Me incorporé sentándome de nuevo.
—Eres... —Medité lo que diría por un momento pero habló por mí.
—¿Adorable? Lo se Mise, si quieres me puedes abrasar y secuestrar, no me opondré.
—Estas loco.
—De amor por ti —Subió y bajó las cejas.
Me sonrroje por eso pero aparté la mirada a tiempo y fingí que observada a unas ancianos a lo lejos.
—¿Cómo es posible que hayas venido tan rápido? —Indagué cambiando de tema.
—Te seguí desde que saliste del edificio.
—¿Ahora me acosas? —Pregunté haciéndome la indignada.
—Te encanta ser acosada por mí, eso lo se. Además, tú también me acosas desde tu balcón con la esperanza de verme desfilando en ropa interior.
Mi rostro no podía estar más rojo y era absurdo porque estamos hablando de Alex, ya lo conocía y sabía todo sobre sus juegos infantiles fingiendo ser Edu pero aún así me lograba poner nerviosa y parecía divertirse con mi cara.
—Tampoco eres la gran cosa —Le di una repasada con los ojos para que me viera mientras me sentaba y si que era la "gran cosa" pero eso no se lo diría, debía herir su orgullo —He visto chicos más sexis que tú.
—¿A si? ¿A quiénes?
Tragué en seco y antes de que me dispusiera a hablar me tomó por la barbilla y me atrajo hacia él.
—Miseria, mis días son una tortura si no estoy contigo. —Se puso serio así que asumí que había dejado a un lado al chico chistoso —Te echo de menos, a ti y a tus berrinches de niña mimada. A veces me siento sólo y lo peor de todo es que se que vives a sólo unos metros de mi casa.
No supe que decir, también lo extrañaba y mucho pero me daba miedo acercarme a él. Me daba miedo perderlo, no me imaginaba un mundo en el que él no estuviera presente.
—¿No me has extrañado en estos días? —Insistió y sus ojos buscaron los míos llenos de esperanza pero no pude hablar —Si quieres me apartaré de tu camino y no volveré a molestarte jamás.
"Jamás" no quería un jamás, quería un siempre. No me conformaba con una parte, con Alex quería el plato completo pero no entendía por qué no podía decirle la verdad. Que sí lo quería de vuelta en mi vida. Que si adoraba a Edu y sus estupideces.
—No quiero que te alejes de mí, quiero que te quedes para siempre pero me da miedo pensar que... —No pude terminar la frase, un nudo se formó en mi garganta impidiendo la salida de mi voz.
—Nunca me iré, no si me recuerdas cada día. Si sigo en este lugar es por ti pero me niego a ser el drama de tu vida, quiero ser esa persona que te hace sonreír, no la que te hace llorar. Quiero ser el que te enamora, no el que te destruye. El que te cuida y protege, no el que te empuja a las garras de la tristeza y la soledad. Tú me iluminas Miseria Elizabeth, no acabemos con esto tan lindo que existe entre nosotros.