El Chico Menos Probable

¿Lo hice?

—Entonces, ¿Quién te gusta? —pregunta Jason lamiendo su helado de uva.

Ruedo los ojos. — ¿Por qué es tan importante eso? Mejor digan ustedes, ¿Les gusta alguien?

Arthur bufa. —Pues claro, a nosotros los chicos siempre nos gusta alguien, ¿no?

Bobby junta sus cejas. —A mí no, no me gusta nadie.

Henry lo mira y lo empuja. —Tú eres la excepción, no eres normal.

—Te pusiste maquillaje para gustarle, ¿funcionó? —preguntó Chase tomando un poco de su Sundae de fresa y chocolate.

No funcionó, fue todo un desastre. —Creo que no.

— ¿Por qué no? —Pregunta Nick—. ¿Qué te dijo? ¿Cómo sabes qué no?

Abro la boca pero Guido interviene: —Es que no se nota mucho, he visto chicas con labios rojos y parpados de colores, tal vez deberías hacer eso.

—O ponerte pestañas —Henry expresa—. Mi hermana lo hace cuando sale con su novio, esas cosas… no sé cómo se las ponen.

Vuelvo a abrir la boca, me interrumpen de nuevo.

— ¿Te dijo algo? —pregunta Bobby.

— ¿Por qué no lo invitas a salir? —cuestiona Jason.

— ¡No lo notó! —expreso molesta, mi helado napolitano en un vaso de plástico se derrite un poco—. No lo notó, pensó que fue por el golpe que mis mejillas… estaban rojas, no notó que era maquillaje.

Ellos me miran en silencio por un par de segundos hasta que, como si estuvieran conectados, comienzan a reír.

Risas y risas.

Muchas risas.

Lamentablemente no se están riendo conmigo, sino de mí. Asombroso.

No se detienen aunque Bobby intenta no hacerlo al igual que Erick. Mason parece el único interesado en el helado que en mi vida no amorosa porque está concentrado en su postre y ni siquiera soltó una carcajada.

Por eso me cae bien.

—Oh Karlie, deberías rendirte —Arthur suelta aun riendo un poco—. Tal vez deberías salir con otro chico, uno más de tu estilo, como Bobby.

— ¿Qué se supone que significa eso? —pregunta él ajustando sus gafas.

Chase se inclina sobre la mesa. —Pero, ¿Por qué te dijo eso?

— ¡Yo que sé! —digo frustrada—. Yo solo quería verme un poco mejor, le pedí a mi mejor amiga que me ayudara y lo hizo, me puso un poco de maquillaje para que según ella, me acostumbrara a tenerlo en la cara y que se viera natural pero yo insistí que necesitaba más —habla cada vez más rápido y me estoy quedando sin aire—. Pero la tonta de Raquelle lo arruinó, toda la atención se desvió a mi cara, mejor dicho, a mi frente y yo lo único que quería era que por fin Adam me viera diferente pero no funcionó y yo…

— ¿Adam? —pregunta Arthur levantando las cejas.

¿Qué?

No.

No lo hice.

¿Lo hice?

¡Lo hice!

Ms ojos se abren. —Yo dije… A… —piensa rápido Karlie, estos diez chicos no pueden saber sobre tu enamoramiento por el chico más guapo de la escuela, el popular deportista.

Si ellos hablan, si empiezan algún rumor esto se iría directo al basurero.

— ¿Adam Brien? —Pregunta Jason frunciendo el ceño—. Un momento… ¿No es tu amigo?

Yo me quedo congelada, mi mente se ha detenido. Puede que por el golpe de Raquelle, por el helado o por la humillación que está por venir. Tal vez, todas. —No…

—Oh —Bobby asiente—. Eso tiene sentido, se han conocido por un rato, ¿no? Son amigos y todo.

Chase levanta una ceja. — ¿Él te gusta? ¿Él? —hace énfasis en “Él” como si Adam tuviera algo malo.

Miro a un lado, Mason sigue viendo hacia su helado, ¿Por qué no pueden ser todos como él? — ¿Qué tiene de malo que sea él? En caso que lo fuera.

—Que es tan básico —contesta Chase riendo—. Digo, a todas en la escuela les gusta.

Auch. Grietas en mi corazón.

—Lo sé —aclaro mi garganta—. Bueno, no es que a mí me guste, yo…

Henry se encoje de hombros. —Oye, no diremos nada. Al menos yo no.

—Yo tampoco —Oscar afirma—. Me da igual, además es como dice Chase, ¿A quién de las chicas no le gusta él?

Suspiro. —Pero, yo soy su amiga y no es lo mismo.

Bobby levanta la mano —Prometo no decir nada.

Uno a uno levantan la mano, incluso Arthur argumentando que no le agrada mucho Adam.

Mason no levanta la mano, yo lo veo y me mira confundido. — ¿Crees que diré algo?

Niego, aunque nos acabamos de conocer Mason me hace querer confiar en él, no sé por qué. —No, no lo creo.

Arthur se recuesta en su silla. —Lo siento Karlie, es un caso perdido, ese chico jamás se fijará en ti.

—Oye, no digas eso —Erick me defiende.

Me agrada ese par.

Arthur niega dos veces. —No lo digo por ser grosero, es solo que los chicos como él son superficiales y buscan que las mujeres se vean como… todo lo contrario a ti.

Amo que estos chicos estén pateando mi corazón.

— ¡Lo sé! —Miro al techo—. Sé que no soy lo que los hombres buscan y jamás me ha importado, me da igual porque a mí no me gustan los hombres, me gusta él.

—Vaya —Guido resopla—. Estas muy enamorada, ¿no?

Bueno ahora diez chicos saben sobre esto. ¿Qué más da? —Sí —bajo la mirada a mi helado—. Pero no tengo idea que hacer ahora, quiero cambiar pero no sé cómo.

Todos se quedan en silencio, un minuto después Bobby aclara su garganta —Creo que tengo una sugerencia —todos lo miramos con curiosidad, incluyendo Mason—. Somos chicos, ¿no? ¿Y si le decimos cada uno algo a Karlie para que cambie? ¿O haga?

—No creo que… —Erick comienza.

Yo sonrío y lo interrumpo — ¿Qué? Un momento, ¡Sí! —Sonrío mucho más—. ¿Lo harían? Les prometo que he pensado en cambiar, quiero hacerlo, quiero intentarlo —acomodo mis gafas—. Sé que es patético pero bueno, el amor es patético y así es como son las cosas, no me importa, quiero hacerlo.

Cualquier cosa con tal de obtener mi perfecto cuento de hadas con Adam.

Nick asiente. —Creo que es una buena idea, ayudaríamos a Karlie y ella nos invitaría comida gratis los miércoles que no tenemos club.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.