El Chico Menos Probable

Todos menos él.

 

—Hola —saludo mientras arrastro los pies al entrar al salón donde tenemos el club de música.

Ni siquiera veo a los chicos cuando entro, simplemente me siento en el escritorio y miro hacia abajo, no me siento nada bien pero tengo que estar aquí. El profesor Rilley no tiene la culpa que Adam me haya destrozado el corazón por milésima vez.

— ¿Karlie? —Bobby habla y levanto la mirada.

La mayoría de los chicos me están observando con las cejas levantadas, los ojos abiertos y de la forma que pensé Adam lo haría.

—Eres… —Arthur intenta hablar.

Chase junta sus labios como si quisiera soplar o algo. —Tu…

Ruedo los ojos. —No es para tanto, me veo igual.

De todos los chicos solo Mason, Erick, Oscar y Nick, por una clase que llevamos juntos, me habían visto antes por lo que actúan normal. Los demás siguen observándome como si fuera una atracción en un zoológico o algo así.

—Te ves diferente —Henry tose—. Tan… ¿Cómo es que esto pasó?

Bobby sonríe. —Karlie te ves genial.

Jason asiente y sonríe de lado. —Si te vieras así todo el tiempo te pediría una cita.

Bufo y sacudo la cabeza. —Basta, están siendo amables —el maquillaje ya está algo gastado y mi cabello logró esponjarse un poco a pesar del esfuerzo de Brenda por controlarlo.

Arthur sonríe presionando sus labios. —La verdad si te ves bien, incluso traes un vestido.

Los miro a todos y arrugo la nariz, levanto mis manos frente a mi cara. —Bien, basta, no me miren así —pido—. Mañana volveré a como era, no se preocupen.

— ¿Por qué? —Pregunta Chase y se acerca al escritorio—. Te ves cómo, una chica muy bonita —acerca su rostro y yo me muevo a un lado.

Mason se levanta y se coloca detrás de mí. —Bien, bien, déjenla respirar —sus manos están en el respaldo pero puedo sentir sus nudillos en mi espalda—. Karlie es bonita, fin.

Arthur ríe. —Ey, ¿estás celoso?

Bobby suspira. —Tal vez yo debí ser su novio falso.

Jason niega. —No, mejor conmigo —se acerca también—. ¿Qué dices?

Ruedo los ojos. —Ya no hay plan, se cancela todo —les informo y ellos me miran confundidos—. No sirvió de nada, básicamente pensó que me veía… mal. Lo sé, me vio de esa forma tan…

— ¿Mal? —Jason frunce el ceño—. ¿Mal?

Nick niega y también se acerca —Oye Karlie, tienes a diez chicos que piensan que te ves bien, ¿no crees que el problema no eres tú?

—Tal vez tiene miedo —Bobby sugiere.

Lo volteamos a ver. — ¿Miedo? —pregunto.

Bobby asiente. —Han sido amigos por años, ¿no? Esto fue un conflicto interno para él, verte así de un día para el otro, seguramente le causó impacto.

—Tiene sentido —afirma Henry.

Me encojo de hombros. —No importa, es claro que no le gusto.

Arthur se levanta y camina hacia el frente del escritorio. — ¿Te rendirás? ¿Tan rápido?

Trago saliva. — ¿Qué puedo hacer? No hay esperanza.

—Siempre hay esperanza —contesta él—. Tal vez solo hay que pasar a la fase dos.

— ¿Fase dos? —pregunto juntando mis cejas.

Él hace una seña para que los demás se acerquen y lo hacen. Se ubican alrededor del escritorio, Mason permanece detrás de mí y Erick se coloca al lado de él.

—Es momento que hagas lo que Erick sugirió —Arthur señala—. Tienes que ignorarlo.

Chase asiente varias veces. —Y seguir viéndote así.

—Y tienes que actuar ahora, Mason —habla Bobby viéndolo—. Es tu momento de brillar.

—Entonces, ¿Qué hago? —pregunto yo.

Nick se recuesta en el escritorio. —Tienes que hacerlo arrepentirse por no aceptar tu amor.

Jason sonríe y se coloca en esa misma posición. —Tienes que darte a notar, mostrarle que no lo necesitas.

—Algo mejor —Guido agrega con una sonrisa intrigante—. Y te ayudaremos.

— ¿Qué cosa? —pregunta Erick antes que yo lo haga.

Guido hace un círculo en el aire. —Nada hará que se arrepienta más que verte convertida en la chica más popular de la escuela, la que todos los chicos quieren.

— ¿Y cómo hago para que todos los chicos me quieran? —ni siquiera puedo conseguir que uno lo haga.

Ellos me miran con las cejas elevadas, como diciendo “¿no lo ves?” bueno, todos menos Mason porque desde aquí no puedo verlo.

Y luego lo entiendo.

—Esperen, ¿Qué harán? —aprieto mis ojos.

Chase se encoje de hombros. —Yo seré como soy cuando me gusta alguien, ya verás.

Bobby señala a Mason. —Pero tú serás el oficial, tiene que haber alguien, ¿sabes? Eso la convertirá en inalcanzable.

No puedo evitarlo, empiezo a reír. Escuchar a alguien llamarme “inalcanzable” es lo más gracioso del mundo. Ellos me miran incomodos por mi risa, una que no puede parar cuando empieza.

Excepto que alguien más ríe conmigo, levanto la mirada y es Mason. Poco a poco todos comienzan a reír, parece uno de esos episodios raros de histeria colectiva.

Eso es, todos aquí hemos perdido la cabeza y ahora somos un tipo de sociedad conspiranoica que intenta conseguir el corazón de un chico.

—Oh vaya —es el profesor Rilley—. ¿Qué es tan divertido?

Las risas se apagan y ellos se mueven lentamente del escritorio aclarando sus gargantas. —Nada, solo es Karlie y su risa de hiena —suelta Arthur.

— ¡Oye! —grito mientras que Mason se mueve a su lugar.

El profesor sonríe, me mira y junta las cejas. —Oye Karlie, ¿Un cambio de estilo? Te queda bien, tal vez todos deberíamos tener uno, ¿no?

—Que Bobby se pinte el cabello de rosado —sugiere Nick.

Bobby bufa.

—Oigan chicos, tengo una gran noticia —junta sus manos—. Tocaremos en el baile de bienvenida, ¿no es genial?

— ¿Qué? —pregunta Chase sonriendo—. ¿Tan pronto tocaremos?

Debe ser muy emocionante para ellos, después de todo están aquí porque les gusta la música y tocar con público es mucho mejor que en un salón con tus compañeros.




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